Capítulo 3

162K 9.9K 629
                                    

Explicaciones a Oli..
Abby

Me desperté gracias a los sollozos de Oliver. Había pasado solo un mes desde que mi familia se había ido, dejándome sola con Olí.

Al día siguiente del fallecimiento de mi hermana, un abogado vino a buscarme para confirmarme todo lo que ella me dijo antes de morir. Que yo sería la tutora legal de Oliver; que todo el dinero de Brad y Maya, excepto una parte que yo podía utilizarla para su escuela y cosas básicas, iba a ser de Oliver, pero que solo podía usarlo hasta que que cumpliera dieciocho años. Yo estuve de acuerdo con eso. Mi hermana, junto con mi cuñado, tenían una buena posición social y mucho dinero por sus trabajos, pero yo decidí meter todo el dinero que me había dado Maya en una cuenta de banco y solo utilizarlo para comprar un departamento pequeño, ya que solo viviríamos Oliver y yo ahí.

También decidí empezar a buscar trabajo, aunque Maya me hubiera dado una gran suma de dinero, este en algún momento se iba a acabar, así que tendría que empezar a buscar un trabajo para poder ahorrar y mantenernos a Oliver y a mí.

Me levanté de la cama de mal humor, me puse una bata y me hice una coleta alta, abrí la puerta de mi recámara y salí para ver a Oliver.

Cuando llegué a su cuarto lo vi llorando en su camita, lo tome entre mis brazos y lo empecé a arrullar mientras de fondo se escuchaba Michael Bublé. Sus canciones siempre lograban tranquilizarlo. Desde que sus papás murieron, solía despertarse llorando.

Luego de unos largos quince minutos, por fin dejó de llorar. Lo metí a la bañera y lo enjuague mientras él jugaba con sus barcos de juguete en el agua.  Cuando acabé, lo arropé con una toalla y lo vestí con un hermoso conjunto de marinero. A Oliver siempre le gustó todo lo que tenía que ver con los barcos.

Después de vestirlo, le preparé su desayuno, qué eran unos hotcakes en forma de barcos, ya que tenía un molde para poderlos hacer de esa forma. Oliver enloquecía al ver la forma del hotcake y empezaba a reír por todo.

—Oli, corre a lavarte los dientes como te enseñé, vamos a dar un paseo.-

—Si, ya voy —respondió él mientras acababa su desayuno.

—Bueno y lávate las manos con jabón, ¿de acuerdo?

—Si, mami —dijo antes de correr hacia el baño.

Yo me quedé en shock. ¿Me había dicho mami? No lo podía creer. Yo no era su verdadera mamá y aunque lo quisiera como a mi propio hijo, tenía que saber la verdad.

Justo cuando pensaba en cómo se lo iba a decir, salió del baño con una inmensa sonrisa y el pelo despeinado.

—Ya toi listo.

—De acuerdo—le dije poniéndome a su altura—, pero tengo que decirte algo importante. Oli, yo no soy tu mami, tu mami está en un lugar mejor, muy lejos de aquí, pero ella siempre cuidará de ti.

—¿Tú no eres mi mami? — preguntó confundido.

—No cariño. Pero te quiero como si lo fuera —respondí sonriéndole.

—Pero tú siempre me has cuidado...Tú edes mi mami.

En algún sentido, Oliver tenía razón. Por su trabajo, Maya nunca se encontraba junto a él, yo era quien lo cuidaba siempre, así que pasaba mucho más tiempo con el que su mamá.

—Y siempre te voy a cuidar, pero yo no soy tu mami —repetí.

—Chí eres mi mami —exclamó con ojos llorosos.

—Cariño, no llores, ¿sí? —le pedí mientras lo abrazaba.

—Tú eres mi mami —volvió a decir mientras hacía un puchero.

Me di por vencida en ese momento, pero Oli tendría que llegar a entenderlo.

—Bueno cariño, ya nos tenemos que ir, o si no, vamos a llegar tarde para reunirnos con la tía Taylor.

—¡¡Chí!! Tita Tay —brincó emocionado.

—Vamos, cariño. —Lo agarré de la mano y caminamos hacia la puerta.

Hoy tenía una propuesta de trabajo, así que me iba a reunir con Taylor para ver si podía cuidar de Oli mientras yo acudía a la entrevista.

Acomodé a Oliver en la silla para niños en el asiento trasero del coche, me puse al volante y empecé a conducir hacia la cafetería donde me encontraría con ella.

Oliver © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora