The Wolf [Lukadrien] +18

16.-Promesa

Una mano cálida sostenía la mía mientras observamos las estrellas, sentía las aceleradas palpitaciones de mi corazón junto las de él, a pesar de tener frío no quería separarme de su lado. Me encantan ver las constelaciones desde el tejado en su compañía.

—Adrien, ¿no tienes frío?.—preguntó preocupado mi amigo.—Puedo prestarte mi bufanda hasta que vuelva a mi casa.

Negué con la cabeza repetidas veces y le sonreí con dulzura.

—Gracias, no es necesario.—apreté un poco más su mano.—Sólo deseo quedarme un poco más de tiempo así.

Luka asintió feliz, pareció un tiempo tan largo estar a su lado que pensé mucha cosas ese tiempo.

Deseaba estar siempre así de esa manera tan cariñosa, no podía evitar sentirme satisfecho si tenía su compañía.

—Luka, ¿siempre estaremos juntos?.—balancee mis pies sintiendo la ligera brisa.

Hubo un largo silencio hasta que sentí que revolvían mi cabello y pellizcaban suavemente mi mejilla, su palma se posó en mi hombro. Sus ojos azules que me miraban fijamente brillaron como zafiros.

—Por supuesto, pase lo que pase estaré a tu lado porque eres mi mejor amigo y adoro sentir tu compañía.—sus brazos me rodearon.—Prometo estar siempre juntos.

Un sentimiento de alegría me invadió, y lo apreté un poco más.

—¿Lo prometes?.—cuestioné algo dudoso.

Él se separó un poco más de mí y entrelazó nuestros dedos meñique.

—Lo prometo.—sonrió dulcemente.

Le devolví el gesto y volví a reposar en su pecho sintiendo su calidez, y era tan solo un pequeño niño de nueve años que confío en sus palabras.

—No seas idiota, jamás podría fijarme en él de esa forma, solo es mi amigo.—escuché a escondidas desde la puerta.—Adrien solo llegaría a ser eso, a veces me pregunto porque seguimos siendo amigos, es demasiado cariñoso que llega a ser molesto.

Escuché las risas de Claude que irritaba a Luka mientras este evitaba su mirada, mi corazón dolió cuando escuché que odiaba que lo tocara, así que no seguí escuchando más y me retire del colegio.

—Eso ni tú te lo crees.—se burló el castaño.—Teniendo novia o no nunca te olvidarás de ese chico, hasta me dan pena tus citas porque nunca las querrás.

—Si piensas tanto eso será mejor que nunca te atrevas a pasarte de listo con Adrien o te daré la paliza de tu vida.

Lástima que nunca escuché esas palabras antes de irme porque eso hubiera cambiado muchas cosas.