Capitulo 9

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~•Más cerca•~


Narra Gulf:

Lograba escuchar todo.

Sentado en mi escritorio no tenía una perfecta vista de la azotea donde se reunían a almorzar los jefes ejecutivos, pero lo que sí tenía era el oído bien afinado para escuchar perfectamente todo lo que hablaban.

—Sinceramente no creí que lo lograrías— si no me equivocaba ¿Ese era Josh?

Ellos no tenían ningún pudor, probablemente sabían que los estaba escuchando, pero talvez también pensaban que salía a almorzar con todos los chicos del piso, lo cual no era verdad, tenía mucho trabajo como para darme ese lujo.

—Paga jovencito, que ese culo fue mío, y no solo una, sino varias veces. ¿Debería cobrarles por número de embestidas?

Totalmente desagradable. Parecía un circo el lugar, con el payaso más grande, eso no lo negaba. No quería conocer a la persona que dijo eso, sabía que era amigo de Mew, pero no entendía el por qué.

Era un lugar abierto allá fuera, podían pensar que sus palabras sucias se perdían en la plenitud de la atmósfera, pero en realidad una parte de ese sonido viajaba por las paredes hasta hacer eco en la vacía sala de edición, donde estaba un triste Gulf que aún no había comido, en su silla arrimado a la pared detrás del corredor que lo separaba de esa azotea/espacio para el mal uso del diálogo.

Dejé de lado mi trabajo para reprocharme muchas cosas. Talvez Mew nunca comentaba o aportaba a esas conversaciones vacías y ofensivas, pero sí podía escuchar su risa en algunas ocasiones.

¿Mi reproche? Haberme creado historias en la cabeza.

Recuerdo que ese fin de semana después de perder un poco el centro y por no decir también la dignidad, me encontraba muy avergonzado. Tenía vergüenza de lo sucedido, y tenía que hacer algo para calmar la inquietud de que alguien como él me haya ayudado, y decía alguien como él porque después de dos semanas escuchando semejantes comentarios, mi opinión sobre Mew estaba empezando a decaer nuevamente. Sin embargo mi corazón no podía hacer la vista gorda a sus nuevos gestos preocupados, y aunque no se acercaba a mí lo veía en sus ojos, por otro lado también estaba el hecho de que me había dejado tranquilo, lo que causaba un gran sentimiento de gratitud hacia él.

Después de unas horas pasadas el almuerzo me dirigí a su oficina, por suerte el pasillo que conectaba con ésta era oculto a las demás salas...tenía que hacer algo que había estado aplazando por semanas.

En parte le agradecía no haberse acercado a mí en estos tiempos en que mi subconciente me daba la contra y que yo mismo era un peligro, porque existían dos Gulf Kanawut: el educado que se sabía controlar, y el travieso que se encontraba oprimido por el primero, y que no conocía ese significado.

Con el puño levantado hacia la puerta pensé "Dios, que vergüenza ¿no pudo ser otra persona?" apreté el puente de mi nariz con mi otra mano cerrando los ojos. Si el guardia me hubiera abrazado durante mi ataque de pánico en lugar de él, todo sería mejor.

-¿Gulf...?¿Pasa algo? ¿Por qué entraste así?

¿Ya había entrado? ¿Por qué hice eso?

¿A qué momento pasé de estar frente a la puerta a estar frente a su escritorio?

¿Ahora qué le digo? Acababa de olvidar todo porque mi subconciente no paraba.

—Yo...yo..— yo también había sido atrevido, seguía soñando con sus brazos cálidos, por eso no podía verlo a los ojos, sino los míos me traicionarían y le dirían "jefe, en la noche pienso en sus brazos arropandome para poder dormir" o " mis sábanas se sienten húmedas y pegajosas, se aferran a mi cuerpo como sus manos lo hacían en el sueño"

Sálvame (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora