Capítulo 37

3K 354 19
                                    

MADDY

—Travis...

Murmuro su nombre cuando llego a su lado, da un leve asentimiento con la cabeza a modo de saludo.

—Hola, Maddy...

—¿Estabas esperándome? —preguntó lo primero que me pasa por la mente, Travis asiente levemente.

—Brandon me dijo que estarías en la ciudad con Charlotte y que ambas volverían más tarde.

—Si, fuimos de compras, ¿qué has estado haciendo aquí? —pregunto aún con curiosidad por saber qué hacía en los escalones de casa, estando solo.

Travis camina a mi dispuesto a acortar la distancia entre los dos.

—Te extrañé.

Comenta e inconscientemente se dibuja una sonrisa en mi boca. Travis se inclina para darme un casto beso en los labios, cuando se aparta un poco de mí, intento buscar su mirada, luce algo evasivo y me doy cuenta de que algo sucede.

—¿Está todo bien? —tengo el entrecejo fruncido, los labios de Travis forman una fina línea.

—Si lo está, ¿por qué?

Ladeo la cabeza y coloco mis manos en su rostro para obligarlo a verme.

—Travis... —intento obligarlo a que me mire, cuando lo hace, sus ojos lucen tristes—. ¿Qué sucede?

Insisto en el tema, me sostiene la mirada por casi un minuto y suspira con pesadez rindiéndose ante la batalla interna que tiene.

—¿Vamos adentro?

Sugiere y me aparto de él dispuesta a abrir la casa. Una vez que los dos estamos adentro, nos sentamos en el sofá, estamos demasiado cerca, mis rodillas chocando con las suyas.

—¿Qué pasa?

Vuelvo a insistir, Travis se inclina al frente, coloca sus codos en sus rodillas y juega con sus manos en un acto de nerviosismo.

Espero que hable aún cuando quiero presionarlo pero sé que no funcionará hacerlo, cuando por fin habla, escucho con cautela.

—Hoy es su cumpleaños... —cuenta, su mirada se alza hacia un punto de la pared. Sé que habla de Elena—. No...

Coloco una mano en su hombro, hay lágrimas en los ojos de Travis y verlo de esta manera me duele. Lo abrazo y acepta mi abrazo de inmediato y un sollozo se le escapa.

—Lo siento mucho, Travis...

Lo abrazo con fuerza, aunque no haga ningún comentario, lo consuelo y eso parece ser suficiente para los dos.

—Cada vez que pienso en ella, pienso en... —hace una larga pausa y se aparta para verme—. Pienso en cómo murió y la culpa vuelve a mi, no puedo, lo he intentado por mucho tiempo pero simplemente no puedo quitármelo de encima.

—Lo siento mucho, en verdad lo siento. La culpa es el peor sentimiento —menciono para ambos. Todos alguna vez hemos sentido culpa ante una situación particular, a veces esa culpa resulta momentánea pero cuando la culpa jamás de te deja, se vuelve una tortura y cuando sientes que tienes la culpa de todo lo que sucede a tu alrededor, es la peor sensación que puedes experimentar.

Me acerco a Travis y lo abrazo, acepta mi abrazo de inmediato, y deja que lo consuele. Hasta que ponemos un poco de distancia.

—¿Sabes? Le he pedido perdón muchas veces, incluso le he dicho que... —hace una pausa, es como si estuviera peleando internamente con sus propios pensamientos, su mirada se vuelve un poco oscura, hay algo que Travis prefiere guardar para sí mismo en estos momentos, lo que sea que haya querido decir parece ser íntimo y por mucho que desee presionarlo, decido no hacerlo al final. Por un largo momento, se queda callado debatiéndose a sí mismo en si debería decirme aquello o no, al final luce resignado a callarse y una mueca se dibuja en mis labios.

La Luz de Mi TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora