⌗Fᴏʀᴇᴠᴇʀ Y̶o̶u̶n̶g̶ ; 𝗕𝗹𝗮𝗰𝗸𝗽𝗶𝗻𝗸 & 𝗧𝘄𝗶𝗰𝗲

Capítulo V

Lisa's POV

Estacioné el auto en la entrada de la casa, el de Jisoo ya no estaba así que supuse que ya se había ido, suspiré poniendo seguro al mío para después caminar hacia la entrada. Abrí la puerta y el abrazo con el que siempre me recibía Ella no llego, miré confundida alrededor y caminé más adentro encontrándome con la mesa puesta, un par de velas y unas copas acompañadas de una botella de vino, mi favorito.

—Llegaste—miré hacia Jennie cuando salió de la cocina, mordí mi labio tratando de controlar las lágrimas que amenazaban con salir, ver a Jennie así me regreso a los momentos que compartíamos antes de que Ella naciera y después cuando aún era una bebé, antes de que también se volviera alguien importante a nivel mundial—. Estoy preparando una comida, para sentarnos y hablar—asentí mirando hacia otro lado para quitar mis lágrimas.

—¿Dónde están los niños?—pregunté girando de nuevo a ella.

—Jisoo dijo que podía cuidarlos hasta que habláramos—volví a asentir.

—Iré a tomar un baño, ahora regreso—ella mordió su labio.

—No tardas mucho en la ducha, la comida está en el horno porque todavía le falta, ¿puedo unirme?—pasé saliva pesadamente al escucharla.

—Claro—me di la vuelta para subir las escaleras con Jennie siguiéndome, entre a la habitación empezando a quitar mi sudadera, quite mis tenis junto a mis calcetas, desabroche mis jeans para después bajarlos por mis piernas, miré sobre mi hombro y pude ver a Jennie mirándome de abajo hacia arriba mientras ella también se deshacía de su ropa. Caminé hacia el baño y ahí quite mi sujetador deportivo junto a mis bóxer, Jennie me imitó y se acercó por detrás cuando abrí la puerta de la ducha para ingresar en ella, giré la llave dejando la lluvia artificial caer por mi cuerpo, ella ingresó cerrando la puerta y suspiro al sentir el agua con su piel desnuda, ella estaba detrás de mí y no dudo en pasar sus brazos por mi cintura mientras dejaba besos por mi espalda.

Hice mi cabeza hacia atrás sintiendo sus labios, empezó a acariciar mi abdomen con sus manos y subía los besos por mi espalda llegando a mi cuello.

—Te he extrañado tanto—susurró cerca de mi oído, suspiré dándome la vuelta para hacerla caminar hacia atrás, pegué su espalda a los azulejos haciéndola jadear ante lo frío que estaban, acerqué mis labios a los suyos solo rozándolos—. Te amo, Lisa—habló sobre mis labios haciéndome cerrar los ojos.

—¿De verdad?—pregunté con la voz quebrada, ella abrió sus ojos para mirarme, las lágrimas cayendo por mis mejillas.

—No lo dudes, por favor. Nunca dudes que te amo, porque jamás dejaré de hacerlo—acorte la distancia que nos separaba para empezar a besarla como sabía que a ella la volvía loca, bajé mis manos por su cintura hasta llegar a su trasero y masajearlo con mis manos haciéndola gemir bajo, la tomé por los muslos para que enrollara sus piernas en mi cintura—. Lisa—jadeo en mis labios cuando sintió mi miembro rozar con su entrada.