Capítulo 20

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Corrí.

Corrí sin importarme la lluvia que me golpeaba con fuerza, al llegar me quité el abrigo y mis botas para volver a correr a donde se encontraban los Cullen, el estudio del doctor Cullen.

-Algo nuevo- Si les soy sincera no se ni siquiera por que pregunto, era mas que obvia la respuesta.

Al tener su negativa respuesta, volví a arrodillarme a su lado con mis guantes ya fuera para tener mas concentración, sin recordar 'La maldición aciaga' creciente en mi mano, que con el pasar del tiempo y por mi esfuerzo ya llegaba a la mitad de mi brazo.

Tenia que encontrar el recuerdo al que Jasper se esté apegando, si no lo hago... ni siquiera quiero pensar en eso.

-Que te paso en la mano?-Pregunto casi sin ningún tacto.

-Ah? - Este me señalo mi mano, en la cual la maldición crecía aun mas, mentir era la única opción que me quedaba, no podía decirles que estoy así porque quiero salvar a su hijo adoptivo- Solo estoy cansada, se me pasara rápido.

Podía sonar serena, pero por dentro me moría de nervios, y si no tuviera que salvarlo me dejaría devorar por estos. Con un nudo molesto en mi garganta entre de nuevo en su mente. Esta vez tengo que ser mas astuta que el..

Un pasillo completamente blanco lleno de puertas apareció frente a mi. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal, todas las puertas eran a la zar, nunca era la misma.

Recorrí el pasillo por unos segundos hasta estar de pie frente a una puerta exactamente igual a las demás, lentamente acerque mi mano a la cerradura girándola igual de lento.

Ya había entrado en varias recuerdos antes y todo me daban mala espina, no se si es que no lo podre salvar o soy yo. Es como si el terror me dominará por breves instantes.

Los cuentos de hadas siempre nos han regalado la idea de que nosotras tenemos que ser las rescatadas. Pero que pasa si no queremos ser rescatadas o si queremos hacerlo por nuestra cuenta? O si queremos ser las heroínas de la historia?

Me acerque caudalosamente al Jasper que la visión me brindaba, era un día tranquilo con los Cullen en un lugar que no pude descifrar muy bien con exactitud, todos parecían felices, hasta Jasper sonreía.

-Jazz? -Pregunte, acercándome a él, que se acercaba a la chimenea pensativo. La curiosidad me mataría si no estuviéramos en esta situación.

Me acerque aun mas a el, hasta casi rozar las yemas de mis dedos contra su pálida mejilla, se giro un momento hacia mi, como si sintiera algo mas en la habitación. Cuando por fin para su mirada en mi se desvanece dejando una especie de polvo blanco alrededor.

Todo esto era su plan, como no pudo matarlo a la primera hace que la persona mas importante en mi vida ataque a otra, se estaba vengando. Solo quería darme falsas esperanzas, el nunca iba a permitir que volvamos a estar juntos. Tal vez nunca debí hacerle caso a Rosalie, o nunca debí entrar a esa tienda en primer lugar.

Como en las anteriores puertas a las que entre, todo cambio, ya no había un largo pasillo blanco, en cambio estábamos en un bosque lejos de la civilización, pero extrañamente se me hacía demasiado familiar.

Era de noche, la luna brillaba en su punto mas hermoso, no había nada alrededor más que árboles, a excepción de un aparente recinto con una pequeña cabaña, de donde creo que provienen unos extraños sonidos, como los que se escuchan cuando hay una pelea de vampiros, y cunado a uno le están pateando el trasero. Solo espero que no sea Jasper al que están a punto de matar.

Pero, sin embargo, con lo que vi estaría encantada de estar en la razón. No era a Jasper al que mataban, era EL quien mataba a unos neófitos.

Después de su muerte, Dennise nos arrastró a de nuevo a Francia, pero eso no evito que miles de veces intentase escapar. No porque supiera que Jasper era un neófito, sino porque había oído de buena fuente que una vampira de Monterrey creaba una especia de guerra contra los otros clanes alrededor de Texas.

Quería creer que el todavía seguía vivo, al menos como vampiro, y por mucho tiempo me aferre a esa esperanza que prefería pasar todo el día durmiendo, alias estar con Jasper en sueños. Pero luego despertaba y volvía a la dura realidad sin Jasper. Era un martirio estar cada día sin el que ni se como pude soportarlo.

Me paralice al ver los cuerpos de tanto humanos como de vampiros, los primeros estaban completamente drenados, y los segundos decapitados.

Era una escena grotesca a mis ojos y aunque quiera esto debía suponer al tener de novio a un vampiro que no sabe controlar su sed.

Los cuerpos estaban esparcidos por todos lados, al igual que la sangre. Seguí caminando revisando todo el lugar intentando encontrarlo, pero nada solo habían muertos.

-Donde estas Jasper?-

Maldije al darme la vuela y verlo ahí, su camisa holgada estaba completamente manchada de sangre, su piel blanca como la porcelana, se veía exactamente como lo recordaba como vampiro con la única diferencia de ojos, ya no era esos hermosos ojos caramelos que tanto anhelaba ver por las mañanas ni ese dorado cual oro que se escondía entre los árboles de fuera de casa. Eran rojo escarlata, como la sangre que se escurría de entre unos labios.

Su mirada era fría, vacía... como si nunca me hubiera conocido y solo fuera una presa mas. Esto no había sido un tropiezo de su redención, su intensional. Si fuera así sus ojos serian naranjas, pero estas muy lejos de serlo.

Su mirada se escudriña en cada centímetro de piel hasta que se detiene en mi cuello y sus ojos reflejan que esta haciendo 'eso'.

Porque tuvo que escoger este recuerdo? Porque no podía ser uno lindo donde el sol brillase en un lindo campo?

El lugar se volvió aun mas tenebroso y frio, se notaba de lejos que sus intenciones eran todo menos buenas. Sus pasos resonaban en la estancia, por lo que me vi en la obligación de detallar cualquier detalle. Tenia el mismo cuerpo y rostro, pero ese no era el cariñoso Jasper que conocí, su rostro estaba inexpresable. Ni el amor y mucho menos la adoración que veía en sus ojos cuando lo encontraba viéndome.

Mi corazón di un vuelco cuando Jasper dio un paso mas hacia mi, causando de forma inmediata que de un paso hacia atrás.

Mi corazón latía con fuerza, este era el peligro de esto, NUNCA acaba bien. Pero no podía rendirme, tenía que hacer esto, al menos por todo lo que le quite, por haberle quitado la opción de tener una familia, hijos...

Sobre todo, eso, todavía recuerdo la ilusión en sus ojos cuando hablamos de eso poco después de nuestra boda.


Siren - Jasper Hale |  TWILIGHT✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora