Capítulo 49

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MADDY

Como de costumbre, observo por la ventana mientras Kyle trabaja, solo puedo pensar en lo mucho que detesto estar aquí con él mientras que a él eso no parece interesarle, en realidad a Kyle no le interesa nada ni nadie más que él.

Kyle está al teléfono con un cliente y cuando cuelga la llamada, su secretaria llama a la puerta.

—¿Sí? —Pregunta Kyle sin mirarla, la mujer frente a la puerta es de una complexión delgada, su cabello de color pelirrojo y lo trae en ondas, tiene una piel reluciente y joven, seguro debe de estar a punto de llegar a sus treinta pero aun así luce un par de años menos.

—Señor, hay alguien esperándolo en la puerta.

—¿A mí? —Cuestiona Kyle señalandose al tiempo que frunce el ceño, su secretaria asiente.

—Sí, no tiene una invitación y tampoco luce como un cliente al que haya atendido antes pero dice que es urgente.

El ceño de Kyle se frunce un poco más.

—¿Te ha dicho su nombre?

Ella parece pensarlo unos segundos hasta que lo recuerda.

—Orman, dijo que era... Travis Orman.

En cuanto el nombre sale de la boca de aquella mujer, mi cuerpo se congela, ¿he escuchado bien? ¿Travis? ¿Mi Travis?

De inmediato, Kyle se levanta de un golpe de su asiento y su instinto es mirarme primero, por suerte, la expresión en mi rostro es de completa seriedad, pues estoy sorprendida de lo que he escuchado, debo de estar soñando porque no creo que exista manera de que Travis haya venido hasta aquí por mí, ¿o sí?

—¿Estás segura de que te dio ese nombre?

Pregunta Kyle con cautela, puedo escuchar cierto desconcierto en su voz.

—Segura, señor.

Responde con seriedad y es suficiente para que mi mundo se paralice de un momento a otro, no creo conocer a ningún otro Travis Orman, así que sí, Travis está aquí. Mi corazón comienza a latir con gran fuerza en cuanto nota el peso de la situación y siento un gran revuelo en mi interior.

—Pues hazle pasar. —Le dice a su secretaria, quien rápidamente sale. Kyle se da la vuelta rápidamente para verme, pues he estado a sus espaldas, con paso firme se encamina a mí y me da una mirada de arriba abajo que consigue tensarme lo suficiente—. No creas que este es tu pase de salida.

Espeta con algo de odio hacia mí y omito cualquier expresión que pueda dibujarse en mí, afortunadamente, la puerta se abre cortando cualquier tipo de conversación que Kyle y yo podamos iniciar. Travis entra con paso firme a la oficina, sus ojos escanean el lugar y cuando se detienen en los míos, siento a mi corazón detenerse, eso es todo, una mirada de Travis es suficiente para detener el tiempo y la sensación de querer acortar toda la distancia entre los dos y abrazarlo es inevitable, por un momento me veo haciéndolo pero rápidamente siento el agarre firme de una mano ceñirse en mi brazo con fuerza para retenerme a su lado atrayendo mi cuerpo al suyo con rudeza.

—Travis Orman. —Pronuncia Kyle su nombre, la forma brusca que sale de su boca me disgusta y percibo una ligera tensión en el cuerpo de Travis pero rápidamente opta una postura seria y rígida—. ¿Te importaría decirnos a qué se debe tu visita a mi oficina?

—Creo que ya debes conocer las razones por las que estoy aquí, ¿no?

Kyle no responde a la pregunta de Travis, lo observa con curiosidad, determinado a analizarlo bien, por mi parte, me quedo a su lado sin moverme —no es que tenga otra opción pues sigue aferrando su agarre a mí—, de nuevo, la mirada de Travis se dirige a mí y contengo la respiración, realmente deseo poder llegar a él.

La Luz de Mi TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora