II • Tereb Ab'lon

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Tras mi inesperada llegada, los Bothans no parecían querer obedecer al 'alto el fuego' del Gran Maestro

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Tras mi inesperada llegada, los Bothans no parecían querer obedecer al 'alto el fuego' del Gran Maestro.

-¿¡Quién eres!? -gritó Fan-Sin apuntándome con su bláster.

Seguía oculta tras la lámpara. Temía que un pico de mi capa, que era lo único que se me veía, fuese suficiente como para atacarme. Intenté tener una charla pacífica, pero Nira, que acababa de coger un bláster igual que su padre, y me apuntaba, no hacía que fuera fácil conversar civilizadamente.

-So... So... Soy amiga -tartamudeé abrumada. No tenía miedo, no era la primera vez que me encontraba en una situación parecida, pero me preocupaba el hecho de que no podía matarlos, como normalmente hacia en esas situaciones-. Soy... La pa... pa...

-Mi padawan es -respondió Yoda.

- ¿¡Tú la has traído aquí!? -siguió vociferando el señor Nubud, mientras dirigía su bláster a la cabeza de Yoda-. ¡te dije que no quería compañía! ¿¡Cómo puedo fiarme de ella!? ¿¡te haces una idea de lo que has hecho!? ¡podrían haberla seguido!

-Descuida, Nubud, aprendiz mía realmente es... Aunque desobediente también -me regañó, mirándome por el rabillo del ojo.

- ¿Lleva contigo todo el tiempo?

-Sí, y en ella plena confianza tengo. Juntos venido hemos, si a mí no me seguido han, a ella tampoco.

Fan-Sin bajó el bláster lentamente, igual que Nira, y decidí bajarme de la lámpara dando un mortal hacia atrás, cayendo de pie. Al bajar, extendí su mano para ser recibida por el señor Nubud, que estaba más cerca.

-Dula Bakk -dije cuando Fan-Sin me dió la mano con desconfianza.

-Padawan Bakk -me corrigió Yoda.

-General Fan-Sin Nubud.

-Comandante Nira Nubud -se presentó Nira una vez se acercó a mí, mirándome de arriba a abajo. Ni siquiera me dio la mano.

-Comandante... Has seguido el camino de tu padre, ¿no? -le dije alzando una ceja, intentando ser simpática. Nira no respondió. Parecía desconfiar de mí, como era de esperar-. Bueno, seguro que está orgulloso -añadí mirando a Fan-Sin.

-Como es de esperar -respondió este.

-¿Urgente decías? -interrumpió Yoda carraspeando-. Con prisa no te veo, padawan.

-Oh, sí -respondí despistada-. Le solicita el Consejo para una reunión. El Maestro Windu no me ha dicho de qué se trataba. Hay una sala en la nave -conduje a Yoda a las afueras de la casa, dejando a los Nubud atrás, que pedían a gritos explicaciones de por qué Yoda me había traído, y nos encaminamos a la nave- en la que ya debe de estar preparado el holoproyector.

Entramos en la nave, y le indiqué la sala a mi Maestro. Tras abrir la puerta accionando un botón, la sala se iluminó, dejando reflectar el blanco de las paredes en el gris suelo. Yoda se sentó en la única silla de la sala, frente a la mesa, donde se encontraba en pequeño holoproyector. Lo encendí y me coloqué con firmeza tras mi Maestro, ya que era él el que debía acudir a la reunión, pero a veces se les permitía a los padawans de los Maestros del Consejo asistir.

TEIPO • Libro 1 [Obi Wan Kenobi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora