Capítulo 17

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¡Ayuda!

Abby

Estaba con Oliver dormido, acostada en mi cama, mientras terminaba de ver la película " Hasta que te encuentre" cuándo empecé a tener hambre y decidí ir a la cocina por algo para cenar, ya que Oliver me convenció de tener un sábado de películas, se nos había pasado el día y los dulces y palomitas que habíamos comido durante el día no me habían llenado lo suficiente y mi estomago lo empezaba a notar.

Con mucho cuidado me levante de la cama y camine de puntillas hasta la puerta para no despertar a Oliver, quien estaba profundamente dormido, mientras de su boquita salía un río de baba llenando toda la almohada de su baba. Cuando lo vi, me hizo recordar tanto a Maya, ya que ella también babeaba cuando dormía. No quería olvidar su carita,, así que saque la cámara y le tome la foto.

Cuando la vi, casi me derrito de lo tierno que se veía.

Le mande la imagen a Taylor, quien me contestó con muchos emoticones de corazones y con un mensaje que decía... "Mi gordo es el bebé más hermoso que he visto"

Yo reí y le conteste con un " si, es el bebé más hermoso y tierno que puede existir, me recuerda mucho a Maya" y un emoticón de una carita sonriendo.

Ella me contestó con un emoticón de corazón y un " a mí igual me recuerda a Maya"

Guarde mi teléfono y abrí la puerta del refrigerado para buscar algo de almorzar, pero solté un suspiro de resignación cuando por más que busqué, no encontré nada para cenar.

<<Tendré que ir al supermercado>> - pensé

Vi la hora en el reloj de la cocina, el cual indicaba que eran las once de la noche.

Genial, la tienda cierra en dos horas. Tendría que apurarme.

De un brinco salí de la cocina, me dirigí a mi habitación y con mucho cuidado me puse una chamarra, unos pants, y unos tenis para luego salir de la casa, claro, luego de asegurarla por completo. Nunca había dejado a Oliver solo en la casa sin ningún adulto presente, sin embargo confiaba en que no le iba a pasar nada, estaba profundamente dormido y no iba a tárdenme mucho, el supermercado estaba cerca.

Salí de mi departamento y comencé a caminar hacia el supermercado que tan solo quedaba a tres cuadras del departamento.

Estaba caminando rápidamente, intentando apresurar mis pasos para poder llegar lo antes posible con Oliver, cuando comencé a escuchar pasos detrás de mi. Me detuve unos segundo y voltee hacia atrás, encontrándome con la calle vacía. No le di importancia y seguí mi camino, cada vez estaba a menos cuadra de llegar al supermercado.

Seguí caminando en completo silencio hasta que volví a escuchar los pasos detrás de mi. Volví a voltear y me asuste a ver a dos sujetos acercándose a mi rápidamente.

Asustada comencé a caminar más rápido, sin embargo al ver que ellos también aceleraban su andar, me asuste y comencé a correr intentando alejarme de ellos.

Escuche como los dos sujetos comenzaban a correr intentando alcanzarme, mis piernas comenzaron a fallar por el miedo y sin darme cuanta, quede atrapada entre un callejón ellos.

_ ¿Qué quieren? - puente con temor

_ Uy, la muñeca tiene miedo – Se burlo uno de ellos.

_ No me hagan daño – pedí al verlos cada vez mas seria de mi.

_ No gatita, no te vamos a hacer daño, solo nos vamos a divertir un poco contigo- Hablo el segundo sujeto.

Se fueron acercando más a mi y cuando los vi con mas claridad, gracias a un foco que alumbraba un pedazo del callejón, mis ojos se abrieron com miedo.

Eran muy jóvenes, tal vez de mi edad, sin embargo sus barbas largas, la suciedad en sus mejillas y la falta de dientes de uno, me hicieron temer todavía mas.

_Vaya, si que estas bonita muñeca.- Hablo uno haciéndome sobresaltar.

_Yo, les puedo dar dinero. Por favor no me hagan daño.- Intente de nuevo.

_Tranquila preciosa, no tengas ninguna prisa, claro que vamos a querer tu dinero, pero a mi me gusta comerme primero el postre. – Ambos sonrieron haciéndome estremecer.

Sin saber cómo, los pude esquivar y salí corriendo de nuevo a la calle, donde había más luz. Intente correr pero unas manos me tomaron de los brazos, volviéndome a empujar al callejón.

_Por poco preciosa, pero no lograras escaparte de nosotros tan fácilmente.- Dijo uno poniendo su boca al lado de mi oído.

_ ¡Ayuda, por favor ! - grite con la voz entrecortada

_ No grites perra, te vamos a agarrar y va a ser peor para ti – Me gritaron tirándome al suelo.

Uno tomo mis manos y las extendió por encima de mi cabeza dejándome completamente inmovilizada, en el momento en el que el otro se subió encima de mi deteniendo mis piernas.

_ Volví a gritar, pero un fuerte golpe en mi mejilla me hizo callar.

_ Te dije que no gritaras perra- Me jaló del pelo el que estaba encima de mi, haciendo que me quejara por el dolor.

_ Déjenme por favor - Llore

_ Pero primero vamos a disfrutar.- Me susurro abriendo mi chamarra. Metió sus manos por debajo de mi blusa y comenzó a acariciar mi estomago. Sus dedos pasaron por debajo de mi sostén haciéndome sentir asco. El otro sujeto solo reía mientras tomaba mis manos con mas fuerza.

_Dulce, muy dulce.- Susurro el que tenia sus manos dentro de mi blusa al lado de mi oído. Su boca se acerco a mi rostro, pasando su lengua por toda mi mejilla. Solloce al oler su aliento fétido y grite al sentir su labios sobre los míos.

Las lagrimas no paraban de salir de mis ojos, sentí como bajaba sus manos hasta mi pantalón y lo intentaba desabrochar con movimientos torpes.

Corrí mi cabeza y volví a gritar. Era mi única oportunidad, no quería ser violada.

_¡Ayúdenme!- grite con toda la fuerza que pude.

El sujeto bajo mis pantalones y comenzó a desabrochar los suyos.

Se levantó de mi, para podérselos quitar con mas facilidad. Tenia una sonrisa escalofriante en su rostro y sus ojos estaban completamente dilatados.

Sollocé y cerré los ojos, rezando para que no me mataran. Oliver se iba a quedar solo, no lo podía dejar solo yo también.

Una vez que tuvo sus pantalones abajo, junto con su ropa interior, se volvió a poner encima de mi. Sus sucias manos volvieron a mi cuerpo y cuando creí que nada podía salvarme, deje de sentir su peso encima de mi.

Oliver © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora