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Felix no paraba de abrazar al conejo que Changbin le había obsequiado.

—Vas a estrangularlo.

—Oh, lo siento -sonrió tímidamente el menor—. Es que en serio no puedo creer que tenga un conejito —chilló feliz.

—Pues creelo. Y ya enfócate en terminar toda tu tarea acumulada —lo regañó Changbin mientras comía papas fritas de bolsa.

—Es difícil hacerlo con un solo brazo bueno —hizo un puchero con los labios, sintiendo la frustración apoderarse de él.

—Aish... Bien, te ayudo a escribir, pero tu la debes resolver completamente —el mayor se paró de la comodidad del sillón y se sentó en el suelo, a un lado de Felix, apoyando sus manos en la mesa en la que se encontraba el cuaderno y libro estudiantil.

—¡Yay! Hyung va a ayudarme —el chico sonrió tiernamente y Changbin se avergonzo de haber sentido a su corazón latir un poco más acelerado por esto.

—Dije que solo iba a escribir por ti —recalcó y tomó el lápiz portamina que el menor sostenía en su mano buena—. Bien, ¿qué vas a responder en esta pregunta?

Felix la analizó por un momento, la leyó aproximadamente tres veces, sin embargo la historia coreana no se le daba bien, mucho menos si la pregunta que le hacían estaba escrita totalmente en coreano, la traducción literal que su mente le daba era bastante ilógica.

—Mmm... —observó la breve información que había en su libro— ¿Joseon vivió tantos años? —dijo sorprendido al ver que era un nombre lo que ponían en la descripción más los años, los cuales eran más de 100.

—¿Joseon? Claro que no. Yonbok, te están preguntando por la época de Joseon, la última dinastía de Corea y la más larga —Changbin dijo en un tono incrédulo, no creyó que el niño no tuviera idea alguna sobre el tema.

—Oh... —Felix se sonrojó un poco por desconocer esa información, pero no era su culpa, después de todo no entendía bien el idioma aún y su profesora de historia hablaba muy raro.

—¿No sabes nada de esta materia? —preguntó intentando tantear a qué se enfrentaba, y al recibir la negativa con la cabeza de parte del contrario, supo que debía hacer algo— Mhmm... Bien, empezaré por lo básico, detenme si hay algo que no entiendas, ¿si?

—¿Me ayudará con esto hyung? —Felix se puso feliz al instante al captar la ayuda que el mayor quería darle.

—Sí, supongo que es lo mínimo que puedo hacer, después de todo te has portado bien —dijo como excusa para no dejar salir ninguna razón sentimental o algo por el estilo.

—¡Gracias! -Felix dejó salir toda su emoción y se lanzó a abrazar repentinamente a Changbin, siendo tanta su felicidad que el pobre conejo que descansaba en su regazo fue a parar a las piernas del mayor— oh, lo siento Vivi —tomó nuevamente en sus brazos al animal y lo acarició.

Changbin que había sentido todo tan repentino, comenzó por estar perplejo por tan efusiva muestra de agradecimiento y luego pasó a estar confundido por el nombre que el menor le había dado al conejo.

—¿Vivi? —preguntó cuando pudo reaccionar.

—Sip, le puse así porque el señor Kang me dijo que era hembra. Así que Vivi me pareció un buen nombre —sonrió ampliamente.

—¿Hembra? Ya veo —asintió de forma leve y volvió su mirada al libro, para ver ahora el contenido de este y saber por dónde comenzar a explicarle al menor.

—Hyung, ¿has hablado con Jiwoo noona? —preguntó Felix con la esperanza de que fuese una respuesta afirmativa.

—No, desde que discutí con ella no hemos vuelto a hablar —se encogió de hombros simplemente y no comentó más—. Pero estoy seguro de que tu puedes seguir hablando con ella como normalmente lo haces —Changbin dijo a modo de consuelo al notar que el contrario se había decaído por su vana respuesta.

—¡Bien! —Felix ahora había retomado su sonrisa alegre.

—Bueno, centra tu atención en esto —apaciguo un poco la felicidad del otro, para que así se pudiese concentrar en lo que estaba a punto de explicarle.

Cuando logró ese objetivo se fue completamente a la explicación de los contenidos en el libro que Felix tenía en frente. El mayor había logrado que el niño se sintiera absorto por la materia, ya que Changbin explicaba demasiado bien todo sobre la historia e iba con un lenguaje simple y palabras lentas para que Felix pudiese entender todo a la perfección.

Pasaron gran parte de la tarde estudiando una materia y otra. Changbin había ayudado en todas sus tareas a Felix, sintiéndose satisfecho de su trabajo cuando las pudieron terminar pasado de las diez de la noche. Cuando el reloj en la sala de estar en la que se encontraban marcó esa hora, el de mayor edad se dio cuenta que ya era bastante tarde, pero no por la hora que indicaba el ya mencionado reloj, sino porque el menor se hallaba plenamente dormido, apoyando su cabeza en sus brazos que descansaban sobre la mesa de centro en la que anteriormente estuvieron trabajando.

Changbin al notarlo dormido tan tranquilo sintió que su corazón se ablandaba una vez más. Hasta ese momento no había tenido el sentimiento fiel de querer cuidar a alguien, pero justo ahora, viendo a Felix, sentía que ser su guardaespaldas era el mejor regalo, y por primera vez deseaba cumplir fielmente su tarea de protegerlo de todo lo malo, era inexplicable el por qué, pero lo sentía, sin embargo jamás lo admitiria.

Notó que la coneja también yacía dormida en las piernas del más pequeño, por lo que la tomó en sus brazos, acomodandola lo mejor posible y luego cargó al menor, intentando ser lo más delicado que pudo y caminó con ambos hacia las escaleras, subiendo estas mismas posteriormente.

—¿Changbin hyung...? —Felix dijo entre sueños.

Esto le recordó al mayor la escena de cuando fue llamado por el nombre del anterior guardaespaldas del menor, sin embargo no le había dado importancia.

—Sí, soy yo. Shh, sigue durmiendo —las escaleras llegaron a su fin y a solo unos pasos se encontraba la habitación de Felix.

Cuando estuvo allí parecía estar haciendo malabares para lograr abrir la puerta sin soltar al menor ni el animal, sin embargo lo logró y los depositó suavemente en la cama, no sin antes abrir las tapas de esta y que así el chico pudiese dormir bien, también acomodando un poco más lejos al conejito.

—Buenas noches, Yonbok. Te protegeré siempre, lo prometo —Changbin decidió aprovechar esa instancia en la que Felix se encontraba medio dormido y confesó esto, sellando su promesa con un casto beso en la frente del menor.

—Hyung... Te quiero —a pesar de todo una parte del chico seguía consciente y dijo esto con una sonrisa, pero con los ojos tan cerrados como antes.

—Nunca pensé que diría esto pero... Yo a ti también —acarició con el dorso de su mano la mejilla pecosa ajena y sonrió ampliamente, nunca pensó que caería ante los encantos de ese niño, ni mucho menos llegó a predecir que volverían a tener un sentimiento parecido al querer, después de haber quedado solo en el mundo.

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Buenas! Me había tardado un poco con la actualización, pido perdón, pero aquí esta UwU

¿Qué tal les pareció a ustedes? Déjenme aquí cómo creen que va la historia, algún comentario o algo que quieran decir u.u

Nos vemos en la próxima actualización!! UwU

Mafia isn't Cute  [ChangLix] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora