28.-Mi novio

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Para algunos lo más difícil es entrar a un centro de estudios prestigioso por  el examen de ingreso. Sin embargo, la parte más difícil es cuando estás dentro porque aparecen miles de obstáculos como el dinero, la estabilidad emocional, los trabajos en grupos, el aumento de estrés y en casos desafortunados profesores con mala personalidad. Así que aquellos que recién empiezan, lo difícil terminó porque viene lo peor.

Quería jalarme de los cabellos y maldecir a los hijo de puta de mi trabajo en grupo.

Oh, como se me ocurrían miles de formas de torturarlos hasta que lloraran e hicieran un buen trabajo, dicen que la comunicación es clave fundamental pero ellos ni lo hacían. Si los corregía decían que lo habían hecho bien, si corregía sus intentos de informe se quejaban. Joder, se merecían una patada en el culo.

Refunfuñé maldiciéndolos, sin darme cuenta había estado esparciendo feromonas agrias por mi estado de humor, el sonido de mis manos escribiendo en el teclado se había hecho más fuerte y estaba moviendo mis pies intranquilos.

—Cariño, no te amargues la vida.—se acercó Luka al escritorio.—Deberías comer algo antes de continuar o tu salud podría deteriorarse.

Levanté la mirada de la laptop observando la brillante sonrisa de mi novio, alzó sus brazos en busca de que lo abrazara.—¿Y si te tomas un pequeño descanso? Vamos al comedor.

Sonreí con cariño y me arrojé hacia él con felicidad, rodeando mis brazos a su nuca y mis piernas a su cadera, el azache suspiró con gracias y colocó una de sus manos rodeando mi cintura y la otra en mis piernas evitando que me cayera. Me dio un sonoro beso en la mejilla y esparció sus feromonas en mi cuerpo, el delicioso olor a lluvia logró calmar mi estrés.

—¿Qué me preparaste para comer?.—pregunté curioso acariciando los cabellos azabaches de mi alfa, dejé soltar mi aroma para volver el ambiente más cálido para ambos.

Me sentí feliz envuelto en el olor de mi pareja y el mío, nuestro lazo me hacía saber que él estaba igual de feliz que yo, como un niño mimado coloqué mi rostro en su nuca. Ronroneé feliz todo el camino al comedor.

Con cuidado Luka me bajó, inmediatamente me senté en la silla, a mi nariz llegó el delicioso olor del chocolate caliente sin darme cuenta mi estómago sonó hambriento y más cuando mis ojos se fijaron en los croissant y Mont-blanc que estaban en la mesa.

—Come tranquilo.—sonrió feliz y palmeó mi cabeza cariñosamente.—Volvía de un trabajo grupal de la universidad, pasé por una panadería y recordé que te encanta comer dulces.

—Gracias, mi alfa.—ronroneé y deposité un beso fugaz en su mejilla.—Me alegra que hayas pensado en mí, te amo mucho.

Siempre cuando Luka hablaba sentía mi corazón latir como loco, y a pesar de que habían pasado dos años de noviazgo aún la chispa de amor que le tengo no se había perdido. Poco a poco empecé a relajarme por la confianza entre pareja que teníamos, cuando mi novio era cariñoso y hacía bonitos gestos por mí  estaba muy emocionado ya sean pequeños o grandes.

Quiero mucho a Luka y él me corresponde, a pesar del tiempo las emociones son las mismas y eso me hace dichoso de tener un buen alfa que siempre me hace sentir especial, y que solo tiene ojos para mí.

Mastiqué el croissant contento mientras observaba a mi alfa beber de su taza de chocolate, sin darme cuenta bebía y comía hasta que terminé mi parte, solo quedaba el postre.

—¿Te gustó, cariño?.—me sonrió pícaro.

Asentí con las mejillas sonrojadas observando con anhelo el delicioso bocadillo frente a mis ojos.—Toma, sé que quieres probarlo.—se burló de forma juguetona mi novio, me dio la mayoría del trozo de mont-blanc.

The Wolf [Lukadrien] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora