Mafia isn't Cute [ChangLix] (PAUSADA)

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Las tres personas recién llegadas al interior del aeropuerto se encontraban ahora sentadas en uno de los muchos asientos que había en el lugar. El señor Bang había hecho toda la gestión para los boletos del viaje, teniendo también ahora en su poder el pasaje de JongSuk, el cual aún no aparecía.

—Charlotte, mamá y papá vendrán, ¿verdad? —Felix preguntaba secando sus lágrimas, ya que desde que habían llegado estas no habían parado.

—Sí, estoy segura que si —la chica abrazó fuertemente al menor y acarició su cabello, ella también aguantando sus lágrimas.

—Felix, Charlotte —la voz del padre de ambos chicos llamó la atención de inmediato de estos.

JongSuk venía agitado y su ropa era diferente a la que tenía en casa, corrió hasta sus hijos y les dio un corto abrazo. Algo que se podía notar de inmediato es que venía solo y tenía unas cuantas manchan de sangre seca en sus nudillos, parte de su cuello y también en su boca, esta última estaba rota en el lado izquierdo.

—¿Dónde está mamá? —Charlotte miraba a todos lados intentando divisar a su madre.

—Lo siento, no pude... —el hombre se detuvo en seco con lo que iba a decir, debido a unas pocas lágrimas que caían por su rostro.

—Tranquilo —Bang dijo esto en forma de consuelo, entendiendo de inmediato el final de la historia, le dio un abrazo al hombre a su lado y dejó unas palmadas en su espalda.

—No... ¡No! ¡Mi mamá está bien! ¡Mamá! Mami... —Felix decía totalmente desesperado, su mirada era frenética recorriendo el lugar en busca de la mujer.

—Felix —su hermana mayor lo retuvo en su intento de escapar, sujetando a este del brazo con todas las fuerzas que pudo juntar, la tarea se le había complicado por el llanto que ahora ya no podía aguantar.

—¿Que fue lo que pasó?

—Le dispararon... DongSun, mi esposa está muerta por mi culpa —sus piernas no soportaron más cuando terminó de hablar y cayó de rodilla frente a Bang.

—No, no es tu culpa, los culpables son esos malditos —el hombre también se comenzaba a sentir mal por JongSuk, nunca lo había visto así.

Por los altavoces del aeropuerto se escuchó a una mujer anunciar un vuelo hacia Seúl, Corea del Sur. Bang DongSun se puso alerta y con la fuerza necesaria paró al hombre en el suelo.

—Es su vuelo, tienen que irse —dijo esto entregando rápidamente los pasajes a su hermano—. Nos volveremos a ver, espero.

—Así será, mantente a salvo, hermanito —le dio un rápido abrazo a este y tomó a sus dos hijos de la mano, uno a cada lado.

—No quiero, quiero a mi mamá —Felix comenzó a reclamar, sin lograr soltar el agarre de su padre, ya que este tenía mucha más fuerza que él.

—Yonbok, no tengo tiempo para esto, nos vamos, es lo que tu madre hubiese querido, ¿quieres que se decepcione de ti? —Lee ocupó su táctica típica, mencionar a la madre del chico para que esté accediera.

Felix guardó silencio e hizo caso a lo que su padre dijo. Los tres se encaminaron hasta la no muy larga fila para entrar, teniendo que hacerse revisar antes por el detector de metales. Al ser un vuelo de suma emergencia no llevaban equipaje y Felix y Chaewon aún llevaban pijama, esto a ojos de todos fue extraño, sin embargo con una explicación y dinero a cambio del silencio de guardias y encargados, todo estaba en orden para entrar.

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El vuelo había sido muy largo, sin embargo, al todos estar demasiado cansados por la acumulación de emociones que tenían, cayeron rendidos y durmieron gran parte del viaje. Cuando llegaron y tuvieron que bajar lo primero que los recibió fue el frío, ese día era helado en la ciudad de Seúl. El chico que hacía solo un día aproximadamente se había presentado como Changbin, se encontraba esperando a los tres pasajeros con un bolso en mano y acompañado de dos hombres y una mujer, los cuales se podía ver que trabajan en algo relacionado a la seguridad, todos estaban vestidos de una forma poco llamativa y se podía ver lo ejercitados que estaban.