25.

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La vista de Chaeyoung se enfocaron en los ojos marrones de su madre, quien la miraba con preocupación. Movió su mano un poco y encontró su celular destellante, con un nombre en la pantalla.

"Mina"

— Chaeyoung, se que puedes estar confundida ahora pero te recomiendo tomarte tu tiempo y ya sabes...- Lisa iba a seguir hablando cuando Rosé tomó el celular de Chaeyoung y lo contestó, poniendo el altavoz.

Lisa miró a su pareja con desagrado pero su ceño enojado hizo a la mayor suspirar y mirar a su hija, tomó su mano entre la suya y Rosé acarició la espalda de Chaeyoung.

— Hola amor, Chaeyoung. Ya llegué a Japón.- Chaeyoung apretó los labios y aguantando las lágrimas, soltó un suspiro desgarrador.

— M-Me alegra... Pero siento que me ocultas algo... ¿M-Me lo podrías decir?.- La coreana titubeaba pero la mano de su madre en la suya y la mano de Rosé en su espalda le dieron fuerzas para seguir.

— No te oculto nada... Chaeyoungie. Todo lo que me pasé, lo sabrás apenas ocurran porque eres la mujer de mi vida Chaeyoungie.- La coreana apretó su celular y mordió sus labios.

— L-Lo sé... Te amo...- Chaeyoung bajó la cabeza.— Te amo mucho Mina, es por eso que tengo que hacer esto...

— ¿Ocurrió algo Chaeyoungie?.- La voz preocupada de Mina la hicieron recapacitar y con un movimiento leve de cabeza, volvió a levantar su cabeza con fuerza.

— Q-Que te vaya muy bien... Espero que que te la pases... Bien.- Chaeyoung notaba la humedad en su rostro y apretaba su pecho con la mano de su madre y suya.— Adiós Mina.

— Hey... Sólo es un hasta luego.- Mina simulo besos y colgó primero. La coreana no pudo más y se fue a llorar al pecho de su madre, que solo la acurrucó.

— Me mintió ma... Me mintió...- Chaeyoung lloraba como una niña en el pecho de Lisa que solo miraba a Rosé con preocupación.

— Tranquila pequeña, se que eres muy sensible pero tranquila. A mamá no le gusta verte así.- Ciertas lágrimas caían de los ojos de Lisa, hace mucho tiempo no sentía tanto afecto por parte de uno de sus hijos.— Mamá te va a proteger siempre aunque sea más allá de lo que conocemos aquello que te lastime.

Lisa no podía dejar que algo más le pase a su hija, a su pequeña.

[°]

Mina cerró su celular con una sonrisa. Aunque la voz de Chaeyoung saliera algo triste, el escuchar a la persona que tanto amaba, la hacía sonreír de más.

— Mina... Encontré el archivo y me parece oportuno dejarlo para mañana, fue un trabajo traerte desde Corea hasta Estados Unidos.- Wonho tomó la cintura de Mina y la acarició, pero la mano de la japonesa lo alejó y entró al cuarto de huéspedes.— Deja de hacerte la difícil Mina, sabes que aunque tengas pareja viniste por mi.

— Solo vine por mi videojuego, tuvimos algo antes pero ahora simplemente es pasado. Dijiste que querías ser mi amigo y eso somos, amigos.- Mina se acostó en su cama sin antes cerrar la puerta con seguro. Quería evitar el hecho de vivir con su ex pero ese remordimiento le carcomia a más no poder.

— Mina, sé que no funcionó y lo comprendo pero tal vez esta sea la oportunidad de que podamos crecer juntos. Tu novia es una artista, nunca te dará la vida que mereces.- La japonesa suspiró y miró su celular, el fondo con Chaeyoung y ella sonriendo felices.

— Tal vez sea cierto...- Mina paró los movimientos para abrir la puerta del coreano.— Pero la amo con todo mi corazón, quiero que vivamos juntas siempre y eso no va a cambiar, aunque mi padre me deje sin herencia.

— Tch, no hay nada que esa artista de cuarta que no tenga yo, no te comprendo pero solo esperaré.- El chico se alejó, dejando a una Mina más asqueada de él.

— Tan solo 2 días más para soportar a este cerdo, de ahí podré seguir con mi hermosa novia.- Mina miró sus fotos recordando cada momento que la coreana le hacía sentir.

[°]

— Vaya sorpresa, Mina no viene contigo.- Chaeyoung estaba con un impecable traje formal y unas ojeras inmensas.— Han pasado meses desde que te vi tan formal y no con un pantalón manchado.

— Yo... Yo quiero que le de algo a Mina cuando llegue.- Chaeyoung le entregó un folder, Eunwoo comenzó a hojear con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¡Gran trabajo! Con esto, solo faltan los códigos de Mina para poder completar todo.- El mayor guardó los documentos y miró nuevamente a Chaeyoung.— Es raro que vengas tu sola así que supongo que estás peleada con mi alumna.

— ¿Alumna?.- Chaeyoung se sentó y miró al mayor con curiosidad.

— Claro, yo le enseñé en la universidad y le pedí que se quedara conmigo para terminar su proyecto. Ella acepto y, aunque solo la esperaba a ella, te pude conocer a ti, pequeña. Tienes talento para esto del dibujo, no lo dudes.

— Lo sé por eso también vine a pedirle un favor.- Eunwoo la miró y Chaeyoung golpeó sus piernas suavemente.— Quiero ir a Londres como usted me sugirió antes.

— Vaya, me tomas de sorpresa. Aunque te dije eso meses atrás...

— Sé que es muy tardado pero... En serio quiero irme de aquí a trabajar con artistas.- El mayor solo asintió y movió sus papeles, encontrando su celular.

— Bueno, dame hasta la noche. Te diré si te puedo acomodar en el salón de arte que te solicitaba.- El viejo se levantó y acarició la espalda de Chaeyoung como un padre a su hija.— Siento que son cosas que no me importan pero no es bueno escapar.

Chaeyoung asintió pero solo abandonó la oficina.

— Ella huyó de mi, yo no pienso esperarla para escuchar sus mentiras.- Eunwoo suspiró y volvió a su escritorio.

[°]

— ¡Esa japonesa me va a escuchar!.- Jeongyeon frunció el ceño apenas Chaeyoung abrió la boca. Nayeon acarició el brazo de Jeongyeon, pues estaba sentada en su regazo.

— Recuerda que es mi amiga, Jeong.- Yoo solo miró a su chica y dejó la posición ofensiva.

— Está bien Nay, pero no es justo que le haya hecho a mi hermana.- La coreana de cabello azul acarició la espalda de su pareja y suspiró.— No me gusta escuchar a Chaeyoung tan metida en esa oscuridad.

— Mina debe tener una razón, aunque no la justificó debemos escucharla.- Nayeon se levantó y miró a los ojos de Jeongyeon.— Tal vez deberíamos de hablar con ella después y averiguar todo.

— Bien...- El celular de Jeongyeon comenzó a sonar y ella respondió.— Aló.

— Tenemos al bastardo del alcalde, ven aquí con su hija.- Bambam sonaba emocionado mientras Jeongyeon no sabía dónde meterse.

De todas maneras, ese día iba a morir.

The Programmer And Her Painter: A MiChaeng A.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora