Sálvame (MewGulf)

Capítulo 33

Narra Mew:

Esas noches dolorosas de camping, esas en las que amaneces tieso por el suelo duro debajo de tu tienda...talvez nunca más las vuelva a sentir, porque mi corazón ahora es acolchado debido a Gulf.

Anoche después de llevarme un pedacito más de su corazón al bolsillo, ambos descansamos juntos bajo un árbol. No hablamos mucho más, solo observamos las estrellas mientras Gulf recostado en mi regazo me agradecía por darle ese hermoso regalo, jugaba con mi mano y se la llevaba a la boca para dejar suaves besos.

—¿Sabes que se puede conocer a una persona solo con sostener su mano?— pregunté entrelazando nuestros dedos.

El sentimiento de cosquilleo no tardó en pasar por nuestros cuerpos, y me refiero a ese que inicia en un punto de ambos y llega al extremo del otro, atravesando la conexión de nuestras manos.

—El contacto físico contigo me ayuda a sentirme seguro, incluso desde antes de empezar a coquetear— él me miró y sonrió de forma cómplice —inconscientemente buscaba formas de acercarme a ti, y sé que tú también, no lo puedes negar— dijo alzando una ceja a forma de acusación —Así mi mente me advirtiera que me aleje de ti, mi cuerpo buscaba comodidad, así que sí, puedes tener razón, resultaste un buen hombre, y mi cuerpo lo sintió antes que mi cabeza, debería confiar más en mis sentidos.

Sonreí y asentí orgulloso, alzando mi rostro hacia la luna "lo hago sentir seguro".

El sentimiento era cómodo a pesar de tener millones de ojos observándonos desde el cielo, lo cual no importaba, porque era el universo que nos recibía como nuevos amantes.

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Ahora ha amanecido y Gulf ha dormido toda la noche plácidamente a mi lado, lo tengo en mis brazos, puedo ver sus perfectas cejas, sus hermosos labios hinchados, las adorables y gorditas mejillas...todo es mío.

Mi corazón se siente como un mashmellow que bombea arrope rojo de fresa.

Perdido en mis pensamientos, tardo en darme cuenta que los ojos de un    gatito que se siente a desbordar de amor se han abierto.

—¿Qué pasa?— pregunto sonriente.

—Le pido a mi corazón que vaya lento— responde con voz adormilada.

Lo miro confundido, parece que sus palabras se refieren a algo más que su ritmo cardiaco.

—Le pido que no te ame antes de quererte, y que no te quiera antes de enamorarse. No quiero saltar tan alto porque la caída será más dolorosa, más si existen vacíos que debilitan los cimientos.

Al escuchar entiendo su punto, entonces suspiro y froto su espalda para reconfortarlo.

—Existe el Mew del que estás enamorado— digo totalmente seguro de sus sentimientos, y sin sorpresas, él no me corrige — existirá el Mew al que quieras y seguramente después al que ames. No te preocupes más, los tres te perseguirán sin parar recordándote cada detalle de nuestra relación.

Gulf golpea mi pecho con cariño escondiendo su rostro en el mismo, así que aprovecho y dejo un beso en su cabeza mientras escucho su respiración, esos suspiros que suelta mientras se acurruca junto a mí hasta encontrar su punto cómodo.

—¿Mew?— escucho a alguien romper la magia desde fuera de la tienda.

Gulf se queja pero tengo que dejarlo para salir a ver que quiere Zee.

—¿Qué pasa, ya te vas?— pregunto inmediatamente al verlo con todas sus cosas en la mano.

—Así es, tengo que estar temprano en el aeropuerto— antes de que pudiera hablar me interrumpe —No te preocupes, ya tengo quién me lleve hasta allá.