The Wolf [Lukadrien] +18

6.-Duele

Abrí mis ojos con pesadez tallando mis ojos debido a que mi visión estaba borrosa, un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando observé el cuerpo desnudo a mi lado siendo acariciado por una de sus grandes manos.

—¿¡Luka!?.—chillé atemorizado a punto de caer de la cama.—¿Qué carajos hago aquí?

Me sujeto por la cintura antes de que cayera, lo observé por un largo tiempo hasta que me fije en las marcas dispersas en su cuello y abdomen, las mías se encontraban cerca de mis hombros.

Sentí repulsión de mí mismo al ver los chupones dispersos por mi cuerpo, había caído ante la tentación, había perdido mi virginidad con el alpha que más detestaba, y también la pureza e inocencia que tanto me hacía sentir orgulloso.

Mi celo sólo traía tragedias, eso me hacía odiar ser un omega.

Toqué mi nuca intentando palpar si tenía una marca, si ese imbécil pudo enlazarse a mí perdería el control pero agradecí que no había nada en esa parte de mi cuerpo.

Con mi fuerza de voluntad intenté ignorar el dolor de mis caderas, me levanté de la cama enrollando un poco mi cuerpo con una de las sábanas.

—¿Ya te vas?.—preguntó somnoliento mirando como buscaba mi ropa.—Quédate un poco más, Adrien.

Observé sus ojos de cachorro— mientras me colocaba mis prendas de vestir— pero ya no me causaban tanta ternura como antes sólo sentí repulsión porque esos mismos orbes oceánicos miraron mi situación tan desastrosa y admiraron las expresiones lujuriosas que hice.

—No estoy para tus estupideces, Luka.—respondí tajante.—¿Crees que estoy enamorado de ti para quedarme más tiempo? Me quitaste mi virginidad, joder, estoy furioso contigo.

Antes de que me alejara de él tomó mi mano impidiéndome largarme de este lugar, sólo llevaba unos bóxers y mi camisa así que me sentía incómodo.

Me sentía enfermo, un omega sucio.

—¡No me toques!.—grité dándole un manotazo.—¡No vuelvas a tocarme nunca más! ¡Eres lo peor, Luka Couffaine, te odio!

Y esta vez lo decía enserio

En un instante su mirada se entristeció pero aquello no me importó, en un sólo día había logró salvarme, enojarme y sonrojarme pero ahora todo se había ido al caño después que él tomara mi virginidad, me había lastimado .y no era un masoquista para quedarme más tiempo en aquel lugar, ya no quería seguir a su lado.

Ni como amigo ni enemigo.

Se había acabado toda esa mierda, después de terminar de colocarme toda mi ropa decidí salir de su cuarto.

—Me voy.—respondí tajante.—Hasta nunca, Luka Couffaine.

Dejándome llevar por la ira cerré de un portazo, caminé hacia la sala y tomé todas mis pertenencias para marcharme de ese maldito lugar.

Era de noche así que era peligroso vagar por ahí, no quería pasar por más traumas así que decidí tomar un taxi, no quería gastar mi dinero pero prefería mi seguridad, subí en el vehículo fijándome en el pequeño espejo delantero.

Mis ojos estaban llorosos, cubriendo mis mejillas con lágrimas ni siquiera sabía que estaba llorando inconscientemente, limpié las gotas soladas que tanto odiaba mostrar en público.

Esperaba impaciente para llegar a mi cómodo pero modesto departamento para echarme a llorar, me sentía un  inútil por haberme dejado llevar por mis instintos y ser tan débil ante el pecado.