Capítulo 14

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MADDY

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MADDY

—Debería de irme a casa —dice Travis, rompiendo el silencio entre los dos, por mucho que haya deseado evitar que me viera sonrojarme, no lo he logrado y es que su suave tacto me ha tomado por sorpresa.

Por un momento pienso en que quizás no es una buena idea invitarlo a casa, no cuando estoy experimentando una sensación de la cual he evitado desde que llegué aquí, sin embargo, no quiero que se vaya, quiero que se quede aquí conmigo, me temo que estoy experimentado una sensación que me dije que jamás debería experimentar.

Necesitar a alguien nunca ha sido una opción en mi vida, he estado por mi cuenta la mayor parte del tiempo que sentir que necesito a Travis me provoca cierta incertidumbre sobre mis emociones, no es una necesidad sexual, sino una necesidad de compañía, de no querer estar sola y lidiar con todo por mi cuenta, dejar que alguien me haga sentir segura y protegida y de cierta forma, Travis me da esa sensación.

—Podrías quedarte más tiempo. —sugiero, me sorprendo por mis palabras porque más bien las he pensado para mí misma y esperaba que se quedaran en mi cabeza. Me encojo de hombros deseando restarle importancia—. Perdón, es solo.... yo... —intento pensar en algo más porque la he regado y el silencio por parte de Travis me hace sentirme incómoda—. Podríamos ver una película.

Con los hombres que he salido, nunca he hecho algo casual con ellos como ver una película, jamás tuve una cita en el cine, la mayor parte del tiempo mis citas eran en un restaurant elegante o en una fiesta que siempre terminaba mal o simplemente nos veíamos en cualquier lugar donde pudiéramos tener sexo. Nunca había deseado hacer cosas casuales con algún chico, pero desde que conocí a Charlotte y ella me hablaba sobre sus experiencias con los chicos, las cosas que ella consideraba normales y casuales para mí resultaban todo lo contrario, ver una película, tomar un helado, ir a la feria, cenas familiares, reuniones con amigos, eso para la vieja Maddison eran tonterías que una chica estúpida haría.

Travis se lleva una mano a la nuca, pensativo.

—¿Estás segura de ello? —me pregunta con curiosidad y asiento tímidamente, le toma unos segundos más asentir—. Bien, no tengo planes para más tarde así que veamos algo.

Los dos nos dirigimos a la sala y tomamos asiento en el sofá que hay frente a la televisión. Es una suerte que el canal de Hallmark esté disponible y gracias a que Charlotte me ha envuelto en ese mundo cliché y fantasioso que ve en las películas de ese canal, me he encontrado considerándolo uno de mis favoritos.

—¿Tienes alguna película que consideres tu favorita?

Me atrevo a preguntarle mientras pongo el canal de Hallmark, Travis se encoge de hombros.

—No suelo ver mucha televisión.

—Diría lo mismo, pero no me muevo del sofá o mi habitación cuando tengo un día de descanso, además de Charlotte la televisión también es mi mejor amiga.

La Luz de Mi TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora