Capítulo 47

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Ya no quiero sufrir.
Abby

Otro día, otro día sin poder salir de este agujero. Otro día sin dejar de llorar mientras me trató de convencer de que todo estar bien.

Ya no quiero seguir aquí, cada día John y Mónica me golpean más, hasta llegaron a golpear a Oliver por intentar defenderme y eso es algo que nunca podré perdonar.

Extrañaba a Taylor, sus chistes, sus abrazos que me reconfortaban, su apoyo.

Extrañaba a James, sus chistes malos, sus sonrisas que te alegraban el día, pero sobre todo extrañaba a Cameron, sus besos, sus caricias, sus te amo... Lo extrañaba como nunca.

Solo quería que esta pesadilla acabará, qué todos volviera a la normalidad, que estuviera en mi cama junto con ellos, viendo una película.

Lágrimas silenciosas salían de mis mejillas sin parara, era de noche y Oliver estaba acurrucado a mi lado totalmente dormido.

Pobrecito, él no debería de estar sufriendo esto, el debería de estar jugando con sus amigos y corriendo en el parque. No debería de estar aquí, encerrado en una cuarto oscuro con poca comida. El no se lo merecía, había sufrido demasiado en sus cortos años de vida, para que tenga que sufrir esto también.

Le acaricie su carita y bese su regordeta mejilla.

_Todo estará bien mi amor, pronto acabará esta pesadilla - Le susurré al oído

En eso, escuché como la puerta de la entrada se abría ruidosamente. Dirigí mirada hacia ella con la falsa esperanza de que fuera Cameron, pero no es así, el que entro fue John.

Volteo a ver de nuevo a Oliver, tratando de ocultar el miedo que tengo.

_Levántate- me ordena

_¿Para qué? - pregunte confusa

_¡Qué te levantes carajo ! - gritó haciendo que diera un brinco del susto

Oliver se empezó a remover entre mis brazos, indicando que se estaba despertando.

_Shh mi amor, vuelve a dormir. Todos está bien, aquí está mami - lo acurruque logrando que se volviera a dormir.

Acosté a Oliver en el duro y frío suelo, viendo cómo se hacía bolita tratando de encontrar el calor que mis brazos ya no le dan.

John perdió la paciencia y me levanto bruscamente, agarrándome del brazo, causándome dolor.

Salimos del cuarto y logré ver un largo pasillo, alumbrada por un foco que se apaga y prende, indicando que en cualquier momento se fundirá y quedaremos en completa oscuridad.

Al llegar al final del pasillo, John me metió a la fuerza a otra habitación y cuando observé lo que había ahí adentro, mi corazón empezó a latir de miedo.

Un sucio colchón era lo que se encontraba ahí. Me di la vuelta dispuesta a huir, pero John me tomó del pelo y me empujó a esta, antes de que pudiera dar tan siquiera un paso.

En un rápido movimiento se subió encima de mi, me agarro las muñecas por encima de mi cabeza y se sentó encima de mi panza inmovilizándome por completo.

_Ahora sí vas a ser mía, puta. - Sus pupilas sé dilataron por el deseo.

Mis lágrimas caían con más fuerza y más frecuencia. Intentaba moverme, pero no lo lograba, su cuerpo me lo impedía y cada vez que me movía, el rozaba su erección por mi cuerpo, causando que el gimiera de placer y a mí me diera cada vez más asco.

_No, por favor.- susurre apenas audible, por el nudo en mi garganta y los sollozos que no dejaban de salir.

_Ninguna suplica te va a funcionar puta. Ahora nadie me detendrá - dijo para luego besarme en los labios. Pero al ver que yo no le respondía, se separó de mi furioso y me golpeó en la mejilla.

_ Si no te resistes, no te dolerá tanto.- dijo mientras se acomodaba mejor y ahora, había bajado mis brazos, para que sus piernas las cuales estaban flexionadas a mis costados, los detuvieran, mientras que sus asquerosas manos me levantaban la blusa dejando ver mi sostén.

Comenzó a tocarme causándome nauseas y la poca comida que había ingerido, se me regresó a la garganta exigiendo que la expulsara en ese momento. Pero simplemente no podía, solo podía llorar y lamentar el día en el que lo conocí.

Una vez que John dejo de tocar mis pechos por debajo de mi sostén, sus manos viajaron hasta el botón de mis pantalones y me los quitó de un tirón. Se volvió a dirigir a mi blusa, y también me la quito, junto con mi sostén. Estaba prácticamente desnuda, debajo de el, haciendo que me sintiera sucia.

Mientras sentía los labios de John en mis pezones y sus mano sen mis muslos, traté de recordar la noche en la que me entregue a Cameron, como me hizo sentir cuando me acariciaba mientras me desvirgaba, con tanto amor y tanta pasión que me hacía sentir en la luna. Intenté recompensar este horrible momento con los recuerdos de cuando hice el amor con Cameron. Recordando como me hizo suya, porque eso era lo que era, era de Cameron y no importaba cuantas veces John me violara, solo sería de un solo hombre. Mi cuerpo y alma pertenecían a Cameron y nadie lograría cambiarlo.

Sentí un terrible dolor cuando John se adentró a mí con brutalidad y sin ningún cuidado. A pesar de que ya había estado con Cameron, el no me había tratado como si fuera una cosa. El me había tratado con cuidado y cariño, todo lo contrario a como me estaba tratando John en este momento.

Sus movimientos eran bruscos, se movía de adelante hacia atrás, embistiéndome con mas fuerza cada vez. Logré sentir un pequeño desgarre en mi vientre. Lloré en silenció, ya nada me quedaba, ya nada me importaba.

Sus gemidos en mi oído me causaban nauseas, pero no reaccionaba. Mi vista estaba perdida, viendo hacía un punto de la habitación.

Cuando al parecer John terminó, sentí un liquido entre mis piernas y salió de mi interior. Se quito de encima de mi y se acosto a mi lado con una sonrisa asquerosa.

_Debí de haber hecho esto antes nena. Dios, eres increíble. – Dijo viéndome mientras se tocaba el miembro con su mano. Cerré los ojos y me acurruque haciéndome bolita lo mas lejos que pude de el.

_No llores perra, sé que te gusto como a mi. Ya vi lo que Cameron vio en ti. – Sentí como se paro de mi lado - Estas buenísima -se rió burlonamente – Vístete, en cinco minutos regreso - Dijo y luego salió de la habitación dejándome completamente sola.

Rápidamente me levante de la cama y me vestí. En ese momento la puerta se abrió y de ahí volvió a entrar John, pero ahora estaba acompañado por Mónica y otra persona. Asumí que era una mujer, por su pequeño tamaño. Pero la poca luz y las lágrimas en mis ojos no me dejaban ver.

_Camina estúpida. No tenemos todo el tiempo - dijo Mónica con desprecio y me jaló del brazo sacándome de la habitación.

_¿Qué le hicieron ? - preguntó la voz de ¿Carla?

Si, como olvidarla. No me sorprendía que ella estuviera en todo esto.

_Solo disfrute de ella un rato - dijo John sin importancia, mientras se encogía de hombros

_¿¡La violaste ?! - preguntó horrorizada

_Si y cállate, no aguanto el dolor de cabeza - dijo John molesto

Carla no volvió a hablar.

Llegamos a la puerta en donde había estado encerrada desde un principio y me metieron ahí con un empujón, para después cerrar la puerta detrás de mí.

Ubique a Oliver hecho bolita en un rincón de la pequeña habitación, al parecer seguía dormido.

Me acerqué a él y lo acurruqué entre mis brazos y dandole calor. Mi pequeño temblaba de frío y su boquita cada vez se volvía mas azul.

Lo empecé a arrullar y sin darme cuenta, me quedé dormida con el único deseo de poder escapar de aquí lo antes posible.

Oliver © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora