Capitulo 7

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~•Cuidarte•~


Narra Gulf:

Mi ex jefe me levantó del suelo por segunda vez en esa noche, mejor dicho por segunda vez en menos de media hora. Me sorprendió que pareció levantar una pluma ¿Qué tan fuertes podían ser esos brazos? o ¿Qué tan ligero podía estar yo? Juzgando por como caí como trapo sobre el suelo podría decirse que mi estado no era el mejor, mi cuerpo había perdido algo de peso sin darme cuenta, debí haber hecho caso a los síntomas de cansancio que sentí durante la semana, o cuando ví mi rostro demacrado en el espejo esa mañana.

Mew me cargó hasta el estacionamiento muy apurado, le gritaba al guardia que abra las puertas, tanto la del estacionamiento para entrar directamente, como la del copiloto de su auto para colocarme dentro.

"Una vergüenza más con el guardia"

Mientras tanto yo me sentía realmente como pluma, rebotando en sus brazos contra su pecho, debido a los pasos presurosos. Y esque mi cuerpo sufrió un bajón de esos que ya había sentido antes, de los que sientes que toda el alma y la sangre de tu cuerpo bajan a tus pies. Claros síntomas de un sobreesfuerzo, de una descompensación, sabía que con reposo mejoraría rápidamente, y obviamente con algo de comer, pero por el momento no podía hacer nada, seguía sin poder moverme, y las náuseas, dolor por la debilid, calor y frío a la vez, no me dejaban ni hablar.

Sentía que me estaba muriendo.

–Recuestelo al joven– escuché como le sugería el guardia a Mew, mientras él me ajustaba el cinturón de seguridad. Mew le hizo caso y reclino el asiento para que me sintiera más cómodo.

–¿Así está mejor?– me preguntó pero no pude responderle más que con un parpadeo de afirmación.

–Ni siquiera puedes hablar, te llevaré a una clínica lo antes posible.

Después de decir eso cerró la puerta, le agradeció al guardia mientras rodeaba el auto, y este le deseó que me mejorara. Sin embargo con lo que dijo al final me asusté, no me gustaban las clínicas, por ningúna razón en especial solo no me gustaban, si fui al doctor tres veces en mi vida por mi cuenta era mucho, esperaría a estar mejor y le diría que no es necesario.

Unas cuadras más allá ya me sentía un poco mejor, el recostarme había sido milagroso, así que intenté calmar a Mew para convencerlo que no me llevara a ningún tipo de clínica ni nada parecido.

–M...Mew

–¿Ya puedes hablar?

–Si

–Que bueno– él soltó un gran suspiro de alivio y dejó de estrangular el volante.

–No quiero ir a una clínica– le dije y le mostré el puchero más grande que podía hacer mientras cerraba mis ojos suplicante.

–Pero lo que te pasó no es normal, tienes que...

–Llevame a comer, así me pondré bien– lo interrumpí porque no había oportunidad de que vaya a una clínica, esto ya me había pasado antes y los doctores no me dirían algo del otro mundo, solo que coma bien y haga reposo.

–¿No has comido? ¿Por eso te pasó esto?– él sonaba un poco enojado conmigo, apartaba la vista del camino para verme enojado, cuando la culpa también la tenía él.

–Bueno, en parte si, pero también hubo otras situaciones que me indispusieron– le quedé mirando intensamente para comprobar si se atrevía a negar eso, pero no lo hizo, en cambio su rostro cambió a arrepentimiento y culpa, el cual giró un poco para ocultarlo de mí.

Me alegraba ver que en realidad no era un monstruo y sí sentía algo en ese corazón, más que todo por mí, un empleado insignificante. Pero aún así tomaría mi venganza por lo que me hizo sufrir, más ahora que se sentía muy culpable.

Sálvame (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora