Luka [α]
Intenté controlarme pero mis feromonas fueron más fuertes que yo, no pude evitar esparcirlas debido a mi excitación al ver al chico de esa forma tan indefensa pero al menos seguía siendo consciente de lo que hacía.
Creo que alguien debería darme una medalla de oro después de haber podido controlarme con Adrien, él podía ser la persona más hostil y amargada del mundo pero negar que estaba bueno era un crimen.
Todo en su apariencia era hermoso, vivaz y delicado, pero sobretodo su olor irresistible a cerezas y vainilla que podía hacer perder la cabeza a cualquier alfa.
Como por ejemplo el imbécil de Claude que se negó a cumplir mis órdenes de que nunca lo tocara ya que el solía salir con betas y omegas, y en lo profundo de mi corazón su bienestar me preocupaba.
—Joder, Adrien.—mascullé, sintiendo su cuerpo temblar.—¿Qué voy a hacer contigo?
Acaricié sus hebras doradas conteniendo la idea de no ir por Leblanc y seguir partiéndole la cara, seguro estaba así porque casi fue violado si no hubiera aparecido allí no habría tenido mucha suerte.
Si la caprichosa de Mireille no me hubiera pedido tener sexo tal vez él ahora estuviera en una peor situación, marcado, perteneciendo a otro y siendo llenado por alguien sin su consentimiento.
Sostuve con delicadeza su cuerpo, pensar que si él no fuera un omega tal vez tuviera a esa adorable chica entre mis brazos gimiendo mi nombre mientras embestía con fuerza su interior pero aquí estoy con la persona que me detesta, cuidándola como si fuéramos los mejores amigos del mundo.
—Omega.—susurré para mi mismo.—¡Mierda, cierto!
Había olvidado ese pequeño detalle, todos creían que Adrien era un hermoso beta con la actitud de un anciano pero era todo lo contrario, debía por lo menos guardar su secreto porque conozco lo orgulloso que es y nunca me lo pediría.
Suspiré derrotado, debía cuidarlo porque esos supresores no duraban mucho para ocultar su exquisito aroma, ni yo mismo sabía porque hacía esto por él.
No lo odiaba pero adoraba irritarle hasta que hiciera esos pucheros que lo hacían ver tierno antes que me diera una buena patada en el cuerpo. Y ahora que recordaba lo de esta mañana quería vengarme.
—Llegamos, princesa.—reí sarcásticamente sabiendo que no me escuchaba.—He aquí la enfermería.
Entre pensamientos había llegado al dichoso lugar y para mi suerte nadie se encontraba allí, podía hacerle una broma. Reí para mis adentros.
Con cuidado lo bajé para no despertarlo y lo eché en las camillas con delicadeza para luego arroparlo, observé su pacífica expresión al dormir.
¿Cómo no pude darme cuenta que era un omega? Si era la cosita más mona que mis ojos habían visto, bien, juntarme con Rose me está volviendo débil a lo adorable. Pensar que esa expresión angelical era de la persona más gruñona que apareció en mi vida.
Ya había conocido antes a Agreste pero ¿desde cuando había cambiado tanto? Él antes era mi amigo, siempre me sonreía gentilmente y apoyaba pero tan sólo un día fue que nuestra amistad se fue al carajo.
Él y yo cambiamos tanto en esos cuatro años, y solo nos alejamos hasta ser un complejo de enemigos barato porque para los ojos de los demás ellos pensaban que era cercano a mí y creo que eso era lo que ignoraba Adrien.
Quité su camisa observando sus rosados pezones erguidos que para mí era una invitación a succionarlos, negué con la cabeza, el pobre blondo no soportaría que lo volvieran a tocarlo más así, repetí la acción anterior para acostarme a su lado.

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The Wolf [Lukadrien] +18
Fiksi Penggemar"Cada noche nuevamente bailando a la luz de la luna, desde algún lugar lejano puedo oír tu llamado. Estoy fuera de mí, sin corazón y sin control, puedes correr pero no esconderte por siempre, voy a hacerte mío porque quiero sentir como tu cuerpo llo...