Capítulo 25

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Narra Gulf:

—Al inicio eran cosas pequeñas, como cuando él cumplió quince años y sus hormonas se fijaron en nuestro primo Pret. Yo tenía once.

Mew abrió sus ojos sorprendido.

—Eso no suena como un problema pequeño. De seguro hubo conflictos entre sus familias.

—Si los hubo, pero creeme que son la montaña pequeña en toda esta historia.

Tomé aire y seguí contando.

—Cuando era pequeño visitábamos la casa de mi abuela todos los fines de semana, fue mi lugar favorito todos esos años ya que era el único diferente además de mi casa y la escuela. Como niño pequeño no tenía realmente amigos, mi círculo social era muy reducido...se podría decir que se limitaba a Pret, quien vivía en la casa de mi abuela luego de quedar huérfano por parte de su padre y que su madre lo abandonara en esa gran casa a cargo de mi abuela.

—Él también vivía un momento difícil en esa época— admitió Mew.

—Si, por eso tanto Mali como yo nos convertimos en los pilares emocionales que ayudaron a levantarlo...aunque realmente fuera Mali quien se involucró más que yo en ayudarlo...o más bien en destrozarlo si contamos con el final de la historia.

—¿Mali también le hizo daño a él?

—Los dos erraron, no defiendo a ninguno.

Negué rotundamente con mi cabeza.

—Y pues...con el notorio interés de ambos por estar juntos el poco tiempo que se veían en casa de mi abuela, mi madre estaba desesperada por apartar a mi primo de Mali. Sin embargo lo único que tenía era sospechas, y no ayudaba que ambos siempre negaran todo. Pero mi madre no se quedó atrás, tanteó el terreno soltando afirmaciones para ver como los amantes ocultos reaccionaban a ellas. Una vez hasta llegó a amenazar a Pret con demandarlo ya que éste era mayor de edad...no recibió ningún tipo de reacción por parte de él, y eso se debía a que no era ningún tonto, tenía pruebas de que Mali no hacía nada en contra de su voluntad...y que en realidad era él el que insentibaba todos sus encuentros.

—Pero él era mayor, debió ser lo suficientemente maduro para parar algo así independientemente de la ley— dijo Mew un poco molesto.

—Él no quería parar nada, le gustaba esa adrenalina que la aventura le causaba, crear el plan perfecto de como burlar los fallidos intentos de mis padres por estropear sus encuentros clandestinos. Así fue como mi madre hizo todo por controlar a Mali...tanto que nuestra casa se convirtió en una cárcel, también para mí. Mis padres me llegaron a creer alcahuete de su romance...lo cual ahora me doy cuenta fue bastante estúpido porque tenía a penas once años, y sí, sabía sumar dos más dos matemáticamente, pero no sumaba dos mas dos en cuestiones de adultos. Aún así no los culpo por creerme tonto, después de todo...yo le creía más a Mali que ha mis padres en esa época. Era pequeño, y Mali siempre fue mi ejemplo a seguir como hermano mayor, yo no podía aceptar ni creer que él hiciera algo mal, en realidad siempre había sido perfecto.

—Parece que se te calló un ídolo— Mew rió y yo lo seguí porque a estas alturas de la vida también me causaba risa.

—Fue decepcionante...el ver que su perfección duró hasta que un día de escursión en la escuela los ví juntos... caminando por la calle tomados de la mano y...besándose.

—¡No puede ser¡— Mew me interrumpió asombrado —¿Tú fuiste el testigo de su farsa? Esperaba que me cuentes como tus padres los descubrieron, pero esto es aún mejor...digo no para tí en ese momento pero...mejor solo sigue— me mostró con su mano que siguiera con la historia.

Sálvame (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora