Cuando Travis y Maddy se conocen por primera vez, Maddy está casi segura de que el exsoldado grita a los cuatro vientos problemas, pues su mala reputación en el pueblo deja en claro que no es la clase de chico con el que quieres involucrarte en una...
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MADDY
No vuelvo a ver a Travis el siguiente día, de nuevo, tampoco viene al restaurant de Devyn, sin embargo, hoy particularmente, el restaurant esta lleno de turistas que vienen de paso, cosa que no es muy común en martes, me muevo de un lado a otro con los platillos en mano, anotando en mi libreta las nuevas ordenes y ayudando a Brandon a servir uno que otro platillo, a veces pienso que sería bueno tener una segunda mano, pero Devyn es muy exigente y no creo que ella este dispuesta a contratar una segunda mesera.
Mientras sirvo a dos hombres que están en una mesa junto a la ventana, bebiendo café, me percato que uno de ellos tiene el periódico sobre la mesa y no es el periódico local que comúnmente vemos en el pueblo, sino es el periódico de california, mis ojos de inmediato se enfocan en el encabezado de letras negras y el hombre que sale en la portada, se ve más viejo de lo habitual, a pesar de que es una foto en blanco y negro, sus facciones se ven diferentes, más mayores.
Si no es por el carraspeo de uno de los hombres de la mesa, continuaría en mi transe.
—Perdonen, ¿están listos para ordenar? —inquiero aturdida, forjo una sonrisa, sin embargo, no puedo concentrarme en nada que no sea el periódico y la foto de mi padre.
—Queremos dos especiales para desayunar y más café.
Dice el hombre que tiene el periódico a su lado, claramente son turistas, deben de estar de paso y a juzgar por su vestimenta, deben de dirigirse a un viaje de negocios, quizá a California como lo muestra su periódico.
—De acuerdo, les traeré su orden en un momento.
Trato que mi voz suene firme, sin embargo, se siente rasposa, se me ha secado la garganta y es gracias al encabezado que hay en el periódico, desde que dejé California, juraba que no volvería a saber sobre mi familia, ni siquiera me había molestado en traer una foto de ellos, a pesar de que cada año mamá nos obligaba a tomarnos una fotografía familiar para colocarla en la empresa de papá, por supuesto, la foto era tomada por un fotógrafo profesional y editada para que el rostro de mamá se viera mucho mejor que nunca, incluso que consiguieran quitarle los años con el grandioso Photoshop, para mí, esas fotos nunca han tenido un valor sentimental o especial, pues son tomadas por apariencia, para ambos padres, es muy importante la apariencia y simular ser la familia perfecta.
—¿Estás bien? —pregunta Brandon, llamando mi atención cuando llego a su lado. Dios mío, no tenía la menor idea de que la empresa de papá está en problemas, bueno, al menos es un tema que siempre he querido evitar, más bien es un tema del que no puedo hablar sin sentirme culpable, en parte, es mi culpa que se encuentre en el fracaso después de lo que he hecho, que su empresa salga en uno de los periódicos de California no es algo bueno, pues California es su mayor competencia en el mundo empresarial.
Intentando que Brandon no descubra mis emociones, asiento frenéticamente mientras tomo una gran bocanada de aire. Si bien, el periódico dice que la empresa de papá ha sido demandada por fraude.
