POV Wanda
Hoy Lizzie cumplía exactamente cuatro meses y por primera vez no lo celebraríamos donde Natasha sino en mi nueva casa. Mi padre y Charles desde hace una semana ayudaban con el bebé debido a que había tenido que volver al trabajo y la decisión de mudarme había dejado de ser solo un proyecto y se había convertido en realidad.
Ver este espacio y no tener a Natasha era del asco, a penas iba en la segunda noche y no podía hacerme a la idea. Era extraño dormir sin platicar antes con ella, o desayunar, almorzar y cenar sola, sin su presencia. Incluso podía percibir Lizzie la extrañaba pero necesitaba salir de su casa, había resultado inviable quedarme más tiempo.
- ¿Ella te echó? - Preguntó Pietro. - ¿Te trató mal? - Negué. - ¿Te hizo sentir incómoda por tu presencia o la de la bebé? - Cuestionó y por fin decidí hablar.
- Natasha no ha hecho nada malo, incluso no quería me fuese aún, no quería pusiera distancia entre nosotras o entre ella y la bebé, pero necesitaba hacerlo. - Dije frustrada.
- No entiendo tus malditas motivaciones. Pero sé que si ella no hizo nada malo, nada puede ser tan grave como para que decidieras irte y te condenaras a la cara que tienes. - Me dijo y lo miré sorprendida.
- Pareciera que estuviese obligada a estar en este lugar y no por voluntad. - Dijo y suspiré.
- Me gusta. - Hablé sin pensarlo más y él me miró con los ojos como platos. - ¿De qué hablas? - Cuestionó y me pasé las manos por el cabello. - Que siento que Natasha Romanoff, mi mejor amiga, me gusta. - Finalicé y vi su mandíbula desencajarse.
- No puedes estar hablando en serio. - Dijo y no sabía si estaba sorprendido o emocionado. - Sí, hablo en serio, muy en serio y por eso, esto aunque no lo quiera, es lo mejor. - Me miró extrañado. - No me mires de esa forma Pietro, soy una mujer viuda, con una bebé de meses y ella es mi jodida mejor amiga. - Pareció por fin entender mi dilema y me ayudó a tomar asiento en el sofá.
- ¿Desde cuándo? - Preguntó y miré hacia el techo intentando ordenar mis ideas y mis sentimientos. No era fácil para mí sentir lo que estaba sintiendo. - Desde siempre me llamó la atención pero estaba Robbie y ella y yo siempre fuimos tan buenas como amigas que jamás di rienda suelta a ese pensamiento. Luego del accidente y de vivir con ella, todo fue más intenso. - Miré mis manos y comencé a jugar con ellas. - Sus cuidados, sus atenciones, todo hacía que la viera de una forma en la cual antes no me lo había permitido, pero pensé que era agradecimiento, costumbre incluso o quizás las hormonas del embarazo. - Intenté razonar y él me miraba atento.
- Hasta que nació Lizzie y me perdí sin notarlo. Ella prácticamente se encargó de la bebé los primeros días, me cuidaba y en todo momento parecía feliz por ello. La veía hablar con la bebé, cantarle, dormirla, cuidarla como si fuera suya y sus acciones eran como acariciar mi alma. - Sin querer comencé a sonreír. - Cada noche luego de dormir a Lizzie nos quedábamos platicando, hablábamos de mamá, de su mamá, de Robbie, de los proyectos a futuro de para mi carrera, mi visión de lo que quería sea el futuro de Lizzie. - Cerré los ojos. - Me atrae su forma de ver el mundo, el tipo de persona que es, sus bromas tontas, su madurez para lo importante y su carácter infantil en las cosas simples. - Solté el aire que sin saber había comenzado a contener.
- Esto está muy jodido. - Dijo Pietro y asentí. - Pero lo peor es que no solo me gusta sino que también la deseo y ese es un gran problema cuando compartes cama con alguien. - Dije y él pareció pensarlo.
- ¿Has hablado de esto con ella? - Preguntó y negué de inmediato. - ¡Por dios, Pietro! - Cambié de posición en el sofá. - ¿Qué pretendes le diga? Hola Natasha, hemos sido amigas durante casi cinco años y siempre me llamaste la atención pero ahora me gustas y siento que quiero meterme en una cama contigo y no para dormir. - Dije con sarcasmo y él se comenzó a reír y yo me reí apenada con él.
- No, Wanda, no me refería a eso. Solo que pues te has ido y de buenas a primera. Todos sabíamos lo ibas a hacer pero no como una decisión de menos de dos semanas y ya. No creo que solo tú te hayas acostumbrado a vivir con ella y por eso es que luces miserable, ella probablemente también se acostumbró a vivir con ustedes pero no puede retenerte y dejarte ir con la bebé debe resultarle difícil. - Asentí y suspiré.
- Por eso quiero que venga hoy, no hemos hablado ni ayer ni hoy, sé que habló con Charles y papá pero no conmigo y yo, Pietro la extraño. - Llevé mis manos a mi rostro y me apoyé sobre mis rodillas.
- Lo sé, no dudo que ella también lo haga y es por eso ha aceptado la distancia que acabas de instalar entre ustedes dos. - Negué. - La distancia física está siendo básicamente inservible cuando todo lo que hago es pensar en ella. - Él me dió un par de palmadas en la rodilla.
***
Natasha había saludado de forma rápida a todos, incluyendo a mí y se había ido con la bebé en brazos a hablar con Carol y su novia, Valkiria, quien la había acompañado. Danvers se había hecho de alguna forma cercana a nosotros también y ahora era miembro honorario de esta familia disfuncional, además su novia era pediatra y eso para todos era genial. Aunque no siempre podían asistir a nuestras "juntas" porque hacían turnos en el hospital.
La veía charlando con ellas pero sin dejar de mirar o atender a la bebé. Me era una maldita tortura no acercarme o que ella no estuviera dispuesta a aminorar la brecha que de había creado entre nosotras.
- Deja de mirarla así. - Dijo Pietro y lo vi seria. - No la estoy mirando de ninguna manera. - Respondí y él sonrió. - Lo peor que te podría suceder sería que alguien más se de cuenta y por alguien me refiero a Tony que parece muy interesado en saber porqué Romanoff no está pegada a ti como es usual. - Aclaró y miré en dirección de Stark sonriendo de forma ligera y comprobando lo que decía mi hermano era verdad.
- Pelirroja a las nueve, viene hacia acá. - Dijo poniéndose de pie y volviendo hacia donde Clint conversaba con mi papá y con Steve. Loki y Thor no habían podido asistir por un viaje laboral y Yelena, María, Sam y Scott estaban en el jardín.
- Hey, la bebé ya se durmió del todo. - Dijo Natasha frente a mí y me sentí temblar. - ¿La puedo acostar? - Preguntó y asentí. - Te acompaño. - Le dije y me puse de pie para seguirla hacia el segundo piso.
Ver cómo aún sin ser su lugar parecía saber dónde estaba todo y qué era lo que debía hacer por la bebé, me llenaba. Luego de despedirse en ruso de ella, la había acomodado boca abajo, con una manta de algodón e hilo, había prendido el intercomunicador que se debía quedar y me entregó el que debía tener yo.
- A penas son las nueve, ¿a qué hora la vuelves a alimentar? - Preguntó una vez estuvimos fuera y ninguna de las dos avanzó.
- A las 12, igual que siempre. Así solo despierto una vez más en la madrugada. - Dije y ella asintió. Normalmente yo le daba directamente a las 12 y ella le daba fórmula a las 3 para que yo pudiese dormir algo más.
- ¿Cómo vas siendo completamente libre otra vez? - Pregunté con cuidado y ella se encogió de hombros. - Antes también lo era. - Dijo y me quise golpear por haber insinuado aquello.
- No quería decir que no lo fueras Natasha, sé que nunca nos viste como problema o una carga. - Sonrió ligeramente pero sabía era más un gesto que una sonrisa de verdad. - No, nunca lo serían además. - Respondió y no supe qué más decir. - Debo ir a hablar con mi hermana. - Dijo señalando la escalera y asentí. Sabía ella sabía tenía algo por decir pero pareció no dispuesta a insistir para saberlo. Dependía de mí.
En cuando la vi girarse tomé su brazo y la atraje hasta mí. Fue casi instintivo vernos en medio de un abrazo. - Te extraño. - Dije y ella no respondió nada, de primer momento, solo se separó ligeramente y me dio un beso en la frente. - Lo sé, yo también las extraño, pero sé que es lo mejor para ti y para ella. - Dijo y negué pero ella igual se separó y comenzó a andar sin que esta vez la volviera a detener. Sentí cómo el aire se iba con ella y me recosté unos segundos en la pared para calmar las sensaciones que estaba experimentando. Maldita sea.
ESTÁS LEYENDO
Real e Ideal - Scarletwidow / Wandanat
RomansaNo hay historia más grande que aquella que se cuenta en nuestro a día día. - Esta es una historia inspirada del Scarletwidow pero que en esencia es Wandanat. Algunos momentos son recuerdos, otros fantasía pero no sé qué tanto puedas diferenciar lo...