Julián:
Joder, Romina no para de llamarme, dice qué hay una pila de documentos, gente, clientes y que para rematar claudia fue allí muchísimas veces y Romina trato de esquivar el echo de decirle donde estoy. Pero no la aguantara por mucho.
- firma bien esos papeles-exijo
- ya voy señor-responde Romina- ya mismo los envío por correo.
- más te vale que me los mandes-digo- eso depende de mi carrera y de toda la empresa. Por favor, por lo menos hasta que llegue.
Suspira.
- bien señor-teclea- ya se lo envíe todo, revise y llámeme esta tarde.
- vale-sacó el móvil de mi oreja- nos vemos, Romina. Tenga linda semana-cuelgo.
Abren la puerta y casi que me matan del infarto. ¿No entienden que soy grande, o no les entra en la cabeza?
- julian...-dice acercándose y posando sus manos en mi pecho- ¿con quien hablabas?
¿Debería decirle que tengo que irme? No lo creo.
- No con nadie-Tomo sus manos- ¿qué hacías?
- Julián-advierte- te conozco mejor que tu propia madre-insinúa- deja de mentir, ¿qué sucede?
La miro. Esos hermosos ojos son todo lo que..
- ¿solo me miras como idiota?-vuelve a decir.
Joder.
- hablaba con mi secretaria. Nada importante, trabajo-la suelto y voy a sentarme.
Se viene despacio y se sienta en una de mis piernas, pasa su brazo derecho por mi nuca y se acomoda sobre mi regazo.
- ¿quieres olvidarte un rato?-me pregunta y no puedo evitar pensar en ella.
¿Que are con este bebé?
¡Estoy embarazada!
¡No puedes dejar a tu mujer!
¡Mala persona!
¡Mal padre!Quizá el último si sea, pero trate y trato de ser mejor todos los días, nadie nace sabiendo. Y yo estoy aprendiendo.
- estoy muy cansado, nena-la miro a los ojos con cierta tristeza. No sé cómo llevaré en los hombros todo lo que me meta una cachetada apenas aterrice en New York.
- tu..-se levanta- Julián meller...¿no quieres sexo?
Niego. La deseo tanto, siempre me tendrá dispuesto si se lo propone, solo que...no lo haría concentrado. Estoy frustrado y estresado.
- bien-se sienta en el escritorio- entonces si no vas a complacerme, te entiendo, pero después cuando tú quieras yo no te are caso-cuenta con una sonrisa torcida que conozco tanto.
Niego con algo de gracia. Esa es mi mujer, la más perfecta.
- o vamos, hagamos una excepción. Yo ahora estoy cansado, tú nunca lo estás-niega.
- qué no te lo diga es algo, pero cansada estoy casi siempre-se acomoda- solo que todo lo hago para mi placer sexual.
La miro. Aprecio todo lo que me brinda, belleza, amor, cariño, actividad sexual, atracción, adoración y la perfección. Es por eso que es la indicada.
(...)
- papa-agarra el lápiz- no puedes poner un dos, allí va un diez-me indica- hasta yo lo sé, papá.
La miro. No sé nada de matemáticas, básicamente lo que me acuerdo lo hago con ella, luego se encarga max. Allí va un dos, no me engañan
- hija, allí va un dos-señaló con la goma del lápiz- Tus maestras están mal, la cabeza no les funciona.
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Deseos prohibidos (+18)
Novela JuvenilVicktoria legend. Paso un pasado terrible, jamás pudo ser la misma. Lucho ella contra el mundo sin importarle lo más mínimo nadie, y aún así jamás pudo dejar de temer a todo el que se le acerque. ¿Será que una persona faltante en su vida es su salva...