Capítulo 18

3.5K 392 16
                                    

MADDY

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MADDY

—¿Te das cuenta que Travis tiene puros amigos guapos? —inquiere Brandon mientras limpiamos las mesas antes de cerrar el local—. Si no es con él, podría presentarte a uno de sus amigos.

Rio por lo bajo.

—Pero ¿Qué dices?

—Digo que creo que deberías de salir con alguien, no sé, Travis es muy lento para invitarte a salir y creo que se les va el tiempo a los dos.

—No estoy buscando pareja.

—Sé que no mi cielo, estás reservándote para el lindo soldadito —me guiña un ojo en mi dirección y niego, no decimos más, continuamos limpiando las mesas en silencio hasta terminar—. ¿Quieres que te lleve a casa?

Dice mientras cierra el local.

—¿Puedes dejarme en casa de Charlotte? Le prometí que le echaría una mano en el bar esta noche.

—Vaya, siento que a veces Charlotte se aprovecha de tu bondad, no entiendo por qué la ayudas.

—Porque es mi amiga al igual que tú.

—Sí, pero tú y yo trabajamos juntos desde un principio y Charlotte te pide que le ayudes en el trabajo cada vez que quiere holgazanear.

Bromea con esto último. Nos subimos a su auto y conduce hacia la casa de nuestra amiga, como es sábado por la noche, Brandon tiene la costumbre de ir a la ciudad por lo que se despide luego de nosotras.

—¿Qué te ha dicho? Seguro se ha burlado de mí diciendo que te cargo la mano con mi trabajo.

Dice mientras se coloca uno de sus aretes, hoy luce bastante guapa que otras noches, trae puesta una falda blanca y una blusa negra manga larga, su cabello castaño cae en ondas sobre sus hombros y sus ojos marrones resaltan con su maquillaje.

—¿Por qué estás tan arreglada? ¿Acaso me has ocultado algo?

Inquiero y ella me ignora, yendo a su habitación para mirarse en el espejo, la sigo y me siento sobre la cama.

—Tengo una cita.

—¿En horas de trabajo?

Enarco una ceja y se voltea a verme.

—Vamos, esperaba que pudieras cubrirme esta noche...

Dice con cierta inquietud, una mueca se dibuja en mí, ha sido un día pesado y estoy algo cansada, pero son pocas las veces en las que ayudo a Charlotte a cubrir su turno en el bar y sinceramente, no tengo humor para irme encerrar a casa. Trabajar por ella no suena tan malo.

 Trabajar por ella no suena tan malo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Luz de Mi TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora