The Wolf [Lukadrien] +18

2.-Héroe

Observé con terror al alfa frente mío, tenía miedo de sus ojos grises dilatados por la excitación anterior que había tenido. Y digamos que mi dulce aroma empeoraba la situación porque nublaba su raciocinio.

—Eres mil veces mejor que esa estúpida beta, pequeño.—susurró apreciando mi rostro.—Incluso eres más hermoso que Aurore, creo que hoy me divertiré dos veces, pero esta vez con un precioso omega que ha entrado en su celo.

La última frase fue pronunciada con lujuria, él lamió sus labios mirándome con deseo. Sabía que debía huir pero era inútil, mis piernas no respondían a mis deseos y seguía arrastrándome inútilmente para alcanzar mis supresores.

Las facciones de aquel chico eran afiladas y peligrosas como su mirada gélida, tarde o temprano terminaría acercándose a mí.

Entre pensamientos noté que había agarrado el frasco, sin dudarlo cogí una píldora para luego meterla en mi boca, pero el castaño rápidamente lo impidió quitándome el medicamento junto con el frasco que fue arrojado a el otro extremo del baño.

—Oh no, bebé, no escaparás de mí.—se acercó a mi rostro para acariciarlo con deseo.—Hoy día serás mío.

Estaba jodido.

Muchos estudiantes no pasaban por este lugar debido a las clases, así que estaba siendo sentenciado a muerte. Si hubiera ido a otro sitio no estaría pasando esto, sus orbes azules me asustaban.

Se veían tan oscuros que sentía pánico por ese chico, aunque en alguna parte se me hacía conocido.

—No me toques.—jadeé sintiendo como tocaba mi cuerpo tembloroso.—Por favor.

Ignoró mi pedido y bruscamente quitó mi camisa comenzando a recorrer con su boca y lengua mi torso desnudo dejando marcas a su antojo causando que el calor aumentara más. Sentía miedo cada vez que me tocaba pero el celo nublaba mi mente.

Debía escapar o había la posibilidad de que él me marcara causando que perdiera mi libertad para siempre, solo por elegir el lugar incorrecto.

Solté un gemido de dolor cuando él empezó a juguetear con mis pezones, los retorcía con fuerza y lamía con placer, me sentía sucio por sentirme excitado. Mi pecho dolía por el toque del desconocido, lloriqueé en el instante que sus manos se colaron por mi bóxer para apretar mi miembro.

—Vaya, estás deseoso de más ¿verdad?.—acarició con rudeza mi cuepo.—Tranquilo pronto este alfa te hará gritar de placer, ¿quieres ser la madre de mis hijos?

Necesitaba escapar pero estaba perdido, el tipo estaba loco por mi olor que decía incoherencias. Pronto comencé a percibir las feromonas de aquel castaño, olía a menta y eso afecto más a mi mente, el dulzón olor se percibía por todo el lugar.

Era una mezcla deliciosa, pero aún así tenía miedo y  ganas de llorar aunque el olor del alfa era atrayente, quería que alguien entrara a salvarme pero no tenía a mi héroe.

—Auxilio.—gemí lastimeramente.

 Cuando sacó mi entrepierna de la ropa inferior acercó su rostro al mío.

—Eres lindo.—acarició mi rostro.—Ahora ábrete para mí.

Acercó su mano a mi húmeda entrada, metiendo un dedo que me hizo sollozar por el dolo . De pronto escuché unas animadas risas cerca, esperanzado intenté gritar pero él tapó mi boca antes que me escucharan.

Quitó su mano para luego remplazarla por sus labios, sollocé contra su boca sintiendo como su lengua se apoderaba de mi cavidad bucal. Varias lágrimas inundaron mis ojos mientras una manos recorría mi cuerpo y sus dedos entraban con fuerza en mi interior.