7.-Nido

7.9K 615 715
                                    

¿Quién en su sano juicio decide gastar tanto dinero sólo para que su hijo vaya a un restaurante por una estúpida cita con un omega que no ha conocido en su vida ? Ah sí, mi madre.

En tres semanas había gastado mucho dinero, tiempo y favores para tan sólo tener un pequeño tiempo en el restaurante más conocido de París que además tenía acceso a un hotel si la pareja lo desea, cosa que no iba a suceder.

Y supongo que si ella actuaba así ese omega venía de una familia adinerada, pero para hacerlo era demasiado impuntual, habían pasado más de treinta minutos y yo me sentía como un jodido idiota jugando My Talking Tom en el celular.

Creo que necesitaba volver a mi infancia.

—Lamento llegar tan tarde.—escuché una suave voz jadeante conocida.—No era mi intención dejarte casi plantado.

Iba a soltar un comentario irónico como siempre hacía en estos encuentros pero ese precioso rostro frente a mí me hizo soltar un jadeo de sorpresa.

—¿Adrien?.—tartamudeé nervioso.—¿Eres tú? Demonios, te extrañe tanto, ¿o acaso esto es una ilusión?

Solté aquellas palabras sin pensar estaba feliz de tenerlo frente a mí, su expresión por un instante se volvió oscura pero luego sonrió cálidamente supongo que aún estaba resentido por la última vez incluso si yo fuera un omega también lo estaría, fui un imbécil.

—¿Y bien Luka, cómo te ha ido estás últimas semanas?.—preguntó cortésmente, como si nada hubiera pasado.—Cuando mi madre dijo que iba a tener una cita no imaginé que sería contigo, y estoy muy feliz.

Sus palabras hicieron saltar de emoción a mi instinto alpha queriendo estar a solas y comérmelo a besos, se veía tan lindo siendo amable—aunque supongo que estaba actuando así por órdenes de su familia—.

—Me la pasé este tiempo observándote de lejos.—eso sonó a acoso, demonios.—Extrañaba hablarte y molestarte como hago siempre, lamento tanto lo que te hice antes yo sólo estaba cegado por la lujuria y te hice algo horrible.

Adrien hizo un gesto de sorpresa para luego negar torpemente intentando aún mantener la sonrisa, lo miré directamente a esos orbes esmeraldas que me atraían demasiado pero sentí que habían cambiado.

Reflejaban odio y nostalgia infinita, él antes tenía seguridad y pureza en ellos, había una probabilidad de que su cambio se había dado por mi culpa, ese omega solía alejar a todos incluyéndome a mí que hacía que nos "odiariamos" y aunque me trataba con hostilidad su mirada mostraba lo contrario.

—Sólo deberíamos olvidarlo, Luka.—sonrió falsamente.—Lo estuve pensando mucho todo este tiempo, quiero que seas mi alfa.—coquetamente se acercó a mí.—¿Qué tal si cenamos dentro de la habitación?

Él nunca diría eso ni siquiera si aquellas palabras salvaran su vida, algo malo había aquí ese no era la actitud de Adrien pero simplemente lo ignoré debido a que solo me fijaba en esos apetecibles labios esponjosos y rosados.

Asentí repetidas veces causando que este riera por mi actitud, llamó a un camarero del restaurante indicándole detalladamente que cenaríamos en una suite y debía llevar nuestros platos al lugar y tiempo indicado.

 Ya instalados en una habitación del hotel, con los platos servidos en la mesa sentados al lado del otro sentí incomodidad en el ambiente observando como Agreste hacía una tierna expresión en su rostro.

The Wolf [Lukadrien] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora