Capítulo 47

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MADDY

Por mucho que desee contactar a Brandon o Charlotte, he mantenido mi celular apagado desde que me subí al auto de Kyle y no he decidido prenderlo, sin embargo, a solas en mi habitación, deseo hacerlo, deseo encenderlo y hablar con ellos, pedirles que vengan a buscarme, pero tengo la sensación de que Kyle podría lastimarlos.

No es que llegue al grado de matar a alguien, pero sé que aun así, puede ser un hombre violento, le he mentido diciéndole que estoy en mi periodo solo para no acostarme con él, si lo cree o no, ha respetado hasta el momento pero sé que eso no será por mucho tiempo, no puedo seguir rechazandolo porque eso solo provocaría que se enfurezca, de nuevo, estoy sola y él se ha ido a su oficina, en la mayoría de los días anteriores, lo he acompañado y me alegro de haber conseguido quedarme aquí porque cada vez que estamos en su oficina, decide tener una conversación sexual y comentar como le encantaba ver mi cuerpo desnudo sobre su escritorio, cosa que provoca gran disgusto.

Con Kyle, es imposible no sentirme como un objeto sexual, alguien sin valor con el que solo pueden jugar.

—¿Ya has pensado bien qué quieres? —pregunta mirándome por encima de la carta que tiene. Hace media hora que llegamos al restaurant, hemos conversado un poco de él, su vida y trabajo.

—Me apetece el filete con puré y espárragos —respondo sin muchos ánimos, aun no tengo apetito pero no he comido nada en todo el día y sé que me sentará bien tener algo de peso en mi estomago.

—¿No te parece mucho para ti? —Enarca una ceja en mi dirección, puedo ver que luce algo asombrado por mi elección.

La anterior Maddison solo habría escogido espárragos y tal vez puré de papas, si tan solo supiera que había enterrado a esa Maddy ya hace tiempo.

—Tengo hambre.

Me encojo de hombros.

—Ya veo —agrega sin mucha importancia y llama a un mesero para pedir nuestra orden.

Nos sirven lo misma media hora más tarde e intento limitarme a comer en silencio pero Kyle se ha empeñado de última instancia en tener una conversación.

—No dejarás de pensar en él, ¿no? —Comenta con algo de recelo en su voz y contengo un poco la respiración cuando alzo mi mirada para encontrarme con él observandome.

—Supongo que ya sabes la respuesta, ¿no?

Me atrevo a responderle, provocando que una mueca de desagrado se dibuje en él.

—Maddy...

—Tú no lo entiendes, Kyle. Tú no eres la persona a quien yo deseo, estoy aquí contra mi voluntad te guste o no.

Se ríe a secas.

—No es cierto, te recuerdo que subiste a mi auto por cuenta propia —vuelve a comentar como horas atrás en las que estábamos en su oficina.

—Me amenazaste.

—Velo como quieras pero estas a mi lado. Dónde perteneces —decide agregar de último y le doy una mirada de asco.

—No pertenezco a tu lado y lo sabes bien, ¿qué es lo que deseas ahora? ¿no te bastó con arruinar a mi padre?

—Harold se lo tenía merecido —responde con desprecio—. ¿Crees que yo soy el único culpable? Te recuerdo que ese día en que tu padre entró a su oficina, era su hija quien estaba acostándose con su socio y mejor amigo, ¿no es eso triste?

—Tienes tanta culpa como yo la tengo —decido atacar en mi intento de defenderme, pero a veces siento que el principal culpable de todo esto era yo.

La Luz de Mi TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora