Capítulo 7

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En lo que Harry se dio cuenta de que era un gesto muy extrovertido del Lord Malfoy, Lucius había invitado a Andrómeda y Remus a su casa, invitándolos a pasar el día con Harrigan y con ellos mismos. Dándose cuenta de la oferta por lo que era, ambos habían aceptado con gratitud, sugiriendo que quizás deberían invitar también a los Lestrange para que ellos, como padrinos de Harry, pudieran conocer a la familia que sería su familia política y su futuro marido.

Decir que las presentaciones iniciales habían sido incómodas sería subestimar el asunto, pero todas las personas involucradas eran adultos racionales y razonables, así que después de unos momentos de rigidez estaban disfrutando de lo que era una buena tarde de finales de julio. Por primera vez, Harrigan celebraba abiertamente su verdadero cumpleaños, el 1 de agosto, una novedad. Le complacía que fueran sus diecisiete años los que se celebraran como es debido, ya que era la mayoría de edad de los magos. No tendría que preocuparse de que Dumbledore lo obligara a volver con los Dursley o con cualquier otra persona después de su cumpleaños, lo cual era un gran alivio.

La interacción más incómoda al principio había sido la de Narcissa y su hermana mayor, Andromeda, la que huyó de su familia y se casó abiertamente con un nacido de muggles. Sin embargo, la evidente emoción en el rostro de Narcissa y en su voz había descongelado el nervioso comportamiento defensivo de Andromeda y las dos hermanas no tardaron en charlar amigablemente. Mientras hablaba con Remus, Harrigan podía sentir la cuidadosa mirada de su prometido sobre él. Rodolphus parecía preocupado, inseguro. Era tan diferente al hombre orgulloso con el que había interactuado hasta ahora que Harry estaba intrigado.

Volviendose a mirar el llamativo rostro y los ojos azul-violeta, dijo: -Puedo sentir tu mirada desde el otro lado de la habitacion, pareces preocupado. Si te preocupa ofenderme, no lo hagas. No me ofendo fácilmente-.

Rodolphus parecía moderadamente avergonzado por haber sido sorprendido mirando, pero pareció superar su batalla interna con bastante facilidad, desviando cautelosamente sus ojos hacia Remus y Andrómeda. -Admito que tengo algo que quiero preguntarles, pero es muy privado y no quiero ofenderlos ni a ti ni a tus padrinos. Tiene que ver con el incidente del Ministerio-.

Harrigan se tensó inconscientemente al pensar en la noche en que su padre había muerto, preguntándose qué quería preguntar Rodolphus que pudiera considerarse tan personal. A su lado, Remus empezaba a producir un sonido sordo en su garganta, y sus ojos ambarinos adquirían un tenue tinte dorado. Sin mirar a su padrino, Harry se acercó y le puso una mano en el antebrazo, sin ver la expresión de sorpresa y agradecimiento que Remus le dedicó.

Tomando una profunda respiración, la dejó salir lentamente y dijo: -¿Qué es lo que deseas preguntar?-.

-Me preguntaba si consentirías en dejarme, en dejarnos, ver. Lucius, Rabastan y yo no estábamos presentes y tengo mucha curiosidad. El hecho de que un grupo de adolescentes haya resistido a un grupo de su Círculo Interno es una hazaña impresionante. Por no mencionar el hecho de que tengo mucha curiosidad por saber cómo mi difunta y llorada esposa encontró su merecido final-.

Harry se tensó, cerrando los ojos. Su reacción instintiva fue soltar un -¡No!- y salir de la habitación, pero en lugar de eso, se obligó a permanecer en su asiento. Su mano se tensó ligeramente sobre el brazo de Remus e inhaló bruscamente por la nariz, recordando las conferencias de su padre sobre Oclumancia y meditación, usándolas para controlar su temperamento. Rodolphus tenía todo el derecho a ser curioso, toda la noche había estado rodeada de misterio y el Ministerio había dado pocos detalles, siendo muy hermético en cuanto a lo sucedido.

Abrió los ojos para darse cuenta de que, de alguna manera, había dejado en blanco el hecho de que Remus estaba hablando, sonando bastante enfadado. -¡Te atreves a preguntarle eso! Te das cuenta de que estás sonando curioso sobre su recuerdo de la noche en que murió su padre, algo que no está ni de lejos bien?-.

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