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—No puedo creerlo. —Shuhua masajeaba su frente, los ojos cerrados y el cuerpo enterrado contra la silla mientras una pila de hojas era posicionada frente a ella.

—Perdón. —El susurro de su amiga fue interrumpido por la mano de Shuhua, era una señal para que así dejara de hablar. El silencio las invadió, lo único que se escuchaba eran quejas y movimientos de hojas. Shuhua tomó una hoja y comenzó a hacer su trabajo, siendo luego interrumpida por un tarro que rodaba desde la mesa de al lado hasta la propia. Con la misma mano que antes había callado a su amiga tomó del tarro de papas fritas y lo metió en su mochila.

—Me puedes dar toda la comida del mundo pero debes dejar de meterme en detención ¡Quiero mi tiempo libre! —Shuhua finalmente cedió ante los repetidos intentos de Lucy para hacerla hablar. —No puedo creer que estoy aquí de nuevo. —Se quejó Shuhua con un poco de dramatismo agregado para molestar a la menor. Sorn las observaba desde su mesón con una sonrisa, no podía evitar encontrar divertido que las dos amigas venían semana tras semana a detención y siempre por el profesor de historia.

—Lo lamento. —Se disculpó Lucy ya sin recordar el número de veces que lo había hecho, pero en su rostro no dejaba de formarse una sonrisa cada vez que recordaba el motivo por el que nuevamente habían terminado ahí. —Es que estoy tan emocionada. —La alegría de su voz logró que Shuhua volteara los ojos, intentando prestar toda su atención al trabajo que Sorn les había designado para su día de detención.

—Doyeon me prestará un vestido, me hubiera gustado comprar uno nuevo pero con todo el tema de la nueva casa debemos apretarnos el cinturón, ya sabes. —Shuhua sabía que ya estaban en detención y no podrían irse a un lugar peor. Decidió rendirse y hablar con su amiga, aunque todo el tema del baile de bienvenida realmente la tenían saturada. —Seguro te verás preciosa, además Doyeon se viste muy bien. —Lucy asintió, con esa enorme sonrisa que no se borraba de su rostro y Shuhua simplemente sabía lo que iba a pasar.

—Todavía no puedo creer que me invitó Minhyuk ¿Has visto lo guapo que es? —Y ahí iban nuevamente las ganas de pedirle a Lucy que se calle. —Es tan amable y cuando me preguntó hasta sonaba tímido ¿sabes? —Shuhua continuó asintiendo, perdida en las palabras de su amiga mientras se zambullían en el trabajo, mientras antes terminaban antes podían salir de ahí.

—¿Shuhua? —No fue sino por el índice de la más alta que llegó hasta su mejilla que se dio cuenta que las palabras iban ahora dirigidas a ella. —¿Uh? —Preguntó la mayor, lamentando un poco haber ignorado la mayor parte de las palabras de Lucy sobre el guapísimo Minhyuk que la había invitado al baile de bienvenida.

—Te pregunté con quién irás al baile. —Lucy sonaba ofendida, tomando un par de hojas para organizarlas.

—No iré y no insistas en convencerme, ya tengo planes para ese día. —Por el puchero en el rostro de Lucy, Shuhua estaba casi segura de que lo único que su amiga quería hacer era insistir e intentar convencerla.

—Pero Shuhua, es nuestro primer baile ¿Por qué no irás? Puedes venir conmigo y Minhyuk. —Lucy asintió, poniéndose como meta que su amiga fuera al baile si o si.

—Podría, pero las dos sabemos que no quieres eso. —Lucy rió un poco ruborizada, a veces pecaba de ser muy buena y proponer ideas que ni a ella misma le convencían para hacer sentir bien a las personas que quería. Claramente deseaba que ese día fuera solo para ella y Minhyuk, pero tampoco podía concebir que su primera amiga en su nueva escuela no fuera al que ella consideraba un evento tan especial.

—¿Al menos harás algo que valga la pena ese día? Porque si te vas a quedar en tu casa viendo algún drama y tomando sopa instantánea entonces estás obligada a venir con nosotros. —Lucy habló con tono autoritario y Shuhua sabía que dentro de ella solo habían buenas intenciones, su amiga era realmente una buena persona.

Viéndote con sus ojos (Miyeon&Shuhua)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora