22.-Dulzura

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Después de semanas de arduo trabajo logramos exponer sus delitos a la prensa, y eso sería un pequeño movimiento de nuestro plan. Ahora que su reputación se había venido abajo debíamos emplear el plan de tortura, sería una muerte lenta y dolorosa como la que se merecía ese imbécil, asesinarlo en un solo movimiento no sería divertido. Y quería que pagará por todo lo que había hecho mi omega.

Ahora ambos teníamos un poco de tranquilidad en la habitación mientras veíamos con satisfacción las noticias del padre de Gabriel yendo pronto tras las rejas, y ya teníamos dos opciones. La primera que se pudriera en la cárcel después de todo la vida no es cómoda allí, menos para un millonario o si terminaba saliendo teníamos el plan de acabar con él junto a su socio cortesía por el padre de Lila.

Los demás habían también ideado nuevos planes por si algo salía mal, después de todo no era malo tener más opciones.

—Luka, ¿en qué tanto piensas?.—se quejó mi omega.—Te llevo hablando más de un minuto y no me haces caso.

Él hizo un puchero adorable que me derritió el corazón, se iba tan lindo usando mi ropa dejando a la vista mi marca, aún estábamos en el hotel de Chloé por seguridad así que no teníamos mucha privacidad y estos días de abstinencia me estaban matando.

Ahora mirábamos las noticias satisfechos por el resultado de la desgracia de Gabriel, ese maldito se lo merecía. Adrien se encontraba sobre mi regazo y se veía tan lindo y sensual recién bañado.

—Pensando en lo precioso que eres y feliz del éxito de nuestro plan.—mencioné sincero, voltee su cuerpo para poder verlo a la cara.—¿Ya te dije que tienes un bonito trasero?

—Siempre, que a veces pienso que más te gusta mis nalgas que yo.—se quejó, una mano se deslizó más abajo de sus pantalones.—Quieto.

Hice ojos de cachorro herido que le sacaron una risa, se acercó a mi boca y dejo un beso casto en mis labios.

—Ya llevo muchos meses muriendo por hacerlo.—me quejé.—Quiero estar dentro de ti y sentirte, no seas malo.

—Pues sigue queriendo, Luka.—gruñó gracioso.—Cuando esto termine tal vez tengamos un "todos los días son todos los días" pero mientras tanto quiero ver cómo tanto te contienes.

—Eres cruel.—él alzó una ceja.—Pero justo, cuando ese día llegue no quiero quejas sobre tus caderas.

Adrien sonrió gracioso abrazándome con cariño para luego bajar sus manos hacia mi trasero, hizo una mueca inocente mientras amasaba mi retaguardia. No sabía si quería que lo siguiera haciendo o salir huyendo de la habitación, lo peor que me miraba con tanta dulzura que no podía negarme.

¿Por qué siento que mi virginidad y dignidad alfa está en peligro?

—Luka.—mi omega alargó la última vocal.—¿Cuándo será mi turno de estar arriba?

Sentí un frío recorriendo por mi espalda.

—Pues puedes hacer el intento de cabalgar sobre mí.—me hice el tonto, su mirada me atravesó el alma.—¿Que ocurre por esa cabeza?

—Pues al igual que yo tienes un bonito trasero, ¿Tú me quieres verdad?.—asentí con la cabeza temeroso por dónde iba nuestra conversación.—Podría yo ser el top, solo será una vez y esta experiencia no saldrá a la luz, no perderás tu dignidad alfa.

Trague en seco, no sabía que decir pero si me miraba a los ojos no podría negarme a esa carita preciosa. No sé si fue debido a nuestro lazo pero adivino lo que pensaba, aunque ahora estuviera un poco débil aún podía sentir lo que pasaba por mi corazón y mente.

The Wolf [Lukadrien] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora