Capítulo 09

8 1 0
                                    

Jueves

02:00 pm

 
— ¿Qué hay miss fama? —saluda Tiffany en cuanto me acerco a la barra.

Suelto un gruñido mientras pongo mala cara.

— Vamos Tiffany, ya deja eso —pido mientras observo las órdenes.

— No es mi culpa que seas la sensación del momento, solo es la verdad —replica mientras observa la televisión en la esquina superior.

Me limito a observarla sin ganas para luego pasar mi vista de los panecillos que estoy colocando en una bandeja a la televisión.

Y la cuestión es, que estoy en el noticiero local. ¿Quién es la chica al lado de Ryan Prior?, ¿a caso decidió salir con la servidumbre?

Solo algunos de los títulos que han salido estos días. La gente aquí y en las calles me observa extraño, como si no supieran como dirigirse a mi, aventárseme con interés —hipócritamente— o espantarse. Y la cuestión es que a mi, como ya podrán imaginarse, me importa una mierda. Solo me concentro en mis asuntos.

Pero bueno, ¿qué se va a hacer? Hay que aceptar el hecho de que el chico es quién es y yo, una simple mortal amando a una inmortal llamada Elektra, anda por ahí seguramente para muchos arruinando su imagen.

Al culminar el horario de trabajo, como es de esperarse tengo que prácticamente correr a casa. Después de que todos se retiran cierro el lugar y me encamino rápidamente a mi hogar. Al doblar en una esquina, con la rapidez con la que iba choco contra alguien, quien emite un gruñido muy chillón.

— ¡¿Podrías fijarte al caminar?! —exclama la persona mientras da unos pasos hacia atrás.

Arrugo mi entrecejo tras su tono descortés y elevo una ceja.

— Lo siento, es que voy deprisa —me disculpo sin ganas ni dar mucha importancia.

Asoma una sonrisa sellada y falsa.

— Se nota —eleva ambas cejas.

Un segundo después su mirada se escudriña en mi. Frunce ligeramente el ceño y luego entorna los ojos; me observa curiosa.

— ¿Tú eres con quién andaba Ryan cierto? —cuestiona con disgusto mientras me señala.

La observo de arriba abajo sin disimulo. Es una chica de clase obviamente; pelirroja, elegante y linda. Tiene un aire de sofisticación, y a la vez de… estupidesación; como yo lo llamaría. Toda gloriosa y egocéntrica, típico.

¿Qué cosas le estaba pasando a mi destino?

— La misma —respondo firme, asintiendo.

La chica eleva una ceja, acompañada de imponencia y disgusto.

¿Qué hace?, ¿a caso cree que me importa?

— Si me disculpas… —digo pasando por su lado para continuar mi camino—. Adolescentes… —murmuro para mi al pasar mientras ruedo los ojos.

Doy unos pasos más y…

— ¡Te escuché¡ —exclama la señorita.

— ¡Perfecto! —respondo ya más lejos.

¿Quién iba a pensar que sería para mi misma?, por favor…

Yo no tengo tiempo para dramas estúpidos de niñitas ricas con hormonas alborotadas, así que esa chica… que siga cuidando bien de su perfecta piel.

Su Realidad Y La MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora