Capítulo 17

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TRAVIS

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TRAVIS

He pasado toda la semana evitando a Maddy, después de nuestro beso lo único que deseo es pasar tiempo a solas, apartarme de ella porque sé que no puedo volver a mirarla de la misma forma, no cuando probé el dulce sabor de su boca y he deseado con probar más de ella.

Me paso las manos por la cabeza y suelto un suspiro. Estoy sentado en los escalones de la entrada de la casa, no es una novedad que también esté evitando a papá deseando tener más privacidad de lo habitual. Me entra una llamada al celular y lo saco para atender de inmediato, es Brightly.

—Orman, ¿Qué tal?

Me saluda en cuento respondo, una mueca se dibuja en mi boca.

—Todo bien, ¿qué hay contigo? ¿alguna novedad nueva?

—He estado bien, acostumbrándome a estar en casa, santo dios, te juro que mis hermanas me sacan de quicio, quiero volver al ejército en cuanto antes —dice con algo de irritación, consiguiendo que me ría por su respuesta.

—Deberías de presentarme a una de ellas, McCallum dice que son lindas.

—Par de imbéciles, mis hermanas se quedan fuera de su alcance. —expresa con seriedad y de nuevo rio—. Como sea, ¿Qué planes tienes para este fin? Estaré acompañando a una de mis hermanas a Pittsburg, pensé en que podría pasar a verte, ¿Qué dices de visitar tu pueblo?

—¿Estás seguro de eso? —enarco una ceja.

—Vamos Orman, quiero conocer el famoso pueblo y quizá a la chica.

—¿Qué chica?

—No te hagas, ¿cómo es que dijiste que se llamaba? ¿Maddy?

Dice en un tono juguetón y niego ante lo insistente que resulta.

—Sería bueno verte.

Termino diciendo y es cierto, ha pasado un tiempo desde que vi a Brightly y para ser sincero, es mi único amigo.

—Bien, ¿Qué dices de ir por unas cervezas?

—Conozco un buen lugar en la ciudad.

—¿No tienen un bar en Daxton Hollow?

—Solo abren los fines de semana.

—¿Y en qué día de la semana crees que estamos? —me quito el celular de la oreja para revisar el día.

—Es viernes.

—¿En qué mundo vives Orman? ¿está todo bien por allá? Dije que estaré allí el fin de semana.

Su tono de voz se vuelve serio.

—¿Qué día llegas?

—Mañana por la mañana.

—Bien, entonces veámonos.

—De acuerdo y no tendrás oportunidad de escaparte de mí, mucho menos evadir mis preguntas. —ruedo los ojos porque sé que esto es algo cierto—. También me debes esa invitación a Daxton Hollow.

La Luz de Mi TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora