Sálvame (MewGulf)

Capítulo 23

Narra Gulf:

Caminé lentamente desde el living hasta el pórtico de entrada al edificio. A través de los cristales manchados con gotas de lluvia podía ver ese SUV color mostaza, y arrimado a éste un reconocido ex modelo embebido en la pantalla de su celular.

El agua parecía no mojarlo, y el paisaje típicamente triste de las noches lluviosas se vió invertido por la sonrisa que éste cargaba.

Me acerqué a él sintiendo el frío del ambiente colar a través de mi ropa por cada filtración que las gotas hacían en mi pijama. Pero si él no le tenía miedo a mojarse, yo tampoco, porque era suficientemente para combatir el frío ese calor que ambos corazones desprendían al sentirse ansiosos por este encuentro en medio de la madrugada.

Sin embargo el frío alcanzó un pedazo de mi corazón al ver su sonrisa borrarse en el momento que se percató de mi presencia. Entonces inseguro e incómodo paré mi andar.

—¿Estás bien?— su rostro se había transformado en uno de preocupación.

—S....si, ¿Por qué?

—Tus ojos están rojos.

—Oh...es que...estaba...mmm... durmiendo— esquivé su mirada sintiéndome avergonzado al ocultar la verdad de lo sensible que podía llegar a ser.

—Te desperté, lo siento...tu voz es débil, pero debes entender...— alzó el celular en su mano y me mostró la animación pausada en el segundo que la nubecita mostraba la palabra "Cariño" —...necesito escucharlo con tu voz.

Me quedé estático, era casi la 01:00 AM y se encontraba aquí en medio del frío solo para escucharme decir eso. ¿Hasta dónde sus acciones tenían alcance? Era ridículo...lo era, ¿Pero no es lo que estaba esperando después de enviar ese mensaje? ¿Por qué lloré al no recibir la respuesta que esperaba? ¿No fue porque esperaba exactamente lo que tenía al frente ahora mismo?

—¿Viniste hasta aquí en medio de la lluvia solo para eso?— lo miré incrédulo —¿Qué pasó con Chris y...

—Esa "fiesta" fue un fraude. Bueno, no es como si no supiera que sería así, pero por años he acompañado a Chris y él a mí en este tipo de cosas.— se acercó y tomó mis manos entre las suyas —Pero por suerte un gran amigo que no he visto en años apareció y me hizo dar cuenta que debía estar contigo.

—¿Un gran amigo que no has visto en años apareció y estás aquí?

De pronto me sentí tremendamente culpable. Sí, quería que esté conmigo, pero si no ha visto a su amigo en años es porque los dos debieron estar ocupados, talvez los planetas se alinearon para que ocurra su encuentro.

Mew notó la culpa en mis palabras, y para consolarme desvistió su chaqueta e intentó ponerla a mi alrededor, pero con el frío que hacía eso solo me haría sentir aún más culpable. Aparté sus manos en un intento fallido, él logró poner la chaqueta en mis hombros y colar sus brazos debajo de ésta para envolver mi cintura y mantener el calor de ambos en un abrazo. Resignado saqué mis manos de entre nuestros cuerpos y las envolví en su espalda para así darle un poco de calor o al menos desviar las gotas que caían directamente en su camisa.

—No quería estar en ese lugar— me aseguró negando rotundamente con su cabeza —A mis treinta años me prometí que algo debía cambiar, sin embargo un año más tarde me encontré en el mismo lugar haciendo lo mismo— acercó nuestros rostros y juntó nuestras narices —Por eso estoy aquí contigo, no podía pasar un cumpleaños más sentado solo en la mesa de algún club...no si te tengo a tí ahora.

Sus ojos mostraban sinceridad, y los míos estaban a punto de humedecerse. Entendí entonces que necesitaba estar aquí y ahora, talvez porque se hizo una promesa, o porque no quería verse en retrospectiva como alguien que ya no desea ser. Por eso vió al día después de su cumpleaños como el perfecto para empezar esa nueva vida.