Voy bajando las escaleras pisando fuerte hacia primer piso y me encuentro con mi madre —Sí es que se le puede llamar así— cerrando una revista de ropa para dejarlo sobre la mesa que anteriormente estaba leyendo sobre el sofá para proceder q levantarse.
—¿Qué pasa cariño? —pregunta con una voz suave e inocente haciendo que me irrite aún más.
—¿No lo sabes? No quiero irme, éste es mi hogar, no quiero estar con la persona que me abandonó —contesto frustrada posicionando mi dedo índice en mi entrecejo.
—Tranquila, dale otra oportunidad —habla Marisa, como se llama mi supuesta madre, con una voz tranquila intentando calmarme.
—Pero ¿Por qué le tengo que dar otra oportunidad? —pregunto usando una voz alterada para cruzarme de brazos.
—Porque él te quiere, él quiere estar contigo —responde.
—Si él me quería, no habría tenido que dejarme —respondo para caminar hacia la puerta principal alejándome de la sala de estar donde estaha hablando hace un rato con mi madre e irme dando un portazo antes de que ella intentará detenerme.
Me voy corriendo con destino a casa de Ámbar, no puedo llamarla desde antes debido a que no tomé mi celular y mucho menos me puse una ropa casual. Para mi desgracia siento una gota de agua sobre mi hombro por impulso me volteo, siento otra gota, pero esta vez en mi mano, levanto mi cabeza y veo noto como se están juntando las nubes comienzo a caminar más deprisa, y en cuestión de segundos esas gotas se convirtieron en una llovizna.
Era una señal para empezar a correr más deprisa, pasaron unos minutos y esa simple llovizna se convirtió en un aguacero no veía la lógica de seguir corriendo si no podía escapar del agua así que dejé de hacerlo para caminar. Pienso en lo que me sucedió hoy y me abrazo a mi misma intentando consolarme, pero no fue suficiente porque sentí la necesidad de empezar a llorar mientras caminaba paulatinamente todo el camino.
Estaba inconsolable, es muy difícil hacerse la fuerte cuando cada día es un reto y me sucede algo cada vez peor que el día anterior solamente quiero alejarme de todo esto...
•••
Llego a la puerta principal de la casa de Ámbar toda empapada por la lluvia, toco el timbre, pero no recibo respuesta decido intentarlo de nuevo y ser persistente en hacerlo hasta que veo una luz encendida en el interior y dejo de pulsarlo.
Escucho el chirrido de la puerta y me encuentro a la castaña de mechas rubias ahí, sus cabellos estaban de alborotados y con tenía una expresión cansada en su rostro suelta un bostezo estirando sus brazos.
—¿Qué ha pasado? —pregunta estrujándose sus ojos. —Pasa —indica haciéndose a un lado y señalando el interior con su mano izquierda.
Después de que Ámbar cerrara la puerta y me invitara a pasar a su recibidor me acerco a ella para abrazarla y enterrar mi cabeza en su cuello empezando a sollozar hasta romper en llanto. No se porqué, pero fue un instinto; hoy tuve un mal día cuando incluso todo había comenzado tan bien... para terminar de este modo...
Al no parar de llorar Ámbar me pregunta con un tono de preocupación: —¿Qué ha pasado, Em?
—Me voy —respondo sollozando y con una respiración entrecortada. —No lo sé, pero mi padre que no había visto desde hace tres años vino a buscarme —Intento sonreír quitándome las lágrimas de los ojos soltando a Ámbar.
—Tienes muchos cambios de humor hoy, ¿Tienes tu periodo? —bromea sacudiendo mi cabello mojado.
—Tranquila, no tengo nada de eso —respondo intentando sonar relajada retirando su mano de mi cabello.
—¡Estás hirviendo! ¿Estarás enferma? ¿Te sientes bien? —pregunta la castaña de mechas rubias con su tono preocupado que habitualmente usaba conmigo cuando se trataba de un tema delicado.
—No, tengo un tic o mejor dicho, Unitosanco es un tipo de trastorno en el que no puedo estar expuesta o tener muchas emociones, pero luzco completamente normal, estoy bien —respondo, pero empiezo a sentir un fuerte dolor de cabeza y a escuchar un tintineo agudo siento como pierdo el equilibrio y me empiezo a tambalear.
—Tranquila —habla sosteniéndome del brazo para levantarme y poner mi brazo alrededor de sus hombros. —Veo que no estás bien —caminamos hacia la sala y Ámbar me deja suavemente sobre el sillón más cercano.
—Me siento un poco mareada —informo sosteniendo mi cabeza cansada, pero de pronto siento como mi vista se oscurece.
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¡Hola! Pasaba por aquí para informales en caso de que hayan querido investigar sobre el trastorno "Unitosanco" que es una enfermedad padece la protagonista Emma Ford que esta es detonada al ser expuesta a un hecho traumático como es el caso de la protagonista, ciertamente esta enfermedad es completamente ficticia y la he creado yo.¡Gracias por su apoyo!
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Inexpresiva | ✔
Teen FictionEmma no sabe expresar sus sentimientos ni sus emociones, aunque tampoco es que lo haga intencionadamente. Eso le causa bastante conflictos, pero hay razones por la que es así... Creado por Yanelys Martínez (@YanelysMar03) ───── •✧✧• ───── →Libro edi...