—Desde luego, no esperaba terminar aquí —comentó Barrani. Aunque todavía solo tenía catorce años, hablaba como una adulta—. ¿Por qué no nos han dicho que veníamos a Utapau? Habría venido preparada para... No asquearme con tantas bestias.
—Es parte de tu aprendizaje, padawan —le dije deshaciéndome de un ginntho con mi sable—. Así aprenderás a adaptarte. No siempre podrás saber a qué te enfrentas.
— ¿Tú sabías que veníamos aquí?
— ¡Cuidado! —le advertí cuando vi a cinco ginnthos lanzarse a ella por la espalda. Ella se agachó y yo los partí en dos.
Seguimos enfrentándonos a aquellos arácnidos nosotras dos solas, en aquella fosa pau'ana.
Un grupo de Utai y Pau'anos rebeldes habían asaltado un almacén de suministros que dejaría sin comida a la población de ciudad Pau en unas semanas. Fuimos llamados para encontrarlos, detenerlos y recuperar los suministros.
Habíamos logrado encontrar a algunos, pero otros habían escapado y nos habían dejado atrapadas en medio de una cueva llena de ginnthos.
—Maestra, ¿cómo sabemos si estamos defendiendo al bando correcto?
—Pues depende de tu criterio. Hasta que no sepamos más sobre la misión, no descubriremos si lo que hacemos es bueno. Defendemos a los aliados de la República, ya sabes que cuanto menos te preguntes si es lo correcto, más tranquila tendrás tu conciencia.
—Pues yo no estoy tranquila.
—Yo nunca lo estoy. Ya hablaremos sobre esto cuando no nos intenten devorar unas bestias, ¿vale? Solo puedo decirte que mi conciencia queda tranquila sabiendo que ésta vez matamos a los feos.
Escuché una risa a mis espaldas. Me giré para ver quién la emitía, y aunque esperaba ver a Anakin riendo, encontré a Obi Wan, enseñando sus dientes y arrugando todo su rostro, especialmente sus ojos. Acababa de llegar.
— ¿Ese es tu razonamiento? ¿Matar a feos te tranquiliza?
Contagió su risa a Barrani, incluso yo llegué a sonreír, pero preferí ser sarcástica.
—Creo que es la primera vez que te veo reír. Es algo triste, pero me alegro de que haya sido así. Haces que me cuestione si hago lo correcto de nuevo, porque lo cierto es que tienes una risa muy basta. ¿No debería matarte a ti también?
—Muy graciosa —replicó, y al fin reí.
— ¿Dónde está Anakin? —le pregunté.
—Ha ido a por la nave, nos sacará de aquí muy pronto.
— ¿Y cómo vamos a salir si estamos rodeados? —intervino Barrani, propiciandole una buena patada a una montaña de ginnthos.
—De eso me encargo yo —dijo, intentando salir del círculo de arácnidos—. Vendré a por vosotras y saldremos de esta cueva.
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TEIPO • Libro 1 [Obi Wan Kenobi]
FanfictionPara todos aquellos cansados de encontrar novelas del universo de Star Wars infantiles y superficiales, ofrezco un paseo por la era de la República de la mano de Dula Bakk, una excazarrecompensas de una especie extinta que indaga en la historia ocul...