Oliver ©

Capítulo 9

Primer día de trabajo 2/3

Cameron

Desperté al escuchar el molesto sonido de mi despertador.

Me levante de la cama, me duche y me vestí con mi traje y saco como todos los días. Baje a la cocina y ahí la mujer que trabajaba para mi, me preparo el desayuno y me puse a leer el periódico mientras me comía el desayuno con mi café negro. Una vez que acabé mi desayuno, me fui a lavar los dientes y me dirigí a mi coche para ir al trabajo.

Cuando llegue eran las siete de la mañana, apenas habían unas cuantas personas, ya que todavía era muy temprano para la hora de entrada de todos los empleados.

Me mantuve ocupado trabajando en el contrato del Caribe, esta alianza iba a ayudar mucho a la constructora.

Mientras leía algunos correos, no pude evitar pensar en mi nueva secretaria. Desde su repentina aparición ayer, no podía sacármela de la cabeza, ni tampoco al pequeño Oliver. Quizás sólo era su atractivo lo que me había llamado tanto la atención.

De todas formas no podía desconcentrarme por unas bonitas piernas, así que decidí ir por un café y volver al trabajo.

Cuando salí de mi oficina para ir por el café, me di cuenta que Abby todavía no llegaba y ya eran las nueve con cinco minutos, llegaba cinco minutos tarde y eso todos mis empleados sabían que me molestaba y mucho. No aceptaba la impuntualidad por ningún motivo.

Respire profundo y exhale. Me tenía que tranquilizar.

<<Debe de tener una buena excusa para llegar tarde>> – Pensé. Era mejor que la tuviera.

Llegue a la cafetería y no pude evitar darme cuenta cómo me veían mis demás empleadas, algunas mordiéndose el labio seductoramente, otras se arreglaron el pelo con sus dedos, otras se levantaban la falda para que les quedara más corta y se les vieran las piernas largas y otras solamente me veían de reojo, pero con lujuria en sus ojos. Ya me había acostumbrado a sus miradas y aunque debo admitir que al principio me molestaban, al ver que eran buenas trabajadoras decidí dejarlo pasar.

Les di los buenos días y me regrese a mi oficina con el café en mis manos.

Cerré los ojos con cansancio y cuando los abrí pude ver como Abby salía corriendo del elevador con una mirada llena de preocupación.

Con decisión me acerque a ella para regañarla por haber llegado tarde, no podía permitir que llegara tarde en su primer día, si me mostraba su poco profesionalismo tendría que despedirla.

Me acerqué a ella dispuesto a hablarle seriamente, cuando sentí cómo tropezó conmigo y todo el café cayó sobre mi.

Sentía como el líquido caliente iba bajando por toda mi camisa, haciendo que se pegara al cuerpo.

No había entendido lo que estaba pasando, hasta que sentí como empezó a pasar su mano por mi camisa con una servilleta.

-Señorita Blair, yo puedo limpiarme solo –

Levantó rápidamente su mirada y su cara perdió todo el color.

Empezó a hablar y a mover sus manos tan rápido explicándome porque había llegado tarde y pidiéndome disculpas dejándome perplejo. Me dio un poco de gracia, pero cuando se cruzó de brazos e hizo un puchero imitando a Oliver mi corazón dio un vuelco.

La hice callar y el silencio se hizo presente en toda la sala.

-Perdón, es que hablo mucho cuando me pongo nerviosa –

-Ya me di cuenta – comente viéndola cautelosamente.

En ese momento me di cuenta de su atuendo, estaba vestida como toda mujer empresaria, pero con un lindo suéter coral, haciendo que resaltará entre todos los atuendos grises, blancos y negros. Y eso me gustó mucho, se veía que ella era única y alegre y lo más importante, no le importaba lo que las personas pensaran de ella y eso me alegro haciendo que curvara más mi labio, haciendo que sonriera de lado.

Le indique que pasara a recursos humanos y sin más me voltee y empezar a caminar hacia mi oficina.

Ya dentro de mi oficina fui a mi baño personal, me saque la camisa y la empecé a lavar para que se le quitara la mancha de café, pero era casi imposible. Como no tenía otra camisa me quede desnudó de la cintura para arriba y colgué mi camisa para que se secara y volví a ponerme a trabajar.

Vaya mujer a la que había contratado.