Capitulo 8

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~•Conflictos internos•~


Narra Mew:

El día que Gulf no estubo en la empresa tuve mucho tiempo en el que sus piernas no me distrajeron para poder pensar con claridad.

Los chicos en la terraza me regresaban a la realidad con cada comentario vulgar e irrespetuoso hacia las secretarias, haciéndome volver a donde realmente pertenecía.

Y es que me había perdido en ese limbo que ambos creamos en medio de la madrugada, instintos que no sabía aún quedaban dentro de mi cuerpo surgieron de algún lugar muerto de mi alma, conciencia o...corazón.

Esa mañana llegué a la empresa flotando sobre el piso, temblando de miedo, con la necesidad de refugiarme en la mente primitiva de Chris.

-Que dices ¿salimos esta noche?

Cuando llegué a casa esa madrugada me lancé sobre la cama con una sonrisa boba en el rostro, no podía parar de repetir todo lo que había sucedido una y otra vez en mi cabeza. El beso, como recorrí su plano vientre con la punta de mi nariz, el sentimiento de sus labios, el calor ferviente de su interior a penas llegando a la capa más fina de su piel calentandola hasta un punto exquisito.

¿Gulf habrá dormido? ¿O estaba en mi misma situación? Pensé soltando un suspiro.

Recostado en mi cama a las 3am me removía cada vez que un recuerdo excedía el límite de la emoción soportable por mi cuerpo, y así reviví mil veces los recorridos que trace en menos de veinticuatro horas en ese cuerpo virgen.

-Mew...

-¿Mmh?- Chris puso una de sus manos sobre mi pierna para lograr llamar mi atención.

-Te pregunté si querías salir esta noche- él hablaba bajo para que los demás chicos no escucharan- decía...por lo que estás un poco distraído.

-No...no quiero, no creo que funcione-pasé mis manos por mi rostro, quitando momentáneamente el cansancio del desvelo. Gulf podía dormir hasta tarde hoy, su suertuda cama lo sostenía, sus afortunadas sábanas lo mantenían caliente.

¿Qué se sentirá ser su lugar de descanso?

....???

-¿Al menos me puedes decir en qué tanto estás pensando? ¿Qué es tan perturbador para quitarte el sueño?

¿Perturbador? Definitivamente así se sentía.

Él tenía razón, ese gatito no me había dado ni un segundo de sueño, yo tuve que levantarme como un zombie y arrastrarme a esta empresa porque es mía, y esa es razón suficiente para no faltar ni un día.

-Solo...no puedo dejar de pensar cosas estúpidas que me empalagan y me dan escalofríos- dije recordando la envidia que tuve hace segundos de su cama, y como esa, muchas otras empezaron a surgir.

-Dame una pista al menos- él apoyó su cabeza en mi antebrazo de forma escondida a manera de súplica- no me hagas esto, sabes lo que el chisme me causa y me consume hasta no ser descubierto.

Lo miré dudoso, pensando en si decirle o no mi odisea de pensamientos sobre Gulf.

-¿Tiene que ver con ese bebé bambi de ojos brillosos e inocentes?

-¿Qué?- ¿qué tipo de apodo era ese?

-Así le dicen las secretarias a tu... "bombón de chocolate"- hizo una especie de movimiento raro con sus manos- Que porque es hermoso, tierno...¡NO! ¡Súper tierno! Y tiene las piernas más esbeltas que han visto en su vida.

Bueno...coincidía en todo menos en el apodo.

-¡Estoy hablando de Gulf!- dijo ya desesperado, llamando un poco la atención de los chicos, pero ellos estaban concentrados en unas fotos "indecentes" que quién sabe de dónde las consiguieron.

Sálvame (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora