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Shuhua quería verse ¿decente? ¿elegante? todavía no estaba segura. Lo de ella con los padres de Miyeon fue completamente diferente. Como ellos sabían que su hija jamás les iba a presentar un novio, asumían que toda amiga que no fuese Soyeon seguramente tendría algo más con su hija. Shuhua debía admitir que sentía un poco de envidia, sobre todo por la forma en que el padre de Miyeon la aceptaba y cuidaba como si fuese una más de la familia.

—Amor, te ves bien así. —No entendía el motivo por el cual era Miyeon quien estaba tranquilizando a Shuhua. En este tipo de casos, cualquiera podría asumir que sería la mayor la que debía estar muerta de miedo por conocer al papá y futura madrastra de su novia. —Quiero hacer esto bien. —reprochó Shuhua, sacándose la camiseta que llevaba puesta y cambiándola por una blusa que seguramente la hacía ver un poco mayor.

—¿Por qué tienes tanto miedo? Además Doyeon y Lucy van a estar ahí, estoy segura de que ellas harían cualquier cosa para defenderte en caso de que salga mal. —Shuhua lo sabía, sobre todo Lucy. La menor de las hermanas siempre había sido muy abierta a la hora de mostrar su apoyo por la taiwanesa y su relación con Miyeon.

—La verdad no sé, no quiero que nadie me aleje de ti. —Confesó Shuhua, quien probablemente había leído muchas historias trágicas en internet que la hicieron pensar en miles de posibilidades. Pero su mayor temor era tener que alejarse de Miyeon, sentía que su novia era de las pocas cosas buenas que tenía en su vida.

—Nadie nos va a alejar, te lo prometo. —Le aseguró Miyeon, acariciando el rostro de la más baja. Miyeon se sentía tan enamorada, deseaba tranquilizarla y hacerle saber que si las cosas salían mal entonces podrían encontrar forma de arreglarlo. La promesa fue sellada con un suave beso que al parecer ninguna de las dos tenía ganas de terminar.

La bocina que resonó desde la calle las obligó a separarse, con una pequeña mirada a la ventana Shuhua notó que se trataba de su papá. —¿Seguro que me veo bien? —Preguntó una vez más, mientras Miyeon rodaba los ojos y arrastraba a su novia fuera de la casa.

Ambas se sentaron en la parte de atrás del auto, el señor Yeh se volteó un poco para saludarlas y luego se dispuso a conducir.

—Te ves linda. —Comentó su papá, y mientras Shuhua sonreía, Miyeon no pudo evitar intentar contener las risas.

Cuando llegaron al restaurante los puestos ya habían sido decididos por las mujeres Kim, quienes seguramente habían llegado unos minutos antes.

Shuhua quedó sentada al lado de Miyeon y Jaekyung, mientras que Miyeon a su derecha tenía a Doyeon. Mientras tomaban algo de beber y esperaban por el camarero las conversaciones se basaron básicamente en los cambios que estaban ocurriendo en la casa de los Yeh. Shuhua no había vuelto a su casa en varios días pero por lo que escuchaba de parte de Jaekyung, las cosas habían cambiado drásticamente.

Cuando la comida llegó, el silencio se apoderó del lugar. Apenas se escuchaba como comían o algún que otro comentario sobre lo buena que estaba la comida.

Ya habían terminado de comer y Miyeon esperó en silencio a que Shuhua pusiera el tema sobre la mesa. La mayor había insistido un par de veces en que fuera ella quien diera la noticia, creía que era su deber como la mayor. Pero Shuhua estaba segura de que necesitaba hacerlo por su cuenta.

De todos modos, Shuhua había aceptado que si se sentía incapaz entonces le daría algún tipo de indirecta a Miyeon para que ella tomara el liderazgo a la hora de dar la noticia.

Shuhua por otro lado sentía el sudor corriendo por su cuerpo, esperaba que nadie lo viera pero creía que en cualquier momento podría tirar algo o desmayarse.

Viéndote con sus ojos (Miyeon&Shuhua)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora