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Sus nudillos chocaron contra la puerta, la tocó tan tímidamente que pareciera que no hubiera querido hacerlo. No estaba segura de que estaba en el lugar correcto, pero sentía que era el único lugar en el que podía sentirse segura; al menos en ese sentido.

Sus manos luego se guardaron en los bolsillos de su abrigo y escondió la mitad de su rostro bajo la enorme bufanda que le cubría el cuello. Vio atrás, considerando devolverse ante la falta de respuesta. Quizá debió tocar más fuerte.

Por lo que lo hizo otra vez, ahora con mayor decisión.

—¿Soojin? —La voz profunda de la menor sonó en la silenciosa noche, Soojin sonrió. Yuqi lucía su famoso pijama de jirafa, esa que le hacía lucir adorable e infantil. Algo que ella no apreciaría escuchar debido a su obsesión por querer verse seria y adulta cuando claramente no estaba ahí todavía.

—¿Puedo pasar? Sé que es tarde pero—No terminó de hablar cuando la china la arrastró dentro de su hogar. Suponía que sus padres estaban durmiendo o que simplemente no estaban en casa. Yuqi la llevó hasta la cocina, encendiendo las luces y llenando la tetera con agua.

—Voy a preparar té. —informó la menor mientras Soojin asentía en silencio.

Soojin sabía que tanto ella como Yuqi no esperaban encontrarse de esa forma. Las dos no eran amigas, en eso estaban claras. Pero tampoco podían negar la enorme conexión que tenían al haber pasado tanto tiempo juntas gracias a Shuhua.

Y si había algo que las dos sabían, era que cuando una necesitaba algo de la otra era siempre por dos motivos. El primero porque Shuhua las necesitaba o porque había algo ocurriendo que debían ocultar de Shuhua.

Yuqi no sabía cuál de las dos era, pero sabía que era serio. De otra forma Soojin jamás hubiera aparecido en medio de la noche en su casa.

El sonido de la tetera inundó el lugar, Soojin decidió esperar a que terminara de preparar la bebida caliente antes de comenzar a explicar su presencia.

Las dos se sentaron en los bancos frente a la isla donde descansaban sus tazas de té que humeaban debido al agua recién caliente.

—¿Vas a hablar o vienes por el té? —Soojin volteó los ojos, el sarcasmo de Yuqi era algo a lo que jamás iba a poder acostumbrarse. Bebió un poco de su té, no por irritar más a la menor sino porque el frío de la noche le había entumecido el cuerpo y la bebida era necesaria.

—¿Recuerdas cuando me dijiste que creías que te gustaba Shuhua? —Yuqi casi escupió el té que tenía dentro de su boca cuando la pregunta salió por parte de la mayor. Secó los bordes de su boca y rió ante el recuerdo. —Soojin, tenía como once años. —La idea le estremeció el cuerpo de forma divertida.

A decir verdad, Soojin había sido la primera persona a la que le había comentado sobre su inclinación a gustar de las mujeres.

Apenas eran unas niñas y entró en pánico al pensar que sentía algo más que amistad por Shuhua.

—Bueno, pero necesito saber qué pensabas. —Soojin insistió en el tema y ahora Yuqi no tenía idea de qué estaba hablando.

—No sé, fue una tontería de niñas. —Explicó Yuqi, todavía divertida al recordar su tonta confusión. —Creía que Shuhua me gustaba porque era la única persona que me entendía y quería pasar mucho tiempo con ella. —Explicó, intentando hacer memoria de cómo se habían desarrollado las cosas. —Pero luego me di cuenta de que era eso nada más. Siento mucha admiración por Shuhua, no estaba enamorada solo confundida. Y ahora que sé lo que es el amor, confirmo que no fue más que eso. Admiración por mi mejor amiga. —Concluyó, sin dejar de sonreír.

Viéndote con sus ojos (Miyeon&Shuhua)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora