Capítulo 1

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La Mansión Malfoy, en Wiltshire, Inglaterra, era un testimonio de los antiguos Poderes. Hogar de la siempre pura familia Malfoy desde que abandonaron su Francia natal, había pasado de padres a hijos, y ocasionalmente de padres a hijas, hasta que llegó a manos del que muchos sangre pura consideraban su mayor Lord, Lucius, hijo de Abraxas. Abraxas también había sido un viejo y poderoso Lord, templado sin embargo con signos de locura.

Una locura que había limitado el linaje de los Malfoy a un solo heredero varón vivo, una situación que la mayoría de los Lords no deseaban tener. La mayoría de la Vieja Sangre planeaba tener al menos dos hijos (con suerte, hijos varones), un heredero y un repuesto, por decirlo de alguna manera. Las guerras, las enfermedades o las viejas rencillas a menudo se cobraban la vida de un heredero antes de que pudiera heredar, y si no era así, el segundo hijo era atendido con tanta dignidad como el primero, aunque no con la misma riqueza, naturalmente. Los segundos hijos solían ser un crédito para sus líneas, ascendiendo más que el heredero mediante el trabajo duro, la astucia y mucha motivación.

Sin embargo, sólo había un heredero de la línea Malfoy, y el hecho de que estuviera vivo era un mérito de Lady Malfoy, Narcissa Druella Malfoy nee Black. La más bella de las hijas del difunto Cygnus Black, el emparejamiento era uno que tenía a las familias de la Vieja Sangre salivando mientras anticipaban la siguiente generación, junto con el emparejamiento de la rica familia de la Vieja Sangre Black con la Casa Lestrange, considerada la última de las familias de alto nivel, aunque eso había sido en vano.

El horror que había recorrido la sociedad de la Vieja Sangre al oír que Bellatrix Black no sólo estaba loca por culpa de su tía Lady Walburga, sino que también era estéril, casi se había agravado cuando la sociedad de élite contuvo la respiración al oír los rumores de que Abraxas Malfoy había golpeado a su nuera, nada menos que embarazada, con una maldición Cruciatus, iniciando un parto prematuro. El suspiro colectivo de alivio cuando los periódicos anunciaron la pronta llegada de un heredero varón sano se complicó con el ligero temor de que tal vez el linaje Malfoy fuera a extinguirse. Habían empezado a circular susurros de que, según los sanadores, Narcissa no podría gestar otro hijo gracias a su suegro.

La Vieja Sangre había celebrado cuando el Heredero Malfoy llegó a su primer año y fue presentado al público, una miniatura de su orgulloso progenitor con los mercuriales ojos grises de la familia Black. El pequeño Draco era observado y admirado desde lejos, incluso cuando los astutos Lords sólo dotados de hijas empezaban a imaginar contratos de compromiso, listos para ofrecérselos a Lucius cuando Draco tuviera cinco años, como era costumbre. Con la pérdida del Lord, la Lady y el Repuesto para la familia Black, Draco se convirtió en algo más preciado, un Heredero para los Black también, el tempestuoso Heredero Black condenado a Azkaban de por vida por algunos crímenes realmente atroces.

Draco fue observado con orgullo desde lejos por la sociedad de la Vieja Sangre en la que había nacido cuando comenzó Hogwarts, clasificado en Slytherin naturalmente como la gran mayoría de su familia. Su orgullo y elegancia eran admirados, su compostura era halagada incluso cuando sus travesuras juveniles eran recibidas con risas indulgentes, porque ¿quién de los Viejos Sangre podría decir que no se había metido en algunos percances en sus años de infancia?.

Draco era bien conocido por ser el único heredero de dos líneas de la Vieja Sangre, de ahí la confusión cuando llegó la noticia de que los Malfoys estaban tanteando los contratos de matrimonio. Draco se había prometido a los cinco años, como era la norma, con cualquiera de las hijas de Lord Greengrass, un golpe de efecto si se tiene en cuenta que muchos de la Vieja Sangre habían enviado posibles contratos a Lord Malfoy. Por lo tanto, otro contrato que se buscaba era realmente confuso, las relaciones poliamorosas no eran lo que se hacía y la redacción de la misiva de los Malfoy dejaba claro que no era para Draco, su hijo y Heredero.

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