07:15 pm.
— Bueno señor mora azul, ya debo regresar a casa —aviso al chico quien está completamente feliz jugando con los niños mientras yo lo observo a un lado.
Me observa y se detiene.
— Bien pequeños, denme esos 5 —pide a los chiquillos a su alrededor.
Ellos acceden chocando sus palmas contra las de Ryan feliz y animadamente. Esta es una imagen que jamás creí ver de su parte, no puedo dejar de admirar la escena como niñita enamorada.
Cuando los niños se retiran correteando, Ryan se acerca.
— Mañana debo visitar a mi padre, luego practicar recetas y después hacer tareas; hoy es mi único día de buen descanso —le informo, exponiendo mis razones para ya retirarme.
Noto que su rostro se aflige y sus labios forman una línea.
— Desearía que tuvieras más, sé que mereces más —declara con voz apagada.
Le muestro una sonrisa gratificante.
— Descuida, estoy bien —murmuro—. Ya vámonos —señalo el camino con la cabeza.
Asiente curvando sus labios.
No se ve muy lindo que el señor Ryan Prior esté a estas horas caminando por las calles. Y me refiero a literalmente caminar; sabemos que siendo quien es, tendría que ir en sus autos de lujos.
El pueblo es algo callado en las noches, en la clase baja claro; pero hoy hay excepción ya que es sábado. Se puede escuchar la música de los pocos clubes y bares que hay en diferentes calles. Los faroles iluminan con sus luces tenues las calles aún algo transitadas; ahora más por autos que por civiles caminando. Siempre que andamos reina el silencio, pero nunca es incómodo. Es como un momento de respiro y meditación por parte de ambos; algo tranquilizador. Se siente como si nuestras vibras se conectaran, a través de un silencio reconfortante.
Llegamos a la entrada del edificio.
— Hola Jimmy —saludo cálidamente al señor.
Ryan se detiene a mi lado.
— Hola Mía querida —corresponde en tono amigable.
Su vista rápidamente pasa al personaje a mi lado y sus ojos se abren ligeramente; su expresión es la típica: "ay por Dios, es…"
— Am, Jimmy, él es Ryan Prior —presento y señalo con mi mano al chico.
El hombre asiente lentamente.
— Por supuesto que lo es —responde por lo bajo, con lentitud.
— Ryan, él es Jimmy —señalo—; recepcionista y amigo personal —añado sonriente.
Ryan le esboza una educada y firme sonrisa, mientras extiende su mano hacia él.
— Es un gusto señor Prior —dice Jimmy tomando la mano del chico.
— El gusto es mío señor —asiente cortes.
Luego de soltarse, el ambiente se torna silencioso por un momento.
Giro hacia Ryan.
— ¿Podrías esperarme cerca del ascensor? —pido algo inquieta.
— Claro —responde curvando levemente sus labios.
Le regalo el mismo gesto mientras asiento.
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Su Realidad Y La Mía
Storie d'amoreHablemos de posiciones en el mundo. Siempre estamos a cuestas de ellas. Dicen que debemos encajar siempre con nuestra posición social; cualquier sueño con ser, tomar, llegar más allá del destino que nos tocó es derribado por argumentos que, aunque...