Vicktoria legend. Paso un pasado terrible, jamás pudo ser la misma. Lucho ella contra el mundo sin importarle lo más mínimo nadie, y aún así jamás pudo dejar de temer a todo el que se le acerque. ¿Será que una persona faltante en su vida es su salva...
Me levanto de la cama. Son las 6:00 am, siempre es mi horario para ir a trabajar, aparte, tengo muchísimas cosas por hacer. No se si me alcanzará el día.
Voy al baño y hago mis necesidades, me lavo la cara, los dientes, me pongo algo de maquillaje y algo de crema. Siento que hoy será un día genial. Salgo y voy en busca de mi ropa, hoy me apetece negro, con unos lentes. Si, eso será.
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Cuando termino de vestirme salgo de mi cuarto tratando de no hacer el mínimo ruido, me acerco a la habitación de mi hija. Esta viva. Me acerco esta vez a la de Max. ¿Está muerta? O...bueno, moribunda.
Voy hasta la cocina, preparo café, tostadas y salgo con las tostadas en la boca, más el café en mi mano con la que sostengo mi chaqueta. Bajo hasta el estacionamiento, me subo, pongo la llave, embrague, segunda y acelero. Salgo despacio de las grandes paredes y cuando estoy sacando la trompa piso el embrague y pongo tercera.
Siempre me encanto ir a grandes velocidades, por eso, cuando me dieron este auto que tiene esa posibilidad me enamore. Manejo por estas calles, no es New York, pero es hermoso. Las luces brillan como estrellas, las publicidades de las paradas le dan el toque a ciudad. Hermoso.
Pienso en mi familia. ¿Cómo estarán? O vamos...qué demonios me importa, a ellos no les importo. Cuando aterrice en busca de mis padres, en que me aconsejen, me guíen en el error, ayuden, sepan que decirme...se negaron rotundamente a ofrecerme la mano.
Todo por sus amistades hermosas de dinero, los negocios y su buena vista ante las personas. Claro, no iban a aceptar que su hija de 17 esté embarazada, iban a cuidar su imagen hasta la muerte, sin importar mi bien estar.
La que más me sorprendió fue mi propia madre, me rechazó en solo segundos, no me ayudo, se giro ante la situación y solo me ignoro. En cambio sam, me ayudo siempre a sus espaldas, compro la primera ropa del bebé, ecografía y nuestra primera casa.
No fue por mucho tiempo esa casa, pero igualmente fue una ayuda enorme.
Cuando veo que me estoy distrayendo doblo sin importarme nada, vi que el semáforo estaba verde y listo, ¿no se supone que cuando es verde de un lado se dobla? Bueno, yo lo hice.
Empiezo a ver el gran edificio de mi trabajo. Me meto en el estacionamiento y pongo el freno de mano, pongo mis lentes, chaqueta y salgo cerrando las puertas con el botón que tiene la llave. Voy hasta la puerta y veo que estamos colapsando.
Me adentro rápidamente y me quito todo lo que acabo de ponerme, lo cambio por el traje que me corresponde para cirugías.
- Legend-me llaman
- ¿que tenemos hoy?-pregunto abrochándome lo último y colocándome los lentes de plástico.
- un accidente, una mujer en terapia intensiva y el hombre por desgracia necesita la cirugía general-cuenta
