Oliver ©

Capítulo 45

¿Dónde estás?
Cameron

Me sentía roto, vacío, furioso conmigo y con todo el mundo. Mi vida ya no tenía sentido, los había perdido.

Cuando desperté al lado de Mónica desnudos, me sentí la peor mierda de todas. No sabía lo que había pasado, solo me acordaba de haber ido a una junta en la cual solo se encontraban Mónica y John, espere a los socios mientras tomaba una copa de champagne y después de ese momento, todo era borroso.

Me levante bruscamente de la cama y busque mi ropa para luego ponérmela.

_ Buenos días amor -dijo la voz de Mónica detrás mío

_Monica, por favor dime qué pasó - dije desesperado

_Solo recordamos los viejos tiempos cariño - dijo mientras se levantaba de la cama completamente desnuda.

Dirigí mi vista a otro lado y le hable frío y enojado.

_Por favor tápate

_ Pero si ya me has visto así muchas veces – Ronroneo.

_Monica no lo volveré a repetir - dije lo más frío posible, lo cual pareció hacerle efecto ya que no dijo nada y escuche como agarró algo del piso.

Cuando estuve seguro de que ya no estaría desnuda me volteé y fruncí el ceño al verla.

_Quítate mi camisa

_No encuentro mi ropa - dijo haciéndose la inocente

_ Dime qué pasó ayer - demande

_Estábamos celebrando, se te pasaron las copas y pues acabamos así.-

_ Solamente tome una copa Mónica, no me quieras ver la cara de imbecil - dije acercándome a ella mientras la veía como comenzaba a intimidarse

_Eso fue lo que pasó, no es mi culpa que busques en otra mujer lo que esa secretaría de cuarta no te da - dijo fingiendo una seguridad en su voz.

_Necesito tomar aire - susurre mientras me desordenaba el pelo y salía de la habitación.

Abrí la puerta y salí pero la voz de Mónica me interrumpió.

_ ¿A dónde vas amor ? - dijo saliendo de la habitación únicamente vestida con mi camisa

_ Yo no soy tu amor Mónica. Ya no te amo, que te quede claro. Yo solamente amo a Abby, ahórrate las penas - dije enojado

Ella frunció el ceño enojada

_ Lo vas a pagar Cameron, vas a pagar haberme rechazado - dijo enojada

Le iba a contestar, pero la campaña del elevador me interrumpió, llamando nuestra atención.

Fue entonces que mi mundo se cayó, mi corazón se partió en mil pedazos y todo el aire se me escapo de los pulmones.

Abby, mi Abby estaba enfrente de nosotros, viéndonos con los ojos cristalizados.

_Abby. – Intenté hablar, pero no me dio tiempo de terminar la oración cuando ella ya estaba en el elevador dispuesta a irse.

Corrí hasta ella, pero no alcance a abrir las puertas del elevador. Golpe la puerta furioso.

Me dirigí hacia Mónica de nuevo y sin ningún cuidado la metí a la habitación mientras le arrebataba mi camisa y cerraba la puerta en su cara. Me puse la camisa y corrí hacia las escaleras de mantenimiento. Necesitaba explicarle a Abby, necesitaba hablar con ella.

El piso en el que me encontraba estaba a muchos pisos abajo del de mi habitación, por suerte los años en la universidad como capitán del equipo de americano me ayudaron a tener buena condición física. Subí corriendo las escaleras, un piso, dos pisos, cinco pisos, seis pisos y había llegado.