『Capítulo 21』

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Bajamos a la planta de abajo y caminamos hacía la cocina. Cuando estamos allá me siento en un taburete y Max se pone detrás de la isla, lo observo colocándose un delantal negro para ir sacando una ollas, abriendo la nevera y sacando los ingredientes entre ellos pasta, así que supongo que hará espaguetis o algo por el estilo.

—¿Qué vas a hacer? —curiosee poniendo mi mano sobre mi mentón.

—Hago pasta —responde echando los espaguetis crudos sobre el agua hirviendo para moverlos.

—Uhh... espero que te queden ricos —advierto, a lo cual él asiente quedándose de espaldas.

•••

Pasa media hora cuando los espaguetis están listos, el castaño con delantal negro con la frase en blanco "Kiss the chef" que puedo apreciar mejor cuando se voltea comienza a buscar unos platos y dos copas en las despensas, me los pasa para yo ir a preparar la mesa en la terraza donde habitualmente comíamos.

Termino de acomodar todo cuando viene Max con un bol grande color blanco donde contiene nuestro alimento, lo pone sobre la mesa y se devuelve a buscar los utensilios de cocina para comer cómodamente y servirnos. Vuelve a la cocina para traer en un contenedor de hielo la botella de vino tinto.

Él toma la iniciativa para abrir el vino, y le quita el corcho para comenzar a servirme primero, y luego a mí, así que comenzamos a comer.

•••

Después de comer, Max y yo hablamos más sobre nuestros gustos, incluso hicimos confesiones y otras cosas así mientras tomábamos vino. Luego fuimos a la sala de juegos a ver una película como la vez pasada...

Decidimos destapar una champaña mientras vemos "Divergente" una película de acción, bastante entretenida, muy bonita y un poco cliché para mí.

•••

Terminamos de ver la última película de la saga e incluso tomamos varias botellas de champaña mientras conversábamos.

—¿Qué hora es? —pregunto apagando la televisión.

—Son las 10:36 de la mañana.... Hablando de tiempo tenemos que salir a las 1 pm —avisa, ante eso muestro confusión y Max lo nota.

—¿Para dónde vamos? —pregunto con curiosidad.

—A donde mi madre —responde, y yo me sorprendo.

—No te lo tomes a mal, pero... ¿A hacer qué?
—cuestiono, él niega y procede a abrir los labios para contestar.

—Vamos a casa de mi madre para presentarte como mi esposa. Pues ella quiere conocerte, aunque no lo creas... no estaba enterada de que me había casado, pero hace poco se enteró, y me ha dicho para conocerte —explica el de pelo azabache mientras trato de disimular mi sorpresa.

—Está bien, entiendo —concuerdo, y él asiente.

—¿Quieres que veamos otra cosa? —pregunta, a lo cual yo niego.

—No... ya me siento cansada, vengo ahora —respondo saliendo de la sala.

Voy a buscar mi nuevo celular, el que Max me ha regalado hace unos días. Durante mi camino hacía la habitación formulo varios pensamientos como: «¡No sé con quién diantres voy a hablar! Mmm... creo que con Ámbar, me había olvidado completamente de ella, casi la he botado».

«También tengo que hablar con mi madre... Pues tengo que perdonarla, sé que lo que hizo estuvo mal. De todos modos la quiero porque no puedo vivir sin ella, pero no tan literal». Pienso mientras busco mi celular en toda la habitación hasta que lo encontré, así que bajo rápidamente de nuevo para ir a la sala cuando llego me encuentro a Max aparentemente durmiendo en el sofá.

Inexpresiva | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora