CAPITULO 3

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Vicky:

- no puedo señora-digo- ya le expliqué que la cita era para más temprano, si usted prefirió hacer lo que quiso-agarro los papeles y los guardo- No es mi problema.

Hace rato llegaron las hermanas petersons y vinieron a recriminar mi horario, que era muy temprano, no podían, no iban a venir y más. Les dije que vengan a mi oficina y nos pusimos a hablar lo sucedido. Solo que ellas son algo densas.

- escúchame doctora-revisa mi placa- Legend, no queríamos importunarla solo que no pudimos venir-me habla la gemela de la derecha, sonando mejor que la otra. Es un engreída.

- mire..-prendo mi MacBook- acaban de tratarme mal e insultarme, yo así no trabajo. Cuando estén en condiciones de hablar o venga un mayor que sea cargo de ustedes, veremos.

Bajo con el Mouse para ver quien viene después de estas mujeres.

- ¡déjese de tonterías!-grita la de la izquierda- ¡denos el maldito turno! ¡Para eso le pagan!

Me levanto enfurecida y apoyando mis manos a los extremos de mi escritorio.

- escúchame bien, ñiñata-le hablo con tanta carga que se sienta, por su bien- a mi no me paga nadie, yo trabajo para mi y gano mi propio dinero. Si le pido que sea educada no es por que no quiera darle el turno, es por que yo no trabajo con mujeres insoportables, inmaduras y más densas que la madre santa-me siento.

- ¡seguridad!-grito

Abren los ojos en par en par. Entra el de seguridad.

- si señora-saluda

- llévese a estas mujeres afuera-le doy la orden.

- ¡no tiene ese derecho!-gritan las dos juntas a la vez.

- ¡si lo tengo!-pierdo la poca paciencia que me quedaba- ¡es mi maldita oficina y hago lo que me plazca!-tiro los papeles- ¡no las quiero volver a ver, por qué les juro..-suspiro- qué voy a demandarlas.

Me miran con el odio presente en sus ojos, las fulmino con la mirada y lo único que les queda es salir por aquella puerta.

Cuando empiezan a salir junto al guardia, entra redrik con dos cafés, como de costumbre.

- ¿día agitado?-pregunta sentándose en las sillas al frente de mi

- si..esas mujeres son muy...-No sé cómo terminarla para que les queda bien la palabra.

- repugnantes-la termina por mi. Asiento- bien, lo creía desde que las vi, creen que por tener todo el dinero conseguirán todo.

Tecleo en la computadora.

- claro, yo aprendí desde muy chiquita que no todo es dinero-envío el archivo- aveces encontrar amor, felicidad, hormonas-miles de recuerdos se hacen presentes- pero..ni siquiera eso es suficiente.

Me mira como si analizara mis ojos. Me acerca el café que con gusto le agarro de las manos. Tecleo un rato más con él observándome y termino.

Cuando va a hablar mi móvil suena.

- disculpa-pido perdón y tomo mi móvil.

- iré a buscar a Nahir-me habla Max a través del móvil- para que puedas terminar tu trabajo y no estés a las corridas.

- me niego rotundamente a que busques a mi hija-suelto.

Confío en Max, lo que me pasa es que mis padres fueron muy desapegados a mi, no me buscaban en la escuela, no me ayudaban con tareas, casi ni los veía y ninguno se hizo presente cuando debían ir a la escuela o me pedían que vayan. A mi hija no le pasara lo mismo ni aunque me maten.

Deseos prohibidos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora