19.-Control

4.1K 337 194
                                    

Apreté más el cuerpo caliente de mi omega entre mis brazos recibiendo un ronroneo como recompensa, abrí los ojos y noté que aún seguía durmiendo, mi corazón se sintió cálido por la bella imagen que tenía frente a mí. Besé su frente sin darme cuenta.

—Te apuesto 10 dólares que Luka está en la habitación.—rió divertida la italiana.

El gruñido de Chloé no se demoró en salir.

—Por su integridad física espero que no porque o sino lo castraré.—masculló molesta, la carcajada de Lila no demoró en salir.—Me sorprende que Adrien haya permitido que invada su espacio.

—Es el poder del amor, Chloé.-supuse que sonrió de forma zorruna.—Cuando encuentres tu destinado tal vez lo descubras, además si lo castras no llegaremos a ser tías, eso es triste.

—Al menos espero que los cachorros salgan como su madre, serían más tiernos y menos impulsivos.

No sabía si sentirme ofendido o feliz, es decir no podía ser tan complicada mi personalidad, ¿verdad?. Pero por otro lado quería que nuestros cachorros se parecieran más a mi pareja porque quería que heredaran la preciosa sonrisa de Adrien.

Adrien era hermoso en varios ámbitos, su apariencia parecía tallada por los mismísimos dioses. El cabello ligeramente rizado, sedoso y brillante, la piel suave al tacto como terciopelo, sus labios carnosos y rojizos como cerezas, sus ojos esmeraldas que podrían albergar un universo lleno de estrellas resplandecientes, un cuerpo bien formado ni tan delicado ni muy musculoso con bonitas curvas. Y sobretodo esa preciosa sonrisa que podría derretir a cualquiera.

Tal vez Adrien era definición de belleza pero era más que eso antes de que se volviera frío era cálido como el verano y hermoso como un girasol porque nadie podía brillar como él, y a pesar de sus cambios su bondad nunca desapareció ni su cariño por mí porque muy en el fondo podía notar en esa felina mirada sus emociones.

Y ahora somos lo más cercano a una pareja, no necesitaba ponerle nombre y si quisiéramos no cambiaría lo que somos, yo lo amo a si como él a mí, ahora tiene una personalidad dura y fuerte porque ser un omega no es fácil y nunca lo ha sido se necesita esfuerzo para sobresalir si eres de esa casta, él había cargado toda esa preocupación solo pero ahora no lo está y quiero apoyarlo en todo lo que pueda.

Una pareja no es una carga, es aquella que te apoya en lo difícil, es como un amigo y al mismo tiempo un amante.

Y a veces pocos lo entienden, debe haber confianza y si esta se rompe no es lo mismo, puede ser difícil y a veces en el camino hay dudas pero si sabes que amas a esa persona no la vas a cambiar por cualquiera.

El amor es como una vela encendida, y así como esa llama de esperanza te da tu pareja también esta es la única en apagarla y destrozarte en pedazos o simplemente tu también puedes apagarla con pesar cuando está te hace daño.

La persona que te quiere jamás te haría daño, ni físico ni verbal, nadie merece tus lágrimas, si alguien te termina no te sientas menos sigue adelante y busca la felicidad por ti mismo.

Vaya creo que debería ser un poeta, Luka Neruda, me dicen.

—¡Adivinen quien se despide de su legado familiar!.—gritó la rubia con una maligna sonrisa en el rostro, entrando a la habitación.—Dile adiós a tu descendencia Luka Couffaine.

—¡Vivan los novios!.—chilló emocionada Lila.

Oh cierto, me había olvidado de esas dos, le hice un gesto de silencio a Bourgeois señalando al ángel de Adrien durmiendo.

—Les juro que solo dormirnos.—mentí.—No quería que se sintiera solo después de todo lo que pasó.

Eso ni yo me lo creía en la primera frase, la segunda era del todo cierto.

The Wolf [Lukadrien] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora