20.

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- Muy bien, acabamos de llegar del aeropuerto y al parecer no nos traes noticias buenas Jeongyeon.- Un hombre robusto y alto cargaba dos maletas. A su lado, dos hombre corpulento cargaban 2 maletas cada uno.- ¿Qué tienes que decir?

- Señor, Im Nayeon está en plena negociación con nosotros... No veo problemas por ahora.- Jeongyeon se levantó y miró a la cara al jefe de la mafia.- Además estamos logrando la caída de esa familia tan problemática, si la menor de los Im se pone en contra, todo se derrumba. Simple.

- Creeré en tu palabra, nunca me haz decepcionado Jeongyeon. Confío en ti.- La joven Yoo asintió y se retiró de la sala con una sonrisa tranquila.- Creo que en serio lo tiene controlado...

- Es la mejor soldado que tenemos, debería de confiar en ella un poco más.- Uno de los hombres musculosos se adentró para dejar las maletas en la mesilla de centro.- Jeongyeon no ha fallado ninguna misión.

- Abre las maletas, el dinero hay que clasificarlo para poder mover la caja fuerte.- El señor solo miró con desgano las maletas.- Sinceramente, dejaré que esa problemática de Yoo haga lo que quiera, con tal que me traiga a ese bastado para dedicarle... Unas cuantas palabras.

[°]

- Hola Nay, ya salí de la reunión con el jefe ¿Quieres salir a comer algo? Yo invito.- Era el tercer mensaje que Jeongyeon dejaba en la bandeja de espera de Im. Un suspiro salió de sus labios y siguió rondando la plaza donde estaba.

El celular comenzó a sonar y Jeongyeon miró primero quien era, al comprobar que era Nayeon, contestó de inmediato.

- Deberías de dejarme en paz de una vez... Ya van como 10 salidas en 2 semanas.- Nayeon parecía molesta pero la verdad era que en esas dos semanas se había divertido bastante con Jeongyeon, hasta había conocido facetas que nunca pensó que tenía.

- Ah disculpa, te llamaré mañana entonces.

- No no, esta bien. Ahora mismo solo estoy mirando televisión y me aburro. Pasa por mi en 30 minutos por favor.- Nayeon se levantó de la cama y suspiró al sentir como la señal se cortaba.- Muy bien, vamos a ver qué me pongo.

Jeongyeon guardó su celular y comenzó a caminar nuevamente a su casa que, pese a ser bastante cara, no estaba tan lejos de la zona residencial.

Al ser la protegida del mafioso más poderoso de Corea, Jeongyeon se podía dar ciertos lujos como: Una casa en las mejores zonas de Seúl, comer todos los días y ayudar un poco en la vida de Chaeyoung.

Y hablando de Chaeyoung...

[°]

- Mina... Te dije que no usarás esas faldas tan cortas. Literalmente puedo ver tus bragas rosadas desde aquí.- Una Chaeyoung seria pero sonrojada miraba a una Mina con sonrisa pícara.

- Uhm... Tal vez deberías de quitármela.- Mina se arrodilló y puso la cabeza entre las piernas de la coreana.- Oh mira... Mi pequeño bebé ya está excitado y tú no quieres ayudarlo.

- Puedo... Puedo hacerlo sola, lo sabes...

- Lo sé, pero también se que te encanta mi boca.- Chaeyoung se levantó bruscamente y se metió al baño con rapidez.- ¿Qué bicho le habrá picado? Ella nunca rechaza un buen oral.

El celular de Chaeyoung vibró y Mina, curiosa, abrió los mensajes de WhatsApp. Vio que el mensaje que había llegado era de la madre de Chaeyoung, Lisa.

"Te veo en 10 minutos, Chaeng. ^^"

- Así que por eso esta evitando tener sexo... Es razonable, creo que ni yo quisiera encontrarme con mis padres mientras monto a Chaeyoung.

The Programmer And Her Painter: A MiChaeng A.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora