16.

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- Nayeon... Sal de ahí, haz estado ignorandome por casi 3 horas.- Jeongyeon tiraba pequeñas piedras a la ventana de la joven que solo suspiraba enojada.- Sabes que puedo verte, estas sentada viéndome.

- ¡Ya Jeongyeon! ¿Si acepto salir contigo me dejas en paz?.- Alguien colmó la paciencia de Im al parecer.

- Por favor, estoy esperándote.- La joven Yoo sonrió y solo recibió la ventana de Nayeon.

- Tch... ¿Qué mierda le pasa a las personas como Jeongyeon que no deja de joder a las 9 de la noche? Claro, como no tienen modales...- Refunfuñaba la joven Im colocándose un Jean y un polo sencillo para salir.

Cuando salió al pasillo vio a su sirviente limpiando los platos en silencio junto con el mayordomo de su padre que miraba la ventana con curiosidad.

- Saldré un rato, James.- La joven se puso sus zapatillas color blanco ante la atenta mirada de su mayordomo.

- Claro, se lo diré a su padre ¿Con quién saldrá?.

- Saldré con Mina, quiere que la recoja.- James sabía que había gato encerrado pero solo levantó los hombros mentalmente.

- Esta bien, que tenga una bonita cita.- El mayordomo solo se retiró de la ventana.

Afuera de la residencia, una joven de pelos azules tiritaba por el viento nocturno.

- Buenas noches Yoo, más te vale que me lleves a un buen lugar, haz hecho que pierda valiosos momentos de sueño.- Nayeon se subió a la parte trasera de la moto de la joven y suspiró.

- Solo... Quería que bajes un rato, no quería ir a pasear. Yo ya comí.

- Pues ese no es mi problema, o vamos a comer o le digo a mi padre que estás aquí.- Jeongyeon suspiró y asintió.

- Bien, te llevaré a un restaurante conocido, solo déjame hablar un poco.- La joven Yoo se acomodó en la parte de conductor, luego tomó un casco y lo sostuvo en su mano.- Mira, no puedes ir sin un casco, así que póntelo por favor.

- Bien... Pero si mi cabello se llena de cosas extrañas me tendrás que pagar un día en el spa.- Nayeon se colocó el casco a regañadientes y la moto arrancó.

La noche en Seúl era bastante luminosa, llena de bares, centros de entretenimiento y restaurantes con luces extravagantes que hacían las calles bellas. Nayeon miraba los locales con asombro, el estar sin un vidrio le hacia muy bien a la vista.

- La vista es muy genial.

- Lo sé, a estas horas es donde la diversión comienza.- Jeongyeon aceleró aún más y llegaron a su destino, un moderado restaurante de comida gourmet.- Llegamos, no te preocupes por el casco, déjalo en tu asiento.

- Nunca conocí este sitio, se ve algo rico pero no tanto.

- Eso es porque le pertenece a los padres de Chaeyoung.- Nayeon se quitó el casco y esperó una risa de la joven Yoo pero nada llegó.

- ¡¿En serio los padres de una chica así tienen tremendo restaurante?!.- Nayeon se quitó el casco también, mostrando una cara entre sorprendida y asustada.

- Si, pero es una historia demasiado larga.- Jeongyeon tomó el casco de la joven Im y sonrió.- Ve yendo a la recepción, yo acomodaré mi moto.

La joven de dientes de conejo salió casi corriendo para ver el local en su explendor, Jeongyeon rió y empezó a empujar su vehículo.

- Vaya... Si que se ve sustentoso...- Nayeon miraba todos los detalles del lugar y suspiró al ver a una señora como la joven que tanto detestaba.- Disculpe...

- ¡Oh! ¡Si es Nayeon Im, la hija de nuestro distinguido presidente!.- La mujer le agitó la mano con fuerza.- Soy Lalisa Manoban, dueña de este restaurante y madre de dos pequeños que amo, Jeongyeon te debe haber contado algo de mi.

- Buenas noches, Lalisa. No quisiera faltar el respeto pero necesito una mesa para esta chica y para mi.- Jeongyeon se posicionó al lado de la joven Im quien se estremeció por lo que escuchó.

- Claro, ven te guiaré a tu mesa.- La señora parecía bastante educada a los ojos de Nayeon y por la sonrisa calmada que tenía Jeong sabía que no tenía nada que temer.

- Pensé que Chaeyoung no tenía padres.- Murmuró Nayeon cuando Manoban se retiró.

- Si que los tiene, solo que su madre es una hija de puta que la dejó en orfandad por simples defectos pequeños.- Yoo tomó una servilleta y la comenzó a doblar.- ¿Sabes? Quiero traer a Chaeyoung aquí, para que vea que su madre está sola al fin.

- ¿Su otra madre es tan mala?

- Es tan mala que murió hace unos meses...- Jeongyeon hizo un avión de servilleta y lo tiró a modo de broma a la frente de Nayeon.- De un cáncer de estómago. Lalisa está sola ahora, tal vez es buen tiempo de redención.

- Por ahora no hay que molestarle, esta muy ocupada con Mina en la elaboración de su videojuego.- Nayeon vio como la señora Manoban limpiaba su recepción con una sonrisa.- No se ve mala.

- Ella no es mala, es un pan de dios...- Jeongyeon tomó los cubiertos y los miró fijamente.- Es eso lo que hizo que su esposa se aprovechará de ella hasta que murió, Lisa ama a Chaeyoung como no tienes idea.

- De todas maneras, eso no es lo que nos trajo aquí.- Nayeon miró fijamente a Jeongyeon.- ¿Qué tanto querías decirme?.

- Mi mafia quiere matar a tu padre.

Nayeon soltó un poco su mirada fija pero frunció el ceño rápidamente.- ¡¿Qué demonios quieres que diga?!

- Nada, solo quería decírtelo. Así capaz haces que tu padre deje de molestarnos.- Yoo recibió las bebidas que pidieron y comenzó a beber una.

- Eso es imposible... Mi padre siempre batallara por los débiles...

- Pues su historial de abusos no me dice lo mismo.- Jeongyeon puso su mano en sus bolsillos de la casaca y sacó varios papeles.- "Intentó de abuso sexual" "difamación" "explotación" esa es la parte más bonita de lo que hizo, si nos metemos a ver cuánto robó, creo que te asustarias.

- N-No es posible... Él nunca me dijo nada como eso...- Jeongyeon tomó las manos de Nayeon y sonrió.

- Mi mafia y yo tendremos una tregua solo si tienes una relación conmigo.- Ante la mirada confusa de Im, añadió.- Es la única manera que no hagamos su obeso cuerpo un costillar.

- Demonios... Sabía que tenía que quedarme en casa.- Nayeon miraba desesperada de un lado a otro.- Mierda. Bien, te tomaré la palabra. Solo no le hagas nada.

- Es un trato, Im Nayeon.- Jeongyeon sonrió, una parte de ella estaba satisfecha por haber logrado el primer paso para torturar al cerdo de Im.

Otra parte ella, solo se repetía que iba a salir mal.

Pero que más da. Dinero es dinero en la vida.




Esta semana ando on fire 🥵

The Programmer And Her Painter: A MiChaeng A.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora