The Wolf [Lukadrien] +18

1.-Celo

Adrien [ Ω ]

Besos húmedos eran dejados de forma posesiva en mi cuello, una mano se coló por mi camisa agarrando con firmeza mi cintura sintiendo el cálido contacto de aquel sujeto que quería reclamarme como suyo.

—Mueve tus caderas para mí, pequeño.—susurró sensualmente contra mi oído.—Quiero sentirte más.

Obedecí sumisamente jadeando ante el contacto de su parte baja con mi trasero, queriendo quitarme la ropa para sentir más su caliente piel contra la mía, estaba desesperado por ser de él.

—Bésame.—rogué, el mayor lamió seductoramente mi lóbulo haciéndome gemir .—Desnúdame, tómame las veces que quieras.

Acercó su rostro hasta que nuestras bocas estaban a punto de rozarse, travieso lamí su labio invitándolo a besarme con pasión cosa que funcionó, ahora mis gemidos eran acallados por su boca y nuestras lenguas se rozaban de forma salvaje. El desconocido hombre apretó mis nalgas haciéndome jadear y separarme de su cuerpo.

Un hilo de saliva unía nuestros labios, mis ojos estaban entrecerrados por el placer además de que sus feromonas de alfa excitado presentes nublaban más mi mente , su fragancia me hacia desearlo más. Abrí mis ojos y el rostro frente a mí me desconcertó.

¿¡Luka!?

Caí dolorosamente de mi cama con la respiración agitada sintiendo mi cabeza dando vueltas, ¿qué demonios acababa de soñar? Estar entre los brazos del hombre que más odiaba, mi subconsciente debía de estar demente.

O podía ser el hecho de que mi celo estaba a punto de llegar y eso era un gran problema, porque debía mantenerme alerta en esos períodos. Puede que algunos alphas pudieron haber cambiado pero el resto seguía creyendo que los de mi clase eran esclavos sexuales.

—Que bueno que todos creen que soy un beta.—suspiré aliviado tomando mi celular.—Maldición quedan menos de 20 minutos para el inicio de las clases.

Tomé una toalla y con rapidez me metí a la ducha para asearme, mientras dejaba mi mente divagar, tenía una gran suerte de no tener un cuerpo tan frágil como el de un omega o sino sería un riesgo para mi paz mental.

Ya tenía suficiente con los estúpidos comentarios del azabache haciendo burla a cualquier característica de mí.

—Tienes unos ojos horribles, mira tus caderas pareces una mujer embarazada, la tienes pequeño, tu cabello parece una escoba, Adrien.—imité su irritante voz.—Aún no puedo creer que tuve un sueño erótico con ese imbécil.

Sólo porque ese chico era un alfa no significaba que era superior a los demás, todo lo relacionado con él era una molestia. Y qué decir de su supuesto agarre que decía ser su novia, esa chica era sinónimo de irritante y cogía con todo lo que moviera. Lo único decente era su hermana que era un pan de Dios.

Después de bañarme lavé mis dientes y me vestí apresuradamente, cogí un paquete de galletas para meterlos en mi mochila.

—Lo único bueno que hizo ese hombre fue darme un departamento cerca del instituto.—susurré corriendo a toda velocidad.