Capítulo 23

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Yo lo ordeno.
Abby

Me desperté por el maldito ruido de mi despertador, me removí en las sabanas con pereza, solté un bufido de resignación y con la mano busque el botón del despertador, para apagarlo sin despegar mi cabeza de la almohada. Tantee un poco con la mano, buscando el despertador hasta que lo encontré y con un golpe el sonido de la alarma dejó de sonar.

Me senté en la cama sin abrir los ojos, extendí mis brazos y me talle los ojos, fui de poco a poco abriendo los ojos mientras estos se acostumbraban a la luz del sol que entraba por mi ventana.

Cuando mis ojos se abrieron por completo, me levante, me duche, me arregle, y fui a hacerle el desayuno a Oliver.

Cuando el desayuno estuvo listo fui a su habitación y ahí lo encontré dormido mientras baba se le escurría por su boquita, reí y me acerqué a su cama para levantarlo.

Después de muchos intentos, al fin se despertó.

Dios este niño si dormía como una piedra.

_ Oliver, ya levántate. Tenemos que ira la guardería -

El sólo se talló los ojos con sus manitas y asintió con la cabeza. Se paró de la cama y lo arregle.

Desayunamos rápidamente y en menos de una hora, los dos estábamos listos para ir a trabajar y Oliver a la guardería.

Llegue a la oficina, salude a Paul y fui hacia el elevador, llegue al piso y ahí me encontré con Carla quien me veía con mirada de superioridad, voltee los ojos y sin saludarla me fui hacia mi lugar.

Hoy todavía no había llegado Cameron lo cual era raro ya que el siempre llegaba a las siete de la mañana.

No le di importancia y comencé con mi trabajo. Luego de una hora, el elevador se abrió dejando ver a Cameron extremadamente guapo, con su saco negro, su corbata azul y su pelo bien peinado.

Me quería lanzar a sus brazos, pero me detuve al recordar sus palabras de ayer.

"Solamente eres mi empleada" y era verdad, así lo trataría, como su empleada y nada más.

_ Buenos días Abby - me dijo al estar frente a mi escritorio.

_ Buenos días señor Williams, ya están los informes de la junta que tendrá a las tres de la tarde – Evite verlo a los ojos

_ ¿Señor Williams ? Ya hablamos de eso Abby, dime Cameron -

_ Pero no es lo apropiado, ya que yo solamente soy su empleada – Hable viéndolo por primera vez.

_ Abby, quería hablar de eso contigo. Ayer cuando te dije eso, no me refería a... - Intento explicarse, sin embargo lo interrumpí

_ Pues a mí me pareció que si te referías a eso, así que mejor desde ahora nos trataremos así, como empleada y jefe -

_ Abby....-

_ Por favor señor Williams, necesito hacer muchas cosas así que.... -

_ Bueno, como jefe te ordeno que me hables de tu – Hablo haciéndome estremecer

Lo mire con enojo y luego asentí.

_ Bueno, entonces Cameron... Recuerda que tienes una junta a las tres con los señores Parks - Dije mientras le estiraba la mano con unos papeles para que los tomará.

_ Bien - dijo y con eso se encerró en su oficina.

Solté el aire que hasta ese momento me di cuenta que retenía y comencé a trabajar de nuevo.

Luego de estar trabajando algunas horas me levante y me dirigí hacia la pequeña cocina para los empleados.

Llegue y me serví un café, me lo prepare y abrí un paquete de galletas. Las empecé a comer con mi café, me senté en la silla y comencé a saborear el sabor de las galletas.

Cerré los ojos intentando olvidarme de todo y solo concentrándome en el sabor de las galletas, cuando escuche el sonido de tacones acercándose a mi, abrí los ojos y me encontré con Carla, mirándome con asco.

Suspiré, en verdad hoy no tengo ánimos para aguantarla. Decidí irme de ahí, cuando su mano me agarró del brazo impidiendo que siguiera mi camino. Voltee a verla y me zafé de su agarre

_ Aléjate de mi Cameron zorra -

_ ¿Disculpa, a mí me llamas zorra? No querida, la única zorra que eres tú – Me defendí

_ Te lo advierto Abby. Además Cameron me prefiere a mi, si te tocara como me toca a mi – Suspiro haciéndome fruncir el ceño.

Sentí algo romperse en mi interior, pero lo oculte.

_ Bien por ti, así podrás saciarte las ganas de revolcarte con cualquier sujeto que se te cruce en tu camino – Mi voz comenzaba a temblar.

_ Oh pobre de ti, estás celosa porque sabes que el nunca querrá estar contigo. -

_ Mejor para mí, así tendré menor posibilidad de contagiarme de una enfermedad sexual, que seguro tu se lo contagiaste -

Ella intentó decir algo pero me fui de ahí sin dejarla decir nada más.

Quería llorar, Cameron se había acostado con Carla. De tan solo pensar que fuera cierto, me dolía la panza. Suspire intentando calmarme. No debía dolerme, no. Quería que me doliera.

Aclare mis ideas y seguí trabajando, Cameron no salió ni un minuto de su oficina lo que a mí me facilitó el trabajo.

Luego de estar trabajando mucho tiempo, dieron las tres de la tarde, pronto llegarían los socios prioritarios del hotel en el Caribe.

Prepare todo para ese momento y en eso suena el teléfono, era Paul avisándome que los socios ya habían llegado.

Me levante y me dirigí a la puerta de la oficina de Cameron, toque unas cuantas veces y luego de escuchar el "pase" abrí la puerta.

_ Señor Will...disculpe, Cameron. Los socios ya llegaron -

_ De acuerdo Abby, ya voy. Por favor dales la bienvenida y llévalos a la sala de juntas - dijo - yo iré en unos segundos..

_ Bien -

Me dirigí a la puerta y antes de salir, la voz de Cameron me interrumpió.

_ Abby, otra cosa, voy a necesitar que estés presente en la junta -

_ ¿Qué, por qué ? - pregunte

_Porque yo lo digo - dijo viéndome a los ojos

_ De acuerdo. ¿Algo más? - pregunte resignada

_ No, ahora vaya con los socios, ahorita voy yo -

Yo asentí y salí de su oficina, dirigiéndome al elevador para recibirlos.

Espere unos segundos y cuando la puerta se abrió mostrándome quienes eran los socios, abrí los ojos como plato, esto no puede estar pasando.

Oh no.....

Oliver © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora